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Es uno de los radicales de más confianza de Fernando de la Rúa. Por ese motivo, Nicolás Gallo fue uno de los primeros ministeriables autorizado a adelantar sus proyectos en el área que manejará desde Infraestructura. Ese ministerio lo armó restando sectores que hasta ahora están bajo la órbita de Economía. Promete que durante su gestión el Estado retomará su lugar como impulsor de la inversión pública, sin dejar afuera al capital privado. El ex titular de obras públicas de la Ciudad Autónoma asegura que revisará las renegociaciones con las privatizadas, en especial las de las concesiones de trenes, encaradas hasta el momento. Afirma que en Argentina hace falta un Plan Marshall de infraestructura y sostiene que su filosofía es que el bien común tiene que prevalecer sobre el particular. En un reportaje concedido al suplemento económico Cash, Gallo admitió que la Alianza buscará una disminución de las tarifas. Y los peajes serán el primer caso. Incluso señaló que sólo llegaría al extremo de una rescisión de contratos si tuviera el respaldo legal de la Procuración del Tesoro para hacerlo y no entrañara riesgo de un juicio para el Estado. Hasta el momento, ya probó su capacidad de negociación con el sector privado como secretario de Producción de la Ciudad, cargo desde el que cerró trato con las firmas encargadas de recolectar la basura y operar autopistas urbanas. Como funcionario comunal, también se opuso a la creación de un órgano regulador que controlase esas contrataciones. Desde el gabinete nacional promete vigilar de cerca los acuerdos con empresas privadas y rediseñar planes en casi todas las áreas: Peaje: No descarta mantener el peaje después del 2003, fecha en la que expiran estos contratos. Por ahora, intentará inducir una baja de tarifa, de modo tal que el precio del servicio que brindan las concesionarias tenga relación con las obras realizadas. El peaje debe ser para hacer obras, no se concibe sólo por mantenimiento, por cortar el pasto y bacheo, sostiene. Negociará con las empresas sobre la base de ampliar los corredores privatizados, incorporando caminos secundarios, que hoy no forman parte de la concesión. Plan vial: El Estado debe mantener aquellos caminos que no resulten atractivos para la explotación privada. Los recursos deben surgir de un fondo específico, a nutrir con el Impuesto a los Combustibles, y de los préstamos blandos de organismos internacionales como el BID y el Banco Mundial. Estos créditos podrían obtenerse ofreciendo como garantía la futura recaudación de Combustibles. Viviendas: Prevé construir 500 mil viviendas en los próximos seis años, a un costo de 9000 pesos cada una. La mitad de ese valor será subsidiado por el Estado, parte con recursos del Fonavi. El resto será costeado por los propios beneficiarios, con un crédito a largo plazo. El plan involucrará a las provincias, los municipios y la Nación. Cualquiera de estas jurisdicciones debería aportar los terrenos. Trenes: Es partidario de renegociar los contratos sobre bases diferentes a lo que está haciendo el actual gobierno. Su idea es reemplazar el subsidio estatal por un aumento de tarifa, pero sólo después de que el plan de inversiones esté concluido, no antes, como prevén las revisiones contractuales que hizo la actual administración. Aeropuertos: Es partidario de mantener operativo el aeroparque Jorge Newbery. No descarta una negociación con el concesionario del sistema nacional de estaciones aéreas, Aeropuestos 2000, sobre la propuesta que el grupo comandado por Eduardo Eurnekian formuló al gobierno para sostener la estación metropolitana que, por pliego, debe trasladarse. Llamaría a una consulta popular para resolver el tema. Organos Reguladores: Bajo su área estarán casi todos, salvo el Enre (electricidad) y el Enargás (gas). Sostiene que deben ser creados por ley (hay un proyecto preparado para enviar al Congreso) y sus cuerpos directivos cubiertos por concurso. Los funcionarios designados por decreto serán removidos. Obras polémicas: Suspenderá el arbitraje confiado a Henry Kissinger y Mariano Cavagna Martínez sobre los 1500 millones de pesos que le reclama Eriday la contratista civil de Yacyretá al Estado. Prevé convocar a una licitación para ampliar la cota de la represa, pero descarta otorgársela en forma directa a ese consorcio, liderado por Impregilo. Piensa que si se construye el Canal Federal se debería expropiar las tierras que se beneficien con el polémico acueducto que llevará agua a La Rioja.
ES UN DESATINO Y PELIGROSO QUE
SIGA, AFIRMAN EN LA ALIANZA Por David Cufré La
designación de Juan José Llach como ministro de Educación no es el único motivo de
enojo dentro de las filas de la Alianza. Por ahora más subterránea, pero tan o más
contundente, es la crítica a la decisión de Fernando de la Rúa de mantener
transitoriamente a Carlos Silvani como titular de la Administración Federal de Ingresos
Públicos (AFIP). El primero en manifestar públicamente sus objeciones es Antonio
Figueroa, tributarista con una extensa carrera en la administración pública y actual
asesor principal en esa materia de Rodolfo Terragno, próximo jefe de Gabinete. Es
inoportuno, un desatino y peligroso que Silvani siga en su puesto, le dijo a
Página/12. Puedo entender que continúe por unos meses, hasta que los funcionarios
entrantes en la AFIP conozcan a fondo su funcionamiento, pero espero que esa transición
sea lo más corta posible, añadió.
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