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Con silbidos se fue Argentina de la cancha. Porque jugó mal, mecanizado, sin ideas ofensivas, ante un equipo chileno de buen manejo y mediocre defensa. Los de Pekerman fueron de mayor a menor y fracasaron adelante: ni Romeo ni Silvera ni Messera ni Falcón ni Ledesma tampoco supieron encontrar variantes ofensivas. Sólo el centro como única seudosolución. Una lástima, porque eso hizo al partido en resumen flojo, cuando había comenzado distinto. Mal de ausencias (de nombres) en Argentina. Se verá el miércoles ante Dinamarca si hay mejoría. Buen primer tiempo habían jugado Argentina y Chile. Sacó ventajas promediando el período el equipo de Pekerman, con un buen gol del recuperado Diego Markic veterano campeón del mundo que de Argentinos se fue hace un par de años al Sporting de Lisboa y Chile bien pudo empatar también cuando el zurdo Tapia se hizo lugar para meter un pelotazo en el travesaño que Muñoz ni manoteó. Se alternaron en el manejo de la pelota y de las situaciones. Hubo figuras. Pizarro, en Chile, muy buen jugador, con habilidad y sentido para crear fútbol. Placente, Markic y cuando apareció Messera en Argentina. Los de Pekerman estuvieron probablemente mejor rodeados. Sin Riquelme, Scaloni, Cambiasso, Aimar, Saviola, Samuel, Milito y otros presuntos titulares pero con el susodicho Markic y Facundo Quiroga, de muy buen nivel, Argentina funcionó de a ratos. Jugó de a ratos. Arriba, el flaco Silvera y Romeo estuvieron un poco solos, pero se las rebuscaron porque el fondo de Chile fue, como tradicionalmente, lo más flojito. Sólo después del gol, un derechazo de volea cruzado y de lejos del cinco, tras un córner de Messera, los de Pekerman tocaron un rato y se ganaron aplausos espontáneos: aparecieron Ledesma y Placente acompañando a Messera. Pero, por el otro lado, no: ni Richetti ni Falcón subieron. Sobre el final fueron los de Acosta quienes atacaron y llegaron mejor.El segundo empezó como terminó el primero: con Chile mejor, sobre todo hasta el empate conseguido por Tapia con jerarquía, definiendo ante Muñoz ante gran habilitación de Pizarro, la figura, que estuvo a punto de definirlo después, reventando el palo desde lejos. Argentina se desdibujó y llegaron los silbidos. Una lástima.
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