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Por Victoria Ginzberg Factor Policial Asunto: Homicidio de José Luis Cabezas. La frase estaba escrita en varias carpetas que se encontraron en los archivos de inteligencia de la Policía Bonaerense que fueron conocidos el miércoles. Ante la proximidad del juicio oral sobre el asesinato del fotógrafo, los abogados y familiares del fotógrafo y el presidente de la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, Alejandro Mosquera, solicitaron a la Cámara Federal de La Plata que les entregue esta documentación. Se sumaron también a la preocupación de los organismos de derechos humanos acerca de que el material hallado pudiera ser destruido luego de la asunción de Aldo Rico como ministro de Seguridad bonaerense. Yo normalmente construyo y no destruyo, se defendió el carapintada. Su argumento no convenció. No creo en la palabra de un golpista que se sublevó para que no se juzgara a los militares, afirmó Adelina de Alaye, Madre de Plaza de Mayo de La Plata. ¿Se trata de una investigación paralela sobre el asesinato de Cabezas montada por la Dirección de Inteligencia de la policía? ¿Quién le dio la orden para que se hiciera?, se preguntó Mosquera sobre las carpetas halladas a raíz de las investigaciones sobre los documentos de la represión ilegal. El presidente de la Cámara de Diputados bonaerense y miembro de la Comisión por la Memoria recordó que la conexión de la Policía Bonaerense con el crimen del fotógrafo aún no fue esclarecida. Mosquera afirmó además que los documentos que acrediten que la Policía Bonaerense realizó tareas de inteligencia durante la democracia podrían dar lugar a denuncias judiciales a raíz de la violación a la Ley de Defensa. Para eso debemos conocer el contenido de los archivos, dijo.El miércoles, el ministro de Seguridad bonaerense, Carlos Soria, hizo público el archivo que había sido recuperado por la Cámara Federal de La Plata, que investiga el destino de más de dos mil desaparecidos. En una dependencia se hallaron fichas y microfilms con nombres y huellas dactilares de desaparecidos que permitirían reconstruir la historia de estas personas. A esto se sumaron documentos sobre tareas de inteligencia a políticos, dirigentes gremiales, estudiantiles y religiosos. Miembros de la Cámara Federal platense aclararon que la mayoría de los cuerpos de desaparecidos que pueden ser identificadas estarían en un osario, lo que haría casi imposible la recuperación de los restos. A principios de setiembre la Cámara platense le entregó a Daniel Molina el certificado de defunción de su hermano desaparecido. El papel provino de el archivo policial. La publicidad del hallazgo de la Cámara Federal platense y el reciente descubrimiento de documentos de la dictadura en Rosario reavivó la demanda de los organismos de derechos humanos para que el Estado entregue todo el material vinculado con la represión ilegal que posee en sus dependencias. El ministro del Interior, Carlos Corach, se apresuró a aclarar que la Policía Federal, ha manifestado con claridad que no tiene ningún registro de este tipo. Pero el mismo Soria sentenció que si existe este archivo existen otros. Entre los papeles encontrados en ex dependencias de la Policía Bonaerense figuraban menciones a la Policía Federal. La Comisión Provincial por la Memoria, formada por legisladores y representantes de organismos de derechos humanos, solicitará al Ejecutivo bonaerense la inclusión en el Presupuesto 2000 de una partida de fondos destinada al resguardo informático de estos archivos. Como víctima de la época de la represión ilegal voy a proponerle a nuestra Legislatura que una comisión pluripartidaria y de organismos de derechos humanos administre en el futuro la totalidad de los archivos del pasado, y el futuro ministro Aldo Rico se va a ocupar de garantizar la seguridad de los bonaerenses, dijo Ruckauf. Actualmente funciona en la Cámara de Diputados provinciales una Comisión por la Memoria, de la que participan miembros de organizaciones de derechos humanos. Las palabras de Ruckauf fueron criticadas por la Madre de Plaza de Mayo, Adelina de Alaye, ya que durante la campaña electoral, el gobernador electo declaró sentirseorgulloso de haber firmado en 1975 el decreto de aniquilamiento de la subversión.
LA TRIPLE A AMENAZA A HEBE DE BONAFINI Por Felipe Yapur Parecía una de las muchas cartas que la Asociación de Madres de Plaza de Mayo recibe a diario. Sólo llamaba la atención el remitente, sin nombre y con una dirección. Cuando abrieron el sobre, se encontraron con un resumen de las actas del Primer Congreso Nacional de la Alianza Anticomunista Argentina, la tristemente célebre Triple A. La fecha era de apenas hace un mes. Las tres hojas usaban la vieja terminología de los años setenta, las mismas amenazas. Hasta había una lista de periodistas marxistas y varios pasajes dedicados a la paridora y formadora de subversivos, Hebe de Bonafini. Por coincidencia, o no, el mismo día en que llegó la carta una de las paredes de la facultad de Ciencias Económicas amaneció con una lacónica pintada: Muerte a Hebe. El martes en que llegó la carta lo dedicaron las Madres a leerla con atención. La dirección del sobre, Junín 760, pertenece a la Morgue Judicial. La fecha del acta, octubre de 1999, indica que la Triple A volvió a existir, o que otro grupo está usando el nombre y recogiendo la herencia del grupo que asesinó a cientos de dirigentes políticos, estudiantiles y sindicales en los años previos al golpe de 1976.La primera página del documento está dedicada a un análisis histórico, en el que se justifican las acciones militares de los años 70, iniciadas convencidos de que era el único modo de frenar una acción guerrillera marxista leninista armada. El documento marca como nacimiento de la organización el año 1973 y la define como la forma secreta, rápida y eficiente para terminar con los intocables que fomentaban y colaboraban con la guerrilla marxista. Después de mofarse de los que nos creían acabados, explica que dejaron las armas cuando las fuerzas armadas tomaron el control de la lucha y la nación y que muchos grupos de tareas usaron la sigla para atentados y ejecuciones porque la sola mención de la Triple A hacía huir del país a los simpatizantes del socialismo. En una curiosa desmentida, el acta repudia al imbécil de José López Rega, que jamás hubiera podido formar tan eficaz grupo de combate, que jamás fue penetrado. A fines de siglo, el análisis del documento les indica que la subversión volvió enmascarada y escudada en organizaciones de derechos humanos. Si bien la carta afirma que la Triple A acompañará el proceso iniciado en 1983, siempre y cuando no se infiltren por debajo de la mesa elementos que buscan revancha y venganza contra las fuerzas armadas y de seguridad, inmediatamente baja una línea amenazadora. Según el documento, la Triple A tiene sus fuerzas de inteligencia en alerta para monitorear a elementos de izquierda en el Frepaso, a Graciela Fernández Meijide, Coti Noziglia (sic) y a las organizaciones como Madres de Plaza de Mayo, dirigidas por la comandante Hebe de Bonafini.La prensa también queda advertida. Por un lado los periodistas marxistas, categoría que incluye a Miguel Bonasso, Horacio Verbitsky y Jorge Lanata. Por el otro, a los imbéciles progresistas como Silvina Walger, Olga Wornat, Magdalena Ruiz Guiñazú, Mónica Gutiérrez, Ricardo Kirschbaum, Sally (sic) Mandelbaum, Ernesto Tenembaum y Marcelo Zltowiazda (sic), que trabajan para el descrédito de las gloriosas fuerzas armadas de la Nación que vencieron al marxismo. Antes de firmar con el fascista Dios, patria o muerte, los anónimos autores de la carta avisan que aunque no quieren más muertos, los vemos a los marxistas venir de nuevo y por lo tanto de ser necesario volveremos a la lucha. Para el documento, la clave es del presidente electo Fernando de la Rúa, al que le piden que tenga el coraje de sacudirse los marxistas de sus espaldas.
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