Por Fernanda González
Cortiñas Desde Rosario Una insólita polémica se desató en la ciudad de
Rosario a raíz de la exhibición de una obra que muestra a la Virgen María flanqueada
por un puñado de vaginas. La pieza en cuestión es un fotomontaje que pertenece a Mónica
Castagnotto, quien junto a otros treinta y tres artistas rosarinos integran la muestra
.34ARC, con la que el Museo Municipal de Bellas Artes Juan B. Castagnino el pasado viernes
reabrió sus puertas, luego de un año de reformas.La controversia se inició días
atrás, a partir de una denuncia de la Fundación Camino (que apoyó económicamente el
proyecto de refacción del museo) que, a través de su presidenta, Ivonne Rouillon,
manifestó su profunda disconformidad con la exposición de la obra al considerar que
hería la sensibilidad religiosa por tratarse de una ofensa a la Madre
de Dios.A esta primera queja se sumó la amenaza de una presentación judicial por
parte de la Pastoral Social de Rosario, una intimidación que fue elevada por uno de sus
representantes, Héctor Colombini, paradójicamente, titular del Inadi. Nosotros no
pensamos que mostrar tal o cual parte del cuerpo humano sea ofensivo, pero eso no valida
que andemos desnudos por la calle, explicó Colombini. Creemos que debería
ser retirada. No estamos exigiendo eso. Estamos poniendo en manos de la Justicia la
situación. Ya que la Municipalidad no ha cumplido con su función que es la de tutelar la
convivencia armoniosa, estamos mostrando nuestra disconformidad a través de otra vía,
que es la judicial.En tanto, desde la sede local de la Iglesia se intentó atemperar
los ánimos cuando el delegado episcopal del Arzobispado de Rosario, el sacerdote Carlos
Noni, aseguró que ninguno de nosotros somos dueños de prohibir nada; la Iglesia
tiene que defender la fe del pueblo de Dios, pero una cosa es eso y otra cosa es ejercer
una proscripción sobre algo que no está en nuestras manos. Cada cristiano tiene la
libertad de poder ver o no ver algo que probablemente hiera sus sentimientos religiosos.
Cada uno debe saber que puede apagar la televisión o cerrar el diario si es hay algo que
le resulta desagradable. Eso también es madurez de la gente.Del otro lado, los
plásticos cuyos trabajos comparten el espacio con la piedra de la discordia
ratificaron su solidaridad con Castagnotto, manifestando que, de levantarse la obra,
taparían las suyas con nylon negro. En este sentido, y en consonancia con lo manifestado
por el secretario de Cultura local, Marcelo Romeu quien había asegurado que la obra
era inamovible, y con los dichos del propio intendente de la ciudad,
Hermes Binner que afirmó que la obra no atenta contra la religión ni los
valores de nuestra sociedad, por lo que no hay impedimento para que siga
exhibida, el flamante director organizador del MMBA, Fernando Farina, fue
terminante al respecto. La muestra no se va a censurar, acá no se levanta
absolutamente nada. Esta muestra está curada por especialistas, gente que sabe mucho de
arte y que estaba plenamente consciente del contenido de la obra. Entiendo que haya gente
que se sienta ofendida con este cuadro, pero hay otras obras que también son urticantes y
no se ha dicho nada sobre ellas. En todo caso podemos pensar en la posibilidad de poner un
cartelito de advertencia sobre el contenido de la muestra.En medio de tantas
denuncias cruzadas llama la atención que los denunciantes no hayan puesto reparos a la
exhibición de la otra obra presentada por la artista, consistente en un mosaico
fotográfico que mezcla imágenes religiosas con simbología nazi.
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