Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


CHACHO ALVAREZ, VICE ELECTO, NO QUIERE A BUSSI EN LA CAMARA BAJA
"Hay que impedir que sea diputado"

Dijo que la coalición debe hacer todo lo posible para que el dictador no asuma. Críticas a Corach y al titular del PAMI.

na06fo01.jpg (7273 bytes)

t.gif (862 bytes)  Carlos "Chacho" Alvarez no quiere por nada del mundo ver al ex dictador Antonio Domingo Bussi en el Congreso de la Nación. Y ayer fue más que claro al respecto: "La Alianza --sostuvo-- tiene que hacer todo lo posible para impedir que sea diputado nacional". Menos reparos le provoca, en cambio, tener como compañero en la Cámara de Senadores a Carlos Corach, al que calificó como "una de las figuras más nefastas de la política argentina", pero con cuya designación como senador dijo estar de acuerdo. "Conforme no estoy, pero los legisladores porteños han cumplido con la legalidad", explicó el vicepresidente electo, quien también consideró una "desvergüenza" que Víctor Alderete haya dicho que deja "ordenado" el PAMI y señaló que su déficit supera los mil millones de pesos.

"Yo soy de la idea de que hay que impedir que Bussi sea diputado nacional porque falseó una declaración de bienes y tiene un juicio por enriquecimiento ilícito", reveló Alvarez. Y por si fuera poco el hecho de dar a publicidad su parecer, indicó el rumbo a seguir por la Alianza, al señalar que debe "hacer todo lo posible" para lograrlo.

Frente a la lluvia de impugnaciones contra su ingreso a la Cámara baja, Bussi ha desplegado como último recurso una estrategia de seducción hacia los diputados, que son los que deben dictaminar sobre su pliego: a los menemistas les recuerda que sus legisladores siempre votaron lo que el Gobierno necesitó y a los aliancistas les promete la misma fidelidad que tuvo con la administración saliente. De todos modos, en la Alianza prima la idea de no abrirle las puertas del Congreso, y radicales y frepasistas mantienen contactos con el PJ para que así sea.

Quien ya está adentro del Parlamento es Corach, y el día después de su consagración como senador Alvarez no podía sino repetir el discurso de la "legalidad" de su designación: "Cumplimos con la ley que dice que el tercer senador por la Capital es del Partido Justicialista y ese partido, en una interna todavía discutida, ha elegido lamentablemente a Corach".

Ese fue el argumento que los diputados porteños aliancistas enarbolaron para aprobar el pliego de Corach y no fue casual que lo hicieran: el mismo Fernando de la Rúa los había alentado a "cumplir con la ley". Alvarez destacó que la Alianza "podría haber usado la mayoría política que ostenta en la Legislatura porteña para decirle que no a Corach, pero fuimos obedientes a la ley". Y recurrió a un ejemplo: "Si hubiéramos hecho lo mismo que ellos hicieron con el senador del Chaco, podríamos haber aprovechado tener la mayoría para decir que Corach no nos gusta".

Cierto es también que, más allá de que lo considere "una de las figuras más nefastas de la política argentina", Alvarez deberá pilotear un Senado dominado por el peronismo y sabe que Corach es un buen interlocutor para construir los consensos que allí necesitará el futuro gobierno.

El mismo ministro del Interior remarcó ayer --al referirse a la aprobación de su pliego-- la importancia de los "verbos (sic) negociación, transacción, consenso y acuerdo. Acá pareciera que son malas palabras. Y no, son buenas, son verbos que conjugan sociedades políticas organizadas".

 

PRINCIPAL