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La Alianza mejorará la propuesta a los gobernadores justicialistas, quienes rechazaron, con los del norte a la cabeza, recibir una suma fija de unos 1300 millones de pesos mensuales durante el próximo año. Esa idea será presentada el martes, cuando vuelvan a verse las caras José Luis Machinea y los mandatarios díscolos. En ese encuentro, el designado ministro de Economía subirá la oferta hasta un tope de 1400 millones. A cambio, el nuevo gobierno les impondrá a las provincias una serie de exigencias, como la sanción de una ley de convertibilidad fiscal. Para el próximo gobierno, el acuerdo con los distritos justicialistas sobre los fondos que la Nación distribuirá el año que viene es vital para destrabar la sanción en el Congreso del Presupuesto 2000. Hasta ahora, las provincias más chicas se negaron a percibir un monto fijo, y pelean por mantener un sistema de coparticipación impositiva que les permita recibir el dinero adicional que la Nación recaudará una vez implementado un nuevo paquete fiscal. Ese fue el argumento que anteayer escuchó el propio Fernando de la Rúa de boca de los mandatarios de Salta, Tucumán, Santiago del Estero, Formosa, Jujuy y Misiones. Además, los gobernadores crearon un sub-bloque regional, al que sumaron a Santa Cruz y Tierra del Fuego para ganar espacio político y no depender de las provincias grandes, más propensas a un acuerdo con la Alianza. Durante todo el día de ayer, los técnicos de la Alianza sacaron cuentas sobre el monto al que podrían estirarse para seducir a las administraciones del interior. Machinea sabe que necesita de ese acuerdo, como primer paso para ordenar las cuentas fiscales y lograr cumplir con la Ley de Convertibilidad Fiscal. Como contrapartida de esa oferta, el futuro titular de Hacienda va a exigir a las provincias una serie de requisitos: * Crear un fondo anticíclico provincial con una parte del dinero que reciben. Cada distrito deberá utilizar ese capital para bajar el déficit fiscal, hacer frente a la deuda y disminuir impuestos, según prioridades. El funcionamiento de ese fondo --similar al que Machinea pondrá en marcha a nivel nacional-- estará auditado por un organismo independiente de la provincia. * Cada provincia deberá sancionar una ley de convertibilidad fiscal, asegurando un equilibrio fiscal en el mediano plazo. Salta y Mendoza ya cuentan con esas leyes. * Los distintos organismos de recaudación estarán integrados con la AFIP y habrá cruzamiento de datos. A su vez, Machinea les repetirá a los gobernadores que va a ayudarlos a refinanciar los pasivos. En total, el conjunto de las provincias tiene una deuda cercana a los 18.100 millones de pesos. Buena parte de ese endeudamiento vence durante el próximo año, y la Alianza ofrece emitir un bono respaldado con títulos del Tesoro de Estados Unidos. "Si no llegamos a un acuerdo con los gobernadores, no habrá otra alternativa que lanzar un paquete fiscal muy duro", alertó en diálogo con este diario el diputado aliancista Horacio Pernasetti, uno de los negociadores de la coalición.
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