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"A LOS TROTES VAQUI ROSA", DE PEPE JIMENEZ
El amor de una vaca

La obra que realiza la Compañía Teatral de Socorros Mutuos combina diferentes técnicas titiriteras con una puesta de  comedia musical, y una historia ideal para los más chicos.

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Por Inés Tenewicki
t.gif (862 bytes)  La vaca Rosita sufre penas de amor. De puro peluche, este personaje genera una corriente de simpatía inmediata. Aunque A los trotes Vaqui Rosa se dirige a un público de 2 a 6 años, los pesares de la vaca enamorada producen una fuerte identificación entre los espectadores, como si el mal de amores fuera un rasgo humano universal, incluso previo a la experiencia. O acaso, parece decir la protagonista apasionada por el toro Toribio, ¿quién no padeció alguna vez la tristeza de no ser correspondido?

Esta comedia musical con títeres reúne ciertas características que la convierten en una propuesta atractiva dentro de la oferta de espectáculos para chicos. En primer lugar, resulta adecuada para los más chiquitos, que no suelen tener a su alcance alternativas de buen nivel, que contemplen sus preferencias y sus tiempos. Por otra parte, combina dos de los géneros más afines al gusto de esta platea: los títeres y la comedia musical. Y en tercer lugar, está basada en una trama sencilla, sin grandes pretensiones, pero resuelta con una puesta agradable, un buen manejo de distintas técnicas titiriteras y un libro que mantiene el ritmo y la atención durante toda la obra.

Son justamente las variadas técnicas las que contribuyen al dinamismo: muñecos grandes, títeres de manopla mixta, o el oriental bunrrako (una combinación de títere y actor que, en este caso, permite crear una imagen de mayor altura que la del actor) sirven para dar vida a una multiplicidad de personajes que enriquecen con su intervención el desarrollo narrativo de la obra. Finalmente, la decisión autoral de circunscribirse a una definida temática romántica en un entorno campero, protagonizada por animales al estilo fábula teatral, da como resultado una propuesta original, que no deja de respetar en ningún momento los intereses y expectativas de su público.

La historia de amor entre la vaca Rosita y el toro Toribio se desenvuelve entre canciones y juegos, y se resuelve con la determinación de la vaca de confesarle su amor al toro y salir de su aislamiento, en un contexto de participación, solidaridad y apoyo de la comunidad en que viven. Queda bien destacada la valorización del entorno campestre y la diferencia de comportamiento con el individualismo urbano. Es en ese contexto en que la actuación de la curandera Micaela, con su test poético-psicológico, de Don Sapo, del médico Esculapio con sus inyecciones, y de los "dueños" de Rosita, con cariño y comprensión, logran diagnosticar la causa de esa "tristeza grande y fuerte como un camión de quinotos" y llevar a buen puerto el romance vacuno. Un romance completo, que incluye ramo de flores y serenata a la luz de la luna.

Tanto la música como la escenografía contribuyen a plasmar una estética sugerente, algo poética, suave, sin estridencias, funcional a todo el planteo de simplicidad y franqueza que postula la obra. Hay, sin embargo, algunas desprolijidades técnicas, como los sucesivos errores en la edición musical, y una leve sensación de inseguridad arriba del escenario, sobre todo en el plano actoral y en el manejo de movimientos que exige la comedia musical. En este sentido, se percibe la necesidad del grupo que dirige Pepe Jiménez de profundizar el trabajo coreográfico y la definición de personajes a cargo de actores. Este equipo teatral debutó en el rubro infantil con otra obra de títeres, Titiritero cuenta cuentero, que también se presentó en Liberarte hace algunas temporadas, con libro de Javier Villafañe y Hugo Midón. También hacen obras para adultos, como la que preparan actualmente, Placeres circulares.

 

Cuatro opciones recomendadas

* Soltando amarras, obra de teatro con Paula Andrada y Damián Smulevich, en el Auditorio del Pilar, Vicente López 1999, los domingos a las 17 hs. (5$)

* La niña de la noche, varieté titiritesca del Grupo de Teatro de Catalinas Sur, los domingos a las 17 en el Galpón de Catalinas, Benito Pérez Galdós 93 (3$)

* Príncipe y Mendigo, adaptación del cuento de Mark Twain con dirección de Mimí Harvey, los sábados y domingos a las 19 hs. En la Sala Alberdi del Centro Cultural General San Martín, Sarmiento 1151 6° piso. (a la gorra)

* La Caperucita Roja, adaptación de Ernesto Suárez, por Los Delfines del Abasto. En el Centro Cultural Adán Buenosayres, los domingos a las 18 hs, Parque Chacabuco (Asamblea 1200) A la gorra.

 

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