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Por J. N.  La Alianza
planea crear 250 mil nuevos puestos de trabajo como consecuencia de una serie de
inversiones en obras públicas durante los cuatro años de gestión. De concretarse, el
ambicioso programa tendría un efecto inmediato sobre la desocupación, que hoy afecta a
1.912.000 personas. El anuncio fue formulado ayer por Darío Lopérfido, vocero oficial de
Fernando de la Rúa, una vez que concluyó la primera reunión del gabinete de la Alianza,
el mismo que asumirá el 10 de diciembre."Se hizo un análisis sobre el plan de inversiones que se propone llevar adelante el futuro gobierno en materia de obras públicas. Se estudió una cifra de 4800 millones de pesos en obras viales, 1700 millones en obras hídricas, 4000 millones en trasportes ferroviarios, 1000 millones en vías navegables y puertos y 900 millones en pequeños proyectos e infraestructura", aseguró Lopérfido. Y añadió que "estas inversiones van a generar 250.000 nuevos empleos". Lopérfido no aclaró si el cálculo incluye sólo los puestos de trabajo que se crearán de manera directa o si también se incluyeron en el paquete los empleos derivados de las obras anunciadas. De todas formas, el número no deja de ser importante. La última medición del INDEC señala que el desempleo alcanzó en agosto el 14,5 por ciento, superando al 14,2 registrado en mayo. El contraste es aún más notorio si se compara con el 13,2 que alcanzaba en agosto del año pasado. Actualmente hay 1.912.000 personas desocupadas. De acuerdo al anuncio, la desocupación se reduciría en un 1,8 por ciento. Pasaría del 14,5 al 12,7 por ciento sólo por el efecto directo de este plan, sin tener en cuenta el impacto de la actividad privada. En el gabinete aliancista, el principal defensor de los planes de obra pública es Nicolás Gallo. El ex funcionario porteño se diferencia de la orientación más ortodoxa de algunos de sus compañeros en el gabinete, como Ricardo López Murphy, y está convencido de que la inversión pública es clave para recuperar el círculo virtuoso de la economía, salir de la recesión y bajar la tasa de desempleo. Ayer, durante la reunión del gabinete aliancista, Gallo explicó los detalles del plan de viviendas que piensa implementar desde el Ministerio de Infraestructura y Vivienda y que apunta a construir 530.000 monoambientes para familias de bajos recursos a un costo de nueve mil pesos cada uno. Pero, más allá de los programas de obra pública, lo cierto es que en el encuentro se trataron otros temas, como el organigrama del gabinete y las competencias específicas de cada ministerio. Es que, aunque las secretarías y subsecretarías pueden crearse y eliminarse por decreto, la Ley de Ministerios que De la Rúa quiere tener lista lo antes posible debe especificar las funciones de cada cartera. Fue Jorge de la Rúa, hermano del presidente electo y futuro secretario general de la Presidencia, el encargado de exponer las principales modificaciones. Entre una serie de cambios, ayer se confirmó que la Subsecretaría de Derechos Humanos que le fue ofrecida a Diana Conti será transferida del Ministerio de Interior al de Justicia. La Secretaría de Turismo que conducirá Hernán Lombardi dependerá directamente de Presidencia. Y, a pesar de los reclamos del futuro ministro de Salud Héctor Lombardo, el PAMI quedará bajo la órbita de Acción Social, tal como anticipó Página/12. La situación de la obra social de los jubilados fue uno de los temas centrales del encuentro. --Voy a seguir el tema personalmente --advirtió De la Rúa en un momento de la reunión. El jefe radical confirmó que intervendrá el PAMI y explicó las ventajas de una conducción colegiada con un coordinador general. Cuando finalizó el encuentro, De la Rúa añadió que "hay que hacer una auditoría profunda en el PAMI. Vamos a analizar los temas que tienen que ver con los libramientos impagos, irregularidades, nombramientos que carecen de legitimidad por haberse hecho a último momento y cuestiones vinculadas a la ineficiencia en el gasto. Vamos a revocar los nombramientos que se consideren abusivos", agregó. La reunión se realizó en las oficinas de Gallo en la calle Florida, que durante la campaña se ganaron el mote de "La Rosadita", a modo de antesala de la Casa Rosada. Comenzó a las nueve y media de la mañana y concluyó pasadas las dos de la tarde. Al igual que las reuniones de gabinete del gobierno porteño, De la Rúa se encargó de abrir el encuentro y luego cedió la palabra a sus próximos funcionarios, quienes explicaron la situación específica que heredará cada área. Participaron, además de De la Rúa y Carlos "Chacho" Alvarez, sólo los futuros ministros, quienes no se habían reunido en forma conjunta desde que fueron confirmados el miércoles pasado.
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