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PODRIA HABER RESULTADOS ESTA NOCHE EN LOS COMICIOS MAS REÑIDOS
A la caza del último sufragio

Dos encuestadoras consultadas por Página/12 coincidieron en el carácter parejo de la intención de voto en la segunda vuelta uruguaya de hoy, quizá las presidenciales más reñidas de la década en América latina, aunque hay una leve ventaja del neoliberal Jorge Batlle. Podría haber resultados esta noche.

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Una partidaria de Jorge Batlle, confiada del triunfo en una coqueta playa de Montevideo.

Página/12
en Uruguay

Por Pablo Rodríguez
Desde Montevideo

t.gif (862 bytes)  Ya queda muy poco margen para las muchas especulaciones que se hicieron sobre las elecciones presidenciales uruguayas. Hoy, entre las 10 y las 11 de la noche, según las fuentes consultadas por este diario, se sabrá quién será el próximo presidente del país oriental: el candidato blanco-colorado Jorge Batlle o el frenteamplista Tabaré Vázquez. Si se combinan la paridad en los números (que indican un empate técnico con una proyección para los indecisos favorable a Batlle) con la diversidad de las posturas ideológicas en juego, se puede concluir que se trata de los comicios más reñidos de la última década en toda América latina. En una lucha tan pareja, donde hasta el colorido y el ruido de las calles bajaron "por precaución" respecto de la primera vuelta del 31 de octubre, las denuncias de fraude y de irregularidades siguen poblando los medios gráficos y hasta los propios encuestadores dan visiones distintas de lo que ocurrirá. Página/12 habló con dos de ellos: Oscar Botinelli, titular de Factum, y Agustín Canzani, director de Equipos Mori.

Según Botinelli, "hay una ventaja de casi dos puntos de Batlle sobre Vázquez y la composición de los indecisos desde el punto de vista partidario y geográfico tiende a favorecer a Batlle sobre Vázquez". Para

Canzani, "es cierto que el perfil de los indecisos indica que estarían más inclinados a votar a Batlle que a Vázquez", pero considera que "nuestras encuestas muestran una paridad absoluta entre los dos candidatos" y que en ese sentido "no se puede descartar un triunfo de Vázquez".

Las razones por las que el director de Equipos Mori evita cualquier clase de pronóstico se basan en diversos factores. "En primer lugar, nosotros no podemos controlar algunas cuestiones trascendentes: la falta de medición de lo que pasó entre el lunes y hoy, el nivel de rechazo que tuvieron las encuestas en este último mes y el tipo de funcionamiento de los aparatos partidarios en el interior". En este último punto, de acuerdo a Canzani, se plantea una incógnita compleja. "En esta segunda vuelta, muchos legisladores y cuadros intermedios ya tienen sus puestos definidos. Además, los dirigentes locales, sobre todo los blancos, que van a ser candidatos a intendentes en las elecciones municipales de marzo del 2000, quizás estén dudando sobre si les conviene o no jugarse demasiado a favor de la candidatura de Batlle. Hay que recordar que en mayo quizás tienen que ir a pedirle los votos a la izquierda", estimó.

Para Botinelli, no hay tantas dudas. "La mayor cantidad de indecisos está en el interior no urbano, que por la influencia del Partido Blanco tenderá a favorecer claramente a Batlle. Ojo: es difícil que se inclinen por un colorado y encima por un Batlle, pero más difícil aún es que voten al Frente Amplio o que voten en blanco, que es un voto muy mal visto en Uruguay". El titular de Factum tampoco cree que "el volumen de los votantes provenientes de Argentina sea un factor de cambio en el resultado electoral", pero para Canzani es un elemento de incidencia desconocida.

Entre tantos factores que a veces marean, otro frente al que hay que atender es el estrictamente electoral y de seguridad. En esto último, la vigilancia fue reforzada al máximo. En cuanto a lo primero, las irregularidades parecen estar a la orden de este día D. La Corte Electoral decidió no prohibir la aparición de listas "truchas", donde Batlle aparece con Lacalle y Vázquez con el mismo Batlle. Y La República publicó una entrevista a Enrique Colet, actual funcionario de la Corte Electoral, en la que éste alerta sobre la posibilidad de que exista "un fraude técnico".

O sea que, además de la incertidumbre sobre unos comicios espectacularmente parejos, también habrá dudas, y seguramente denuncias, de fraude, boletas truchas, incidentes callejeros y aún impedimentos para los uruguayos que cruzaron el charco y que aparentemente son mayoritarios votantes de la izquierda. No son pocos los problemas. Son tantos como lo mucho que está en juego en la Suiza de América.


HABLA MARIANO ARANA, INTENDENTE FRENTEAMPLISTA DE MONTEVIDEO
"Batlle hizo campaña jurásica"

 

Por P. R.
Desde Montevideo
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"Nunca hubiera esperado una campaña de esta naturaleza. Pero no podrán frenar el cambio." Con aire de slogan, sentado en la amplia sala de reuniones contigua a su despacho, el intendente de Montevideo Mariano Arana se sorprende por lo que muchos ya se sorprendieron: el alto nivel de agresión de esta campaña. Arana es uno de los dirigentes más importantes del Encuentro Progresista-Frente Amplio, y por eso recorrió el interior del país junto a los candidatos de su partido para arrimar los votos más difíciles de obtener para la izquierda. Su reelección en Montevideo para marzo del 2000 parece un hecho: tiene en este momento el 65 por ciento de las intenciones de voto. Fue precisamente desde la capital uruguaya que el ex intendente Tabaré Vázquez saltó a dos candidaturas presidenciales consecutivas y a la posibilidad de convertirse, hoy, en el primer presidente de izquierda de la historia uruguaya. En esta entrevista exclusiva con Página/12, con una mesura para responder tanto al cansancio como a una seguridad interna sobre los logros de la izquierda, Arana prefirió llevar los temas de campaña hacia la gestión de diez años del Frente Amplio en Montevideo, tal como hizo Vázquez para demostrar "la gobernabilidad de la izquierda".

--¿En qué medida puede traspolarse la gestión en una ciudad a la de un país?

--Sin duda, para el país tendremos menos trabas que las que nos impone ahora el gobierno blanco-colorado. Yo no conozco ninguna ciudad de mínima importancia, y menos una capital de Estado, que no reciba importantes transferencias de los recursos nacionales. Montevideo sufrió una discriminación impúdica en ese sentido. No recibe un solo peso del ámbito nacional: no vuelven ni las contribuciones inmobiliarias ni las patentes de automotores que se cobran en la ciudad. Los montevideanos han tenido que absorber la exoneración de impuestos para las embajadas, que debería corresponder absorber a toda la nación. Y por primera vez en la historia, el municipio debe pagar IVA (23 por ciento) por todas las obras públicas, que son licitadas públicamente. Y a pesar de todo esto, se hicieron importantes transformaciones, tanto en la infraestructura de la ciudad como en el mejoramiento de los espacios públicos, en la democratización de la estructura departamental, y en políticas sociales para los sectores más desprotegidos. Todo esto es conocido por la gente y por eso se produjo un cambio de mentalidad el 31 de octubre. Y no sólo en Montevideo, donde ganamos con más del 50 por ciento de los votos: hemos triunfado en el interior: en Canelones, Paysandú y Maldonado.

--El Frente Amplio también ha atacado las propuestas programáticas de blancos y colorados. ¿No dificultará esto el inevitable acuerdo que deberá realizar la fuerza que gane la elección?

--La campaña macartista del doctor Batlle es una falta de respeto a la inteligencia de la ciudadanía. Amigos extranjeros me manifestaron su sorpresa por esta vuelta al Parque Jurásico, para usar palabras que el propio Batlle utilizó para describir a la izquierda. Es esa campaña la que nos llevó a una concepción antediluviana de la política. Tabaré en todo momento llamó a la cordura, la tolerancia y el pluralismo. A pesar de todo esto, en Uruguay hay una larga experiencia de negociación que no será rota ahora.

--¿Considera que hubo errores en la campaña de la izquierda? Muchos analistas sostienen que la ofensiva de Batlle contra la propuesta de impuesto a la Renta del Frente Amplio fue muy eficaz y la izquierda no supo reaccionar.

--Mire: a veces importa más la forma de conducirse y las maneras de actuar que el detalle de los golpes efectistas de campaña. No deja de ser inteligente el hecho de tratar de generar miedos en los sectores más debilitados, siendo éstos los más perjudicados por los que critican nuestra propuesta. Pero basta echar un vistazo a lo que hicimos en Montevideo para comprobar la falsedad de la campaña blanco-colorada. Respecto de los sectores más necesitados, por ejemplo, las administraciones de Tabaré Vázquez y mía han exonerado a jubilados y pensionados de pagar el transporte colectivo y buena parte de los impuestos municipales. Contrastemos esto con el gobierno nacional, que creó un impuesto a las jubilaciones del uno o dos por ciento. Esto generó una recaudación de 280 millones de dólares que debían destinarse a construir viviendas para jubilados y pensionados. Solamente se construyeron 2000 en todo el país; o sea, se gastaron 30 millones de dólares. ¿Qué pasó con los otros 250 millones? Pensemos en el impuesto a los sueldos: lo tiene que pagar, por ejemplo, un peón rural que gana 90 dólares por mes. Esto es directamente hiriente.

--Más allá de los ataques ideológicos, ¿en qué sentido el Encuentro Progresista y el Frente Amplio son "de izquierda"?

--Ser de izquierda es respetar integralmente a la persona. La derecha apuesta más al lucro y al interés personal y se está alejando de las bases sobre las que se fundó el Uruguay, desde nuestro prócer, el general Artigas, hasta el presidente colorado José Batlle y Ordóñez y el líder blanco Aparicio Saravia.

--Supongamos que nos acabamos de enterar de los resultados definitivos de las elecciones. ¿Qué diría si el ganador es Batlle, y qué diría si el ganador es Vázquez?

--En cualquiera de los casos, diría que somos todos uruguayos y que nos tenemos que sentar en una mesa porque un sector solo no va a sacar al país adelante. Cualquiera sea el resultado, una abrumadora mayoría de nuestro pueblo apuesta al cambio y a la esperanza. No se puede dejar de percibir esto. Pero no podemos excluir al otro. Si criticamos la discriminación que sufrimos por haber optado por una propuesta distinta, no podemos tentarnos, una vez en el gobierno, a hacer lo mismo que nos hicieron a nosotros.

 

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