LE GANO 1-0 A RACING Y SENTENCIO EL FINAL DEL APERTURA QUE YA
SIENTE PROPIO River lo tiene en el buche
Los hinchas se
fueron cantando “Dale campeón” aunque no gozaron tanto con el equipo y los
últimos cinco minutos pidieron la hora. Pero como sabían que con los resultados que se
dieron pueden festejar la semana próxima, desataron en la tribuna la fiesta que los
jugadores le prometieron en el campo.
yepes, angel,
saviola y astrada aplauden a la gente tras el partido, con el gusto del titulo en la boca.
Por Juan José Panno
Cualquier hincha
de River, hasta el más fana, terminará por admitir que el equipo no jugó bien, que
sufrió demasiado en los cinco minutos finales cuando Racing apretaba con dos jugadores
menos y que le ganó con lo justo a un rival tan consistente como la gelatina. Pero todo
eso lo reconocerá el hincha de River ya empalagado por el sabor de los tres puntos que
dejaron a Boca a un costado y despejaron la autopista que conduce al título. El análisis
crítico o autocrítico, llegará después. Antes, el hincha de River ejercerá sus
legítimos derechos:Artículo 1º) Está permitido festejar los triunfos propios, con la
misma intensidad que las mancadas ajenas.Artículo 2º) Está permitido recordar con gozo
los 10 minutos muy buenos que jugó el equipo en el comienzo del segundo tiempo.Artículo
3º) Está permitido gozar a los tradicionales rivales. Artículo 4º) Está permitido
empezar a soñar con la fiesta que, según marca la matemática, puede montarse a partir
de ahora en cualquier momento, porque el equipo del Pelado Díaz está match-point: si en
la próxima fecha gana, y empatan o pierden Central y Boca, podrá dar la vuelta
olímpica.Tan legítimos son sus derechos del hincha como la victoria del equipo ante
Racing, concretada con un legítimo gol de Escudero. Fue a los 20 minutos, en la primera
situación de peligro del partido, en una jugada que nació en un error de Banegas,
siguió en el rebote en Saviola, los toques de Placente y Angel, la gambeta con la zurda y
el centro con la derecha del colombiano y el estiletazo de Escudero debajo del arco. Con
ese gol le alcanzó a River para liquidar a Racing y relegar todo lo demás a un segundos
y terceros planos.River ganó bien y pudo haber ampliado la diferencia en un penal
clarísimo de Cáceres a Aimar (se le tiró encima, le hizo una toma y casi lo desnuca)
que no cobró el árbitro Sergio Pezzotta. También deberá quedar claro que hubo 10
minutos muy buenos en los que River funcionó como un campeonazo. En el arranque del
segundo tiempo, cuando Astrada distribuyó juego, Gancedo se animó con el zig-zag de la
gambeta y Aimar encontró espacios, River generó tres situaciones clarísimas que
milagrosamente no se convirtieron en gol y enloqueció al público. Diez minutos de lujo.
Apenas una muestra. Si River hubiera mantenido ese nivel durante media hora, seguramente
ganaba por goleada. Antes y después de esos 10 minutos para guardar en un cuadrito, River
no actuó en correspondencia con el marco (cancha llena, más de medio millón de pesos de
recaudación).River fue en gran parte del partido un equipo quebrado en dos: sólido
atrás, mostraba las garras afiladas arriba, pero dejaba demasiados espacios libres en la
mitad de la cancha. Atrás, le alcanzaba con los cuatro del fondo y Astrada para frenar la
tibieza de Racing. Arriba, Saviola y Angel, muchas veces desconectados, tenían que
rebuscárselas solos. El despliegue de Astrada no alcanzaba para compensar el poco peso de
los otros volantes y por eso la pelota pasaba más por los pies de los mediocampistas de
Racing que por los de River. El problema de los de Costas era que facilitaban la
recuperación del rival porque cometían decenas de errores no forzados de distinta clase.
A saber: pase a nadie, sin que molestara un rival; saque lateral al pecho de un contrario;
pelotazo frontal a dividir, despreciando la posibilidad de seguir progresando en el toque;
gambeta lateral, innecesaria. Etcétera, etcétera. Por momentos, cuando la pelota pasaba
por los pies de Sixto Peralta o de Delgado, el equipo de Avellaneda amagaba con golpes de
nocaut, pero en general no pasaba del jab de izquierda, con el toquecito suave a la
mandíbula que se asimila sin mayores dificultades. Delgado fue de todas maneras, como
casi siempre ocurre en Racing en los últimos tiempos, el que más exigió. Pero se chocó
con Bonano, que anda fenómeno y volvió a serfigura. El mejor de los remates de Delgado
provocó la mejor atajada de Bonano y uno de los momentos más lindos del partido. Merece
recordarse: tiro libre a cinco metros del área, toque de Estévez, remate de Delgado al
ángulo y espectacular volada de Bonano para mandar la pelota al corner. La imagen de
Bonano y de Placente (firme en la marca, inteligente para pasar al ataque, producción muy
regular); la imagen que bosquejaron los destellos de los pibes; la imagen que se dibujó
en el ratito de buen funcionamiento colectivo, se borroneó en los instantes finales del
partido cuando el modesto Racing que se había quedado con 9 por las expulsiones de Ubeda
y Liendo se fue a la carga desesperadamente. La pelota empezó a cruzar de lado a lado el
área local y el temor del empate le puso color al juego, pero dejó pálidos a los
hinchas de River. Cuando el juez dijo basta, marcó el final y sentenció la victoria el
derecho al festejo se empezó a ejercer como correspondía.
OLA DE RUMORES SOBRE INCENTIVACION 100 mil pesos en el camino
Por A.D.B.
Cada vez
que se acerca el final de un campeonato, las sospechas sobre supuestas incentivaciones de
parte de los clubes que se encuentran con chances de ganar el título, aparecen
irremediablemente. Y el actual torneo Apertura no es la excepción. Según se comentó
ayer en el estadio Monumental, la entidad de Núñez habría ofrecido 80 mil pesos a
Estudiantes de La Plata para que pueda alcanzar un resultado positivo ante Boca, el
último viernes. Y curiosamente, al defensor de River Leonardo Ramos, lo habrían visto
reunido el pasado jueves con algunos ex compañeros del club platense. Finalmente,
Estudiantes sólo pudo alcanzar un empate en dos tantos ante el equipo dirigido por Carlos
Bianchi.También hubo novedades por Avellaneda. Al parecer, entre la noche del viernes y
la mañana del sábado, una persona ligada a la institución presidida por Mauricio Macri,
habría realizado un llamado telefónico al hotel Dos Reyes (lugar de concentración de
Racing), con la intención de obsequiar 100 mil pesos si el conjunto dirigido por la dupla
Gustavo Costas-Humberto Maschio lograba un triunfo ante el único líder del certamen.
Igualmente, más allá de las versiones sobre “premios extra”, el triunfo por
1-0 de ayer demostró que la superioridad de River en el Apertura está más allá de
todo. Seguramente, de aquí hasta el 19 de diciembre, cuando finalice el torneo, seguirán
las especulaciones.
El clásico del después, en los vestuarios “Es un paso más, pero no hay que apurarse”
Por Adrián De Benedictis
Con el séptimo triunfo consecutivo logrado ayer,
River se encuentra cada vez más cerca de conquistar el campeonato y sus hinchas ya
comenzaron a saborear un nuevo título. Cuando el 1-0 sobre Racing ya era historia, el
clásico “Dale Campeón”, se escuchó desde los cuatro costados del Monumental.
Así fue la despedida que los simpatizantes del conjunto de Ramón Díaz les ofrecieron a
los jugadores. Sin embargo, el técnico se mostró cauteloso a la hora de las
declaraciones: “Hoy (por ayer) dimos un pasito más en busca del objetivo que nos
propusimos, pero no hay que apresurarse. Si bien estamos más cerca, hay que mantener la
calma para seguir por este camino. Y así seguramente les daremos una gran alegría a
todos los hinchas de River”. Sobre su continuidad en el cargo, Díaz sólo resaltó
que “no es cierto” que le reducirán sus ingresos.En relación con la fiesta que
está organizando el club para despedir la década, el viernes 3 de diciembre, Díaz dijo
que será “un espectáculo inolvidable”, y que “los hinchas tienen que
disfrutar de todo esto. Por lo que me contaron, estarán muchos de los ídolos del club, e
intentaremos que para el público sea una noche única”. El próximo viernes, el
entrenador jugará para uno de los equipos del club. Respecto del estadio donde River
deberá enfrentar a Chacarita por la próxima fecha, existen muchas posibilidades de que
el partido se juegue el sábado por la tarde, en la cancha de Racing. Díaz se refirió
ayer a este punto y aclaró que espera que “se pueda conseguir un buen estadio, para
que la gente pueda presenciar el encuentro sin problemas y para que no suceda ningún tipo
de inconveniente entre el público”. Una de las figuras del partido, el arquero
Roberto Bonano, habló de el gran momento personal por el que está atravesando y remarcó
que lo fundamental de todo “es la continuidad. De esa manera uno puede lograr
confianza a medida que pasan los partidos, y así todo se hace más fácil”. Acerca
de las dificultades presentadas por el rival de ayer, Bonano destacó que “Racing es
un equipo difícil, y la prueba más clara es el trabajo que tuve yo durante todo el
partido”.Por su parte, en el vestuario de Racing aceptaron la superioridad de River,
pero no ocultaron la bronca por la derrota. La principal figura que tiene el equipo de
Avellaneda, Marcelo Delgado, puntualizó que se sentía “triste porque no se pudo
empatar. Lo único que nos faltó fue el gol, nada más. Creo no hubo una gran diferencia
entre los dos equipos. Si bien ellos tienen jugadores de nivel, Racing no se achicó y
buscó siempre, inclusive con dos jugadores menos”. A su vez, el defensor Sergio
Zanetti expresó que Racing “jugó de igual a igual. Me parece que estuvimos parejos
en la cantidad de llegadas, pero ellos convirtieron y nosotros no, ahí estuvo la
diferencia”.
Díaz quiere ver la Lux
Con la mente puesta en el próximo torneo Clausura y en la Copa Libertadores,
el técnico de River, Ramón Díaz, le solicitó a los dirigentes del club que hagan todo
lo posible para incorporar al delantero de Gimnasia Mariano Messera. Además, también se
habrían iniciado conversaciones con Racing por el volante central Javier Lux, aunque el
jugador estudia una oferta de México. Otro que podría llegar es Walter Gaitán, del
Villarreal de España. Por su parte, trascendió ayer que el Inter de Italia tendría
intenciones de llevarse al colombiano Juan Pablo Angel. Los directivos de River pretenden
8 millones por la mitad del pase. Además, entre los que podrían emigrar están Gustavo
Lombardi (al Brescia de Italia), Cristian Castillo (al Sporting de Lisboa), y Diego
Placente (al Deportivo La Coruña de España).
Cualquier hincha
de River, hasta el más fana, terminará por admitir que el equipo no jugó bien, que
sufrió demasiado en los cinco minutos finales cuando Racing apretaba con dos jugadores
menos y que le ganó con lo justo a un rival tan consistente como la gelatina. Pero todo
eso lo reconocerá el hincha de River ya empalagado por el sabor de los tres puntos que
dejaron a Boca a un costado y despejaron la autopista que conduce al título. El análisis
crítico o autocrítico, llegará después. Antes, el hincha de River ejercerá sus
legítimos derechos:Artículo 1º) Está permitido festejar los triunfos propios, con la
misma intensidad que las mancadas ajenas.Artículo 2º) Está permitido recordar con gozo
los 10 minutos muy buenos que jugó el equipo en el comienzo del segundo tiempo.Artículo
3º) Está permitido gozar a los tradicionales rivales. Artículo 4º) Está permitido
empezar a soñar con la fiesta que, según marca la matemática, puede montarse a partir
de ahora en cualquier momento, porque el equipo del Pelado Díaz está match-point: si en
la próxima fecha gana, y empatan o pierden Central y Boca, podrá dar la vuelta
olímpica.Tan legítimos son sus derechos del hincha como la victoria del equipo ante
Racing, concretada con un legítimo gol de Escudero. Fue a los 20 minutos, en la primera
situación de peligro del partido, en una jugada que nació en un error de Banegas,
siguió en el rebote en Saviola, los toques de Placente y Angel, la gambeta con la zurda y
el centro con la derecha del colombiano y el estiletazo de Escudero debajo del arco. Con
ese gol le alcanzó a River para liquidar a Racing y relegar todo lo demás a un segundos
y terceros planos.River ganó bien y pudo haber ampliado la diferencia en un penal
clarísimo de Cáceres a Aimar (se le tiró encima, le hizo una toma y casi lo desnuca)
que no cobró el árbitro Sergio Pezzotta. También deberá quedar claro que hubo 10
minutos muy buenos en los que River funcionó como un campeonazo. En el arranque del
segundo tiempo, cuando Astrada distribuyó juego, Gancedo se animó con el zig-zag de la
gambeta y Aimar encontró espacios, River generó tres situaciones clarísimas que
milagrosamente no se convirtieron en gol y enloqueció al público. Diez minutos de lujo.
Apenas una muestra. Si River hubiera mantenido ese nivel durante media hora, seguramente
ganaba por goleada. Antes y después de esos 10 minutos para guardar en un cuadrito, River
no actuó en correspondencia con el marco (cancha llena, más de medio millón de pesos de
recaudación).River fue en gran parte del partido un equipo quebrado en dos: sólido
atrás, mostraba las garras afiladas arriba, pero dejaba demasiados espacios libres en la
mitad de la cancha. Atrás, le alcanzaba con los cuatro del fondo y Astrada para frenar la
tibieza de Racing. Arriba, Saviola y Angel, muchas veces desconectados, tenían que
rebuscárselas solos. El despliegue de Astrada no alcanzaba para compensar el poco peso de
los otros volantes y por eso la pelota pasaba más por los pies de los mediocampistas de
Racing que por los de River. El problema de los de Costas era que facilitaban la
recuperación del rival porque cometían decenas de errores no forzados de distinta clase.
A saber: pase a nadie, sin que molestara un rival; saque lateral al pecho de un contrario;
pelotazo frontal a dividir, despreciando la posibilidad de seguir progresando en el toque;
gambeta lateral, innecesaria. Etcétera, etcétera. Por momentos, cuando la pelota pasaba
por los pies de Sixto Peralta o de Delgado, el equipo de Avellaneda amagaba con golpes de
nocaut, pero en general no pasaba del jab de izquierda, con el toquecito suave a la
mandíbula que se asimila sin mayores dificultades. Delgado fue de todas maneras, como
casi siempre ocurre en Racing en los últimos tiempos, el que más exigió. Pero se chocó
con Bonano, que anda fenómeno y volvió a serfigura. El mejor de los remates de Delgado
provocó la mejor atajada de Bonano y uno de los momentos más lindos del partido. Merece
recordarse: tiro libre a cinco metros del área, toque de Estévez, remate de Delgado al
ángulo y espectacular volada de Bonano para mandar la pelota al corner. La imagen de
Bonano y de Placente (firme en la marca, inteligente para pasar al ataque, producción muy
regular); la imagen que bosquejaron los destellos de los pibes; la imagen que se dibujó
en el ratito de buen funcionamiento colectivo, se borroneó en los instantes finales del
partido cuando el modesto Racing que se había quedado con 9 por las expulsiones de Ubeda
y Liendo se fue a la carga desesperadamente. La pelota empezó a cruzar de lado a lado el
área local y el temor del empate le puso color al juego, pero dejó pálidos a los
hinchas de River. Cuando el juez dijo basta, marcó el final y sentenció la victoria el
derecho al festejo se empezó a ejercer como correspondía.