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Por Raúl Kollmann El gobierno aliancista quiere impactar desde el principio en el caso AMIA. Y la movida inicial será un fuerte impulso a la llamada ley del arrepentido, una norma controvertida en la que los alineamientos a favor y en contra son llamativos. Respaldan la ley varios diputados radicales, el duhaldismo, la DAIA y una parte de los familiares de las víctimas del atentado. Se oponen a la norma diputados del Frepaso, legisladores del justicialismo y los familiares agrupados en Memoria Activa. "La ley del arrepentido puede ayudar a esclarecer algunos de los casos más complicados, como AMIA y Cabezas. Un cómplice menor de esas operaciones podría aportar datos sobre los principales culpables", dicen los que están a favor. "Es una ley que favorece a los jefes de las bandas, que son los únicos que tienen información y la aprovechan para echarle la culpa a otros de los integrantes", sostienen los que están en contra. Ya rechazada una vez, el tratamiento de la ley el arrepentido debe iniciarse de cero después del 10 de diciembre. De la Rúa se comprometió con la DAIA a darle un impulso fuerte, aunque se encuentra ante una dura polémica: "Creemos que si un arrepentido da información para que avance la pesquisa, el juez debe tener la facultad de atenuar la pena --señala el diputado radical, Melchor Cruchaga--. No estamos de acuerdo con que se llegue a la eximición de pena, como quería el PJ. En el caso AMIA, se sabe que los grupos terroristas se mueven por células, y la figura del arrepentido tal vez permita reconstruir esos compartimentos que ahora parecen estancos." Para Juan Pablo Cafiero "no es una ley positiva. Una investigación judicial bien hecha, preservando el rastro del delito con precisión y con técnica, con peritos idóneos e independientes y con una Justicia no influenciada por el poder político, no necesita buscar arrepentidos". Jorge Yoma ha sido quizás el político que más férreamente se opuso a la ley y que capitaneó su rechazo en Senadores. "Desde marzo de 1994 hasta setiembre de 1997 se aplicó la figura del arrepentido (permitida para causas de narcotráfico) en once casos. En la mayoría, sirvieron para darle impunidad a los jefes de las bandas. Esta ley beneficia a los jefes y traslada la responsabilidad a cómplices menores, porque quienes tienen mayor cantidad de datos son los jefes. Los pichis no pueden aportar nada". Entre los protagonistas del caso AMIA también hay discrepancias. Rogelio Cichowolsky afirma que "en Estados Unidos y Europa esta ley funciona con buenos resultados. Es un estímulo procesal para personas que aporten información verdaderamente valiosa. Tal vez participaron en algún tramo del delito y dan datos claves respecto de puntos oscuros de la pesquisa. Creo que sería una ley muy importante para el caso AMIA". Alberto Zuppi, letrado de los familiares de Memoria Activa, considera que "en el caso AMIA no tiene ninguna perspectiva la figura del arrepentido. Sólo se puede esclarecer con una investigación seria. La gente que ha mentido a lo largo del procedimiento, seguirá mintiendo con la ley del arrepentido. Lo que tenemos que hacer los argentinos es decir basta a los arreglos con alambre y con curita. Necesitamos que las cosas se hagan bien, que la investigación se haga como corresponde". La polémica llegará al Congreso en las primeras semanas de la gestión de De la Rúa. La incógnita es si el gobierno entrante tiene los votos para aprobarla. Puede ser el primer caso en el que el PJ --duhaldistas y menemistas-- como la Alianza --radicales y frepasistas-- voten divididos. Informe: Andrea Furman
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