Más
allá de la derrota en esta segunda vuelta, el éxito del Frente Amplio es rotundo e
incontrastable por varios motivos. Se convirtió en la primera fuerza política. Modificó
sustancialmente todo el mapa político del país. Se terminó el bipartidismo. Y un
triunfo más para la izquierda son las intendencias del interior, donde se hicieron muy
buenas elecciones que presagian un triunfo para los comicios municipales del año que
viene. Es el caso de Paysandú, de Canelones y de Maldonado.
La victoria del Encuentro Progresista es aún
más impactante teniendo en cuenta que debió luchar contra los medios de comunicación,
contra la unión de los dos partidos y contra la multitud de trampas que le tendieron a la
candidatura de Tabaré Vázquez. Por ejemplo: dijeron que Tabaré era un delirante por
proponer un Plan de Emergencia y resulta que parte de ese plan ahora está recogido en el
acuerdo entre colorados y blancos.
Es cierto que la derrota no era esperada por
tantos puntos de diferencia, pero algunos de nosotros sabíamos que los indecisos en
realidad ya estaban decididos. En el interior del país, el hecho de que un blanco vote a
un colorado se considera un acto de traición, sobre todo entre los más ancianos.
Entonces, hubo un diez por ciento que decía que no estaba decidido porque le daba pudor
decir que iba a votar a un colorado, y más un Batlle. Es más: si dentro de un mes se
hicieran elecciones nuevamente, volvería a haber un diez por ciento de
"indecisos", porque volverían a ocultar su voto.
Todavía es muy temprano para poder pensar
con la cabeza fría acerca de las causas por las que en definitiva el Frente Amplio no
ganó. Sin dudas, la izquierda debe plantearse el desarrollo de una estrategia más
coherente y menos contradictoria como fue, por momentos, esta campaña. En este sentido,
Tabaré tuvo un gran mérito al no entrar nunca en las contradicciones en las que otros
sí entraron. La campaña de Vázquez resultó una patriada como pocas veces he visto.
Para el Frente Amplio, el próximo desafío
será ganar las intendencias del interior, para hacer buenas administraciones y vencer el
miedo que en el interior se le tiene al cambio. Sólo a través de los gobiernos
municipales se podrá convencer a la gente de que no existe ningún cuco detrás de la
izquierda. Si ocurre esto, el Frente Amplio ganará con toda seguridad las próximas
elecciones presidenciales.
* Escritor y novelista uruguayo. Su último libro es
Alivio de luto |