Por Felipe Yapur El ex dictador y
responsable del genocidio perpetrado en Tucumán durante la última dictadura militar,
Antonio Domingo Bussi, no podrá jurar hoy como diputado nacional. Por una iniciativa de
la Alianza, que cuenta con el respaldo del justicialismo, el diploma del ex gobernador
tucumano y las impugnaciones serán enviados a la Comisión de Poderes, Petición y
Reglamento. Esta deberá definir si hay elementos o no para impedir el acceso a una banca
y, de acuerdo a los propios parlamentarios, esto ocurrirá recién en marzo del 2000. A
pesar de ello, Ricardo Bussi, diputado y vástago del militar, prepara la
defensa de su padre, donde remarcará que nadie es culpable hasta que se
demuestre lo contrario. Es decir que tendrá, como reflexionó el socialista Alfredo
Bravo, lo que él nunca le concedió a ninguno de los detenidos desaparecidos.
Hoy, poco después de que den las diez de la mañana, la Cámara baja se reunirá para
tomar el juramento a los 130 diputados que se incorporan a partir del 10 de diciembre.
Pero Bussi no podrá hacerlo. De acuerdo a la estrategia acordada entre las bancadas
mayoritarias y tal como indica el reglamento parlamentario, por secretaría se leerán las
impugnaciones que hayan sido presentadas. Todas las que tienen en su poder las actuales
autoridades del Congreso están dirigidas contra Bussi. Poco después de que se
fundamenten las impugnaciones, se pasará a votar. Para evitar sorpresas, diputados de la
Alianza quieren que la votación sea nominal. De esta forma el que apoye a Bussi
quedará escrachado para toda la vida, confió un operador del Frepaso. El
socialista Alfredo Bravo será el encargado de fundamentar las presentaciones de la
Alianza. Por el justicialismo hablarán el tucumano Amado Juri y el salteño Marcelo
López Arias. Bussi, si quiere, podrá pedir la palabra. Las impugnaciones estarán
basadas en las causas por violaciones a los derechos humanos que se generaron después de
la leyes de Punto Final y Obediencia Debida y que lo tienen al general retirado como
responsable principal. Los diputados indicarán que la Cámara como juez de sus
títulos puede aceptar o revocar, luego de un juicio, el diploma del legislador
electo. En base a este argumento la intención es impugnar y derivar el caso Bussi a la
Comisión de Poderes, Petición y Reglamento. Esta será la encargada de dictaminar si hay
motivos para que Bussi acceda o no a la banca tan preciada. Algunos de los diputados
consultados sostienen que esta decisión recién se conocerá a partir de marzo del 2000,
cuando comiencen las sesiones ordinarias de la Cámara, porque la definición del diploma
del dictador tiene que realizarse durante el período de sesiones ordinarias de la
Cámara. Por lo que el ex dictador quedará en el limbo durante cuatro meses, en que los
legisladores más radicalizados, como Bravo, esperan que avancen las causas penales contra
el dictador, como la que instruye Adolfo Bagnasco por la apropiación de menores.Aquí es
donde comienzan las diferencias entre los legisladores. Hay algunos que sostienen que
Bussi tendrá fueros a pesar de no estar incorporado a la Cámara. Otros, en tanto, dicen
que el anciano general estará a merced de la Justicia que lo reclama y que deberá
recorrer los pasillos judiciales.Bussi, a pesar de los trascendidos, estará hoy presente
en la sesión. Su hijo Ricardo aseguró a este diario que no hay nada por qué
temer. Mi padre asumirá como diputado porque no hay impedimento legal para ello.
Sin embargo, y a pesar de sus esforzadas palabras para parecer tranquilo, reconoció que
prepara la defensa de su progenitor. Es verdad que hay causas nuevas por el delito
de genocidio. Pero el juez que lo investiga todavía ni siquiera lo citó a
declarar, se defendió Bussi hijo en referencia a la causa que lleva adelante el
juez Bagnasco. Inmediatamente, y respaldándose en las declaraciones del futuro ministro
de Justicia de la Alianza, Ricardo Gil Lavedra, y del actual ministro del Interior, Carlos
Corach, el diputado Bussi indicó que no es éste el momento de
recibirimpugnaciones: todos los candidatos a diputados nacionales nos hemos sometido a un
período de impugnaciones y tachas en la Justicia federal en nuestro distrito.Pero
los argumentos del bussista no son tomados en cuenta por la radical Elisa Carrió, quien
aseguró que Bussi está acusado de delito de lesa humanidad y por lo
tanto tiene una inhabilidad moral que le impide incorporarse como diputado y agregó
que la voluntad popular no está por encima de la Constitución. Esto último
en obvia referencia a la intención de Bussi de hacer valer los 90.000 votos que obtuvo el
pasado 24 de octubre y que lo depositaron en la puerta del Parlamento. Por otro lado, el
tucumano José Vitar, quien hoy prestará juramento como diputado, indicó que las
impugnaciones presentadas y el mecanismo por el que se le rechazará el pliego a Bussi se
realizó respetando la Constitución y el reglamento de la Cámara. Así Bussi no podrá
recurrir a la Justicia.De todas formas, el hijo de Bussi ya anunció que recurrirá
a los estrados judiciales. Paradójicamente dijo que, si no le permiten a su padre jurar,
los diputados se atendrán a las consecuencias por violentar las normas
establecidas. Asimismo indicó que durante la exposición que realizará hoy
recordará que muchos de los actuales diputados y los electos tienen causas en la
Justicia y nadie dice nada. No sé entonces por qué se ensañan con Bussi. Según
el hijo del dictador, por una cuestión de delicadeza no piensa dar los
nombres de los legisladores que tienen deudas con la Justicia. La respuesta llegó del
lado del socialista Jorge Rivas, quien sostuvo que puede ser que haya legisladores
que tengan causas penales, pero ninguna de ellas es por la desaparición de 800 personas,
apropiación de menores y hasta de falsear la declaración jurada que realizó cuando fue
diputado en 1993 y así ocultar las cuentas bancarias que tenía en Suiza. Por lo
pronto, y de mantenerse los acuerdos entre la Alianza y el PJ, el Parlamento argentino no
contará entre sus filas a uno de los máximos responsables del genocidio. Es lo
menos que puedo hacer por mis compañeros muertos, ejemplificó Juri, quien en 1976
fue gobernador en Tucumán y Bussi lo encarceló luego de hacer desaparecer a varios de
los integrantes de su gabinete (ver nota aparte).
Claves
* Hoy deben jurar los 130 diputados elegidos
el 24 de octubre. Entre ellos está el dictador tucumano Antonio Domingo Bussi.
* El represor busca los fueros parlamentarios para lograr inmunidad en las causas
penales abiertas en su contra.
* La Alianza y el PJ han acordado impugnar su diploma.
* El aliancista Alfredo Bravo, promotor de la iniciativa, será el primer orador.
* Luego adherirá a su posición el peronista Marcelo López Arias.
* Se votará nominalmente la impugnación y se pasará a Comisión por cuatro meses
la designación.
* Los aliancistas esperan que la Comisión rechace el diploma de Bussi. También
confían en que durante esos cuatro meses avancen los juicios penales contra el dictador,
en especial la referida a robo de bebés que se tramita en el juzgado de Bagnasco.
* La sesión de hoy será presidida por el peronista Amado Juri, que era gobernador
de Tucumán en 1976 y fue derrocado por Bussi, quien lo tuvo preso sin causa durante tres
años. |
EL GOBERNADOR DERROCADO EN EL 76 PRESIDE
LA SESION
No es revancha, es justicia
Por F. Y.
Bussi no jura como diputado. Y para mí será una satisfacción porque de esta forma
se hace justicia por todos aquellos que mató en Tucumán, aseguró a Página/12 el
diputado tucumano Amado Juri, quien fue en 1976 el gobernador que el ex dictador derrocó
y que pasó tres años detenido sin causa. Juri se esfuerza por aclarar que su postura
nada tiene que ver con la venganza: Yo pido justicia, no es una revancha porque a
mí no me gusta el dolor, ni la sangre, ni el odio. Le reitero, lo hago por justicia y
para que nunca más vuelva a suceder este genocidio y por la paz de los familiares de
quienes murieron en esos años.
El 24 de marzo de 1976 fue Bussi quien lo detuvo a usted. ¿Qué recuerda de esos
días?
Fue muy duro. A las tres de la mañana me buscaron y me llevaron hasta la casa de
gobierno. Ahí estaba él, bufando como un león. Nos insultó y nos amenazó. Poco
después fui a parar a la cárcel de Villa Urquiza, donde pasé 2 años, 9 meses y 7 días
haciendo trabajos forzados.
¿Qué eran los trabajos forzados?
En ese momento tenía 62 años y me obligaron a trabajar en la cortada de ladrillos
que tenía la cárcel. Yo no dije nada, ni me quejé. Mientras tanto Bussi decía que
todos los que habíamos estado en el gobierno justicialista habíamos cometido delitos de
corrupción. Cuando salí nunca comprobaron nada.
¿Bussi iba al penal?
Cada tanto. Me acuerdo que poco antes de irse de la provincia llegó hasta la
cárcel. En medio de gritos de furia y amenazas nos dijo que él era el responsable de
todo lo que había sucedido en Tucumán. Qué cosas que tiene la vida, ahora el caradura
busca escaparles a todos los crímenes que cometió. Eso no es de hombres, es de cobardes.
Varios miembros de su gabinete permanecen aún desaparecidos.
|Sí. Todavía recuerdo el clamor de sus familiares pidiendo por la vida de esta
pobre gente. Me acuerdo de José Chebaia, quien fue mi secretario de Acción Social. De mi
secretario general de la Gobernación, Eduardo Tenreyro, y de Dardo Molina, quien fue
presidente del Senado. Usted es el diputado de mayor edad y tiene que tomarle
juramento.
Así es. Pero si se decide tomarle el juramento yo me excusaré. No puedo hacerles
eso a mis compañeros muertos.
El único precedente es Ramoncito
Saadi
La
impugnación del diploma de Antonio Bussi, solicitada hoy por representantes de la Alianza
y el justicialismo, que le impide al ex gobernador tucumano asumir como diputado hasta que
se realice un juicio interpares, no tiene precedentes en la Cámara baja.
Existe sí un antecedente en el Senado: el diploma de Ramón Saadi, que fue también
sistemáticamente bloqueado desde 1995 por la Alianza y por varios dirigentes del
justicialismo. Paradójicamente, el ex gobernador de Catamarca, asume hoy como diputado.
La incorporación al Senado de Ramón Saadi fue resistida, desde 1995, por un sector del
bloque oficialista, especialmente por el actual gobernador electo de la provincia de
Buenos Aires, Carlos Ruckauf, y también por los dirigentes Carlos Reutemann, Antonio
Cafiero y José de la Sota. En 1998 un intento del menemismo por alzar a Saadi con la
banca de senador por Catamarca resultó infructuoso, a causa de la división interna del
justicialismo. La Comisión de Asuntos Constitucionales, presidida por Jorge Yoma,
dictaminó que Saadi debía ser incorporado, pese a que la Legislatura provincial se
había negado a designarlo. La Corte Suprema se había declarado al margen, comprometiendo
al Senado en la decisión, que finalmente frustró las intenciones de Saadi. A pesar de
todo, el ex gobernador de Catamarca se incorpora hoy como diputado a la Cámara baja.En la
Cámara de Diputados, por su parte, no se recuerda que se haya impugnado el pliego de
algún legislador, aunque sí se les quitó el fuero a dos diputados en funciones, Angel
Luque y Eduardo Varela Cid. El diputado catamarqueño fue desaforado como consecuencia de
sus declaraciones sobre el crimen de María Soledad Morales. A Varela Cid, quien había
sido electo representando al justicialismo porteño le quitaron los fueros y lo
suspendieron en sus funciones, cuando el empresario postal José Ongaro lo acusó de pedir
coimas. Varela Cid fue condenado en primera instancia a dos años y tres meses de prisión
por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal número 5 y se lo inhabilitó para ejercer
cargos públicos por cinco años.
Es nuestra oportunidad ahora
que Menem no está
El bloque de diputados del PJ se
plegó a la estrategia de la Alianza, venciendo la oposición de unos pocos diputados
menemistas.
Mario Das Neves (PJ, Chubut), uno de los
impulsores del rechazo del diploma del dictador.
Llevó la voz cantante junto a Marcelo López Arias, Mario Cafiero y Humberto
Roggero. |
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Por Adrián H. Mouján
Con los
impedimentos morales, nos alcanza. Este hombre nos persiguió y mató a muchos
compañeros, y así y todo, nos comimos el indulto, y lo tuvimos que bancar. Pero ahora
Menem no está, y ésta es la oportunidad de mostrar que seguimos siendo peronistas.
Con esta frase, el diputado justicialista Marcelo López Arias les reclamó a sus
compañeros de bancada que apoyaran su proyecto para impedir el acceso del represor
Antonio Domingo Bussi a la Cámara de Diputados. El legislador salteño se enfrentó con
representantes menemistas que esgrimieron argumentos legalistas y políticos para cuidar
una alianza con el titular de Fuerza Republicana. Además, y para no dejar flancos
abiertos, el PJ acordó con la Alianza que la mayoría de las impugnaciones al pliego de
Bussi estarán basadas en las violaciones a los derechos humanos que cometió. López
Arias, abogado defensor de los derechos humanos en su provincia, el chubutense Mario Das
Neves, la entrerriana Sara Amavet, el bonaerense Mario Cafiero y el titular del bloque
justicialista, Humberto Roggero, se contaron entre los impulsores de la medida, con la que
pretenden ir tomando distancia del menemismo. Además, Roggero recibió el apoyo de varios
ilustres que hoy prestarán juramento, como el santafesino Jorge Obeid, el entrerriano
Jorge Busti, el mendocino Arturo Lafalla y el misionero Ramón Puerta, actuales
gobernadores, que a partir del 10 de diciembre ocuparán una banca en Diputados.El
consenso democrático de abrir el juego sin exclusiones no es una apertura sin límites;
ese límite a determinados cargos públicos es para los casos de crímenes de lesa
humanidad, reza el proyecto de Cafiero. Y estas líneas fueron parte del argumento
fundamental que se esgrimió en el bloque de diputados justicialistas para que triunfaran
quienes proponían el bloqueo a la jura de Bussi. Mientras que los menemistas Miguel Angel
Pichetto y la salteña Leila Chaya señalaron que hay que tener cuidado con los
precedentes que vamos a dejar sentados.Detrás de este argumento se escondía la
intención de que la acusación de enriquecimiento ilícito que pesa sobre
Bussi no fuera pilar de la estrategia para que no llegue a la Cámara, ya que muchos
legisladores no solo menemistas sino también aliancistas temen sufrir en un
futuro las consecuencias de un olvido en su declaración jurada. Otros exhibieron
argumentos políticos, ya que señalaron que hay que recordar que Bussi nos puede
dar una mano en Tucumán, donde (Julio) Miranda la tiene muy difícil.En el bloque
justicialista, como la unanimidad lograda recién anoche fue algo forzada, desde la
cúpula de la bancada se advirtió que se pediría una votación nominal para decidir si
el pliego de Bussi debe pasar o no a la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento. De
esta forma, aquellos que apoyan al represor se verían obligados a definirse y quedar
escrachados. En el camino, en las oficinas de Roggero y de varios diputados santafesinos y
entrerrianos se recibieron amenazas, que algunos señalaron como provenientes del bussismo
y del menemismo. En estas llamadas telefónicas, las voces anónimas amenazaron con
recordar que tanto el jefe del bloque peronista como Jorge Obeid y Jorge Busti militaron
en la Tendencia Peronista. A mí qué me importa, me siento orgulloso de lo que fui
y de lo que soy, contestó Roggero. A esta altura de la historia, y con el
partido como está, haber sido monto es una medalla, afirmó Obeid,
cuando le comunicaron la amenaza.
El relato de dos víctimas del dictador |
Carmen Mitrovich Se trata de la dignidad de los diputados. Un asesino, un torturador,
¿es un par de ellos? Carmen Mitrovich ansía que no le dén los fueros al dictador
Antonio Domingo Bussi. Carmen se convirtió en representante de la agrupación de
Familiares de Detenidos Desaparecidos de Tucumán después de la desaparición de su hija,
Adriana Cecilia Mitrovich, y su yerno Ricardo Torres Correa. Ambos fueron secuestrados el
29 de abril de 1977. Adriana Cecilia se acababa de recibir de arquitecta y Ricardo estaba
a punto de convertirse en ingeniero. Tenían una hija de seis meses que se crió con su
abuela. En diciembre de 1978 Carmen fue detenida en una misa organizada por los organismos
de derechos humanos. Estuve Navidad, Año Nuevo y Reyes en el calabozo, donde conté
70 cucarachas, relata. Carmen cuenta con lo que debe ser un record de allanamientos
en el país: el Ejército entró a su casa más de veinte veces. Y tuvo que pagar un
rescate por su otro hijo. Morirme sabiendo que le han quitado los fueros es algo
bárbaro, asegura Carmen, que hoy tiene 70 años. La mujer confía en que Bussi
termine tras las rejas y pide más. ¿Por qué conformarnos con la cárcel para
Bussi?, se pregunta Carmen y exige además que el represor sea expropiado del
botín de guerra. Que devuelva los bienes porque los roedores de sus
hijos no tienen por qué quedarse con las 18 propiedades y la cuenta en Suiza. Eso de
Tucumán. Y Bussi es el responsable de que no haya leche ni pan en la mesa de los hogares
tucumanos.
Julio Cesar Campopiano
Julio César Campopiano fue secuestrado el 21 de octubre de
1978. Tenía 18 años. Según pudo reconstruir su familia, estuvo detenido
clandestinamente en el Arsenal Miguel de Azcuénaga, donde cada quince días se hacía
presente Antonio Domingo Bussi. Los testimonios de ex soldados detallan cómo, en ese
lugar, Bussi disparaba el primer tiro preparado para las víctimas que eran alineadas
alrededor de una fosa antes ser fusiladas. Adelaida Pirucha Campopiano, madre
de Julio César y miembro de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, debía declarar
ayer ante el juez Adolfo Bagnasco para aportar más pruebas sobre el plan sistemático de
apropiación de bebés que tuvo a Bussi como jefe en Tucumán. No pudo viajar pero,
afirma, está pendiente de lo que pase hoy en la Cámara de Diputados.
En la Cámara se ventilan más los delitos económicos y como madres eso nos
duele, afirma. Pero la reconforta saber que el represor no pasará a la
historia como un héroe, como se quiso disfrazar, sino como un asesino y ladrón. El
hecho de que los diputados impidan que Bussi jure como diputado para ampararse en los
fueros que le inhiben ser juzgado por las violaciones a los derechos humanos, dice
Pirucha, la reconcilia con la indiferencia de la clase política. He
vivido en función de demostrar el horror que significó Bussi en Tucumán. Siempre he
pensado que no voy a cerrar los ojos hasta verlo caer, asegura y espera que ese
momento esté cerca. |
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