La Alianza
ya inició la búsqueda de un país que asile al ex general golpista paraguayo Lino
Oviedo. Así lo confirmó el futuro ministro del Interior, Federico Storani, luego de
mantener una reunión por la transición con Carlos Corach en la Casa de Gobierno.
Es en lo que estamos trabajando anticipadamente, reveló Storani, aunque no
quiso adelantar cuáles son los países con los que viene manteniendo contactos. Storani
llegó a la Rosada a las 15 en punto. Lo acompañaron los dos secretarios que ya tiene
designados: su viceministro, Carlos Becerra, y el secretario de Asistencia Financiera a
las Provincias, Walter Ceballos. El que todavía le falta es el secretario de Seguridad,
un nombre que aún Fernando de la Rúa no decidió. Del otro lado, Corach los recibió
acompañado del pampeano Jorge Matzkin. Según uno de los participantes, el encuentro fue
de tono muy amable y transcurrió en un salpicado con todos los temas que se
tratan en la cartera pero sin profundizar en ninguno. Se pasó revista a todos los
temas pendientes en el área, desde la relación con las provincias y el financiamiento
externo para una cantidad de planes que son compartidos por el Estado federal y las
provincias hasta la asistencia a municipios, explicó luego Storani. También se
analizó la situación de las fuerzas de seguridad y los programas de informatización de
los puestos fronterizos. El tema del asilo a Oviedo no fue incluido en el encuentro, pero
una vez que terminó Storani se refirió a él. Primero aclaró que el ex general tiene la
condición de asilado y no de refugiado, por lo que advirtió que deberá
dejar la Argentina una vez que encontremos un tercer país que esté dispuesto a
aceptarlo. Con todo, en el equipo del futuro ministro se mostraron convencidos de
que Oviedo no se irá por las suyas y que la estrategia pasará por darle trámite a uno
de los pedidos de extradición enviados por el gobierno paraguayo. Storani ya había dicho
algo parecido durante la conferencia de prensa que dio junto al futuro ministro de
Justicia, Ricardo Gil Lavedra, luego del anuncio del gabinete de la Alianza. De esta
forma, derivando el tema a la Justicia, la coalición juega a mostrar una posición
diferente a la que tuvo el gobierno de Carlos Menem, de protección a Oviedo. Ayer,
Storani aclaró que no había habido ningún tipo de contacto directo entre delegados del
futuro gobierno y el golpista paraguayo, que actualmente vive en una estancia en Tierra
del Fuego. Por otro lado, Storani no descartó la posibilidad de que finalmente se decida
la intervención federal en Corrientes. No hay decisión tomada, dijo.
Nosotros ya estamos analizando con todos los sectores de la provincia de Corrientes
la posibilidad que haya una política consensuada porque de nada valdría una
intervención que repita el círculo vicioso de las numerosas que se han dictado,
agregó.Otro de los puntos que tocó fue el de los Adelantos del Tesoro Nacional (ATN),
que Storani avisó va a entregar en montos mucho menores de los que solía girar el
gobierno de Menem. Además, aseguró que los ATN serán auditados y dejarán de entregarse
en forma discrecional como hasta ahora.Por la noche, Storani se reunió con Fernando de la
Rúa en el Hotel Panamericano. El tema era el nombre del secretario de Seguridad. En su
momento, Storani había acercado el nombre de Angel Tello para el puesto, pero el
candidato terminó como secretario en el Ministerio de Defensa, su especialidad. Fue
entonces que surgió el nombre de Marcos Di Caprio, pero De la Rúa no se mostró muy
convencido y habló del cordobés Eduardo Capdevilla, uno de los tantos nombres que
venían sonando para la SIDE (ver página cinco). La verdad es que no lo conozco muy
bien, le habría dicho el presidente electo cuando Storani le pidió más
precisiones. Con la Ley de Ministerios ya resuelta y lista para la firma de Menem, en los
pasillos del Panamericano se hablaba de que hoy se resolvería la tira de secretarías que
queda por definir. El nombre del nuevo secretario de Seguridad saldría junto al del
futuro jefe de la Policía Federal. El de la SIDE, junto al del encargado de Lucha contra
el Narcotráfico.
POLEMICA EN MEMORIA ACTIVA
Ginsberg se mandó sola
Por R.K.
La
conducción de Memoria Activa expresó ayer diferencias respecto de una de sus referentes,
Laura Ginsberg, quien el lunes criticó duramente los planes del gobierno de la Alianza
para el caso AMIA. Ginsberg sostuvo que, en cuanto a la investigación, se revela el
continuismo de la época de Carlos Menem. De hecho, la conducción de Memoria Activa
no aprueba una crítica tan dura a un gobierno que todavía no asumió. El comunicado
oficial emitido ayer por Memoria Activa señala que la Mesa Directiva no comparte el
discurso pronunciado por Laura Ginsberg, integrante de esta agrupación. Estas
declaraciones no han sido discutidas por la Mesa Directiva que, en consecuencia, no las
respalda ni las reconoce como propias. Corren entonces exclusivamente por cuenta de quien
las formuló. Firman el comunicado diez integrantes de la conducción.Más allá del
choque de esta semana, Ginsberg abandonó la Mesa Directiva de Memoria Activa hace varios
meses por adherir a posturas más duras que el resto de sus compañeros de conducción. El
punto que agravó el distanciamiento fue una polémica sobre la participación de Memoria
Activa en el acto central del quinto aniversario del atentado contra la AMIA, el 18 de
julio pasado. Ginsberg sostuvo que había que organizar un acto por separado, en tanto que
el resto de la conducción resolvió participar de la concentración convocada en conjunto
con la AMIA, la DAIA y los familiares. Ahora, el debate volvió a instalarse a raíz de la
posición ante el gobierno que asumirá el próximo 10 de diciembre.
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