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Por Sergio Moreno La versión sobre la posible designación del contraalmirante (RE) Basilio Benito Pertiné al frente de la Side causó escozor en varios dirigentes radicales, muchos más a los del Frepaso y, contrariamente, alguna esperanza en los espías criollos de extracción militar. Pertiné, ex comandante de Aviación Naval, es cuñado del presidente electo, Fernando de la Rúa, o sea hermano de su mujer, Inés. La inquietud entre las filas aliancistas responde a que el marino retirado fue acusado por el ex capitán Adolfo Scilingo de haber participado en los "vuelos de la muerte" con los que la Marina comandada por Emilio Massera asesinó a 4000 personas tirándolas al mar luego de narcotizarlas. La algarabía de los espías civiles de origen militar responde a que cualquier "hombre de armas" será mucho más condescendiente con ellos que un civil. Cuando comenzaba a amenguar la danza de los potenciales candidatos a ocupar el sillón que deja vacante Hugo Anzorreguy, y el diputado nacional Horacio Jaunarena aparecía con más chances, desde el piso 19 del Hotel Panamericano --que ocupa De la Rúa-- enviaron un mensaje claro: "Fernando quiere un hombre de su extremísima confianza para la Side. Tenemos el perfil pero nos falta el nombre". Fue la semana pasada. Jaunarena --apoyado por el radicalismo bonaerense y un sector del alfonsinismo y combatido por Enrique "Coti" Nosiglia, uno de los consejeros que tiene la oreja del presidente electo para temas de seguridad e inteligencia-- comenzó a perder su chance. Y comenzó a cobrar fuerza la versión de quién sería ese "hombre de extremísima confianza": el cuñado Pertiné. Las acusaciones que penden sobre Pertiné despertaron preocupación en el radicalismo y escalofríos en el Frepaso. El primero de febrero de 1998 el ex capitán Adolfo Scilingo declaraba por primera vez ante el juez Baltasar Garzón, en Madrid, en presencia de los abogados querellantes y su defensor. El magistrado le preguntó por cada uno de los 150 nombres que el marino había aportado al juzgado, hasta llegar al cuñado del presidente electo. Así lo consignó Página/12 en esa oportunidad: "Garzón: Basilio Benito Pertiné. Scilingo: ¿Pertiné? Es, esteee... Fue comandante de Aviación Naval, participó en los vuelos como comandante de aviación. G: Cuñado de De la Rúa. S: Sí. Actual jefe de la ciudad de Buenos Aires. G: ¿Alcalde, no? S: El alcalde, sí. G: ¿En qué vuelos participó Pertiné? S: Pertiné participó en vuelos siendo comandante, aviones Electra. G: Pero ¿en más de uno, en varios? S: No sé la cantidad, pero que participó, seguro..." En otro tramo de la audiencia, José Luis Galán, uno de los abogados de la querella, preguntó a Scilingo para salir de dudas: "Galán: Me ha parecido entender antes, corríjame si me equivoco, que (el almirante y aviador naval Jorge) Enrico, Pertiné y (el almirante Carlos) Marrón (actual jefe de la Armada) también participaron de los vuelos. ¿Es así? Scilingo: Es así. G: ¿Por qué lo sabe usted? S: ¿Cómo? G: ¿Por qué lo sabe usted? S: Porque participaron todos los aviadores navales de esa época." Ayer, el recuerdo de la declaración del marino "arrepentido" circuló como un buscapié entre los hombres de la Alianza. "No lo queremos. No queremos a Pertiné al frente de la Side. En realidad no está confirmado, ni mucho menos. Pero si esto avanza no sé lo que vamos a hacer", confió a este diario uno de los más importantes dirigentes nacionales del Frepaso. "Es una locura", dijo a Página/12 un ex funcionario radical sobre el posible nombramiento de Pertiné. Y argumentó: "En primer lugar es militar, y no es una buena señal para nadie que un militar conduzca a la inteligencia civil; además, está acusado de haber participado en los 'vuelos'. Si mañana lo cita el juez Garzón sería un escándalo mayúsculo". Un diputado frepasista evitó cualquier eufemismo: "¿Cómo van a poner al frente de la Side a un marino que está acusado de tirar gente viva al mar? Eso lo podría haber hecho el menemismo, que no lo hizo. ¿Cómo lo va a hacer este gobierno?", se preguntaba. Un vocero del gobierno electo fue tan parco como le exigieron que fuera: "No confirmamos ni desmentimos que (Pertiné) vaya a la Side", dijo, eficiente. La reacción opuesta se produjo entre los componentes militares --que hay muchos-- de la sede de los espías civiles. Uno de ellos dijo ayer a Página/12: "La 'línea' festeja. Sería como una continuidad. Usted sabe, acá está todo el mundo muy preocupado por seguir en su trabajo. Y un militar siempre comprende a otro militar. Seguro que esta noche hay brindis". El brindis al cual se refirió el espía se estaba realizando ayer a la noche en la cena de despedida que Hugo Anzorreguy realizó al personal militar de la secretaría en el Club Náutico San Isidro. Allí coincidieron más de cien agentes e invitados especiales bajo una cobertura propia del espionaje criollo: para los encargados del club la cena era de "egresados del liceo militar". Allí se dieron cita, entre otros, el coronel Rubén Víctor Visuara, ex jefe del campo de concentración Automotores Orletti, el coronel Pascual Guerrieri, ex grupo de tareas del II Cuerpo de Ejército, el coronel José "Balita" Riveiro, ex jefe de operaciones del Grupo de Tareas en el Exterior que combatió con los contras en Nicaragua, y el ex agente de inteligencia de la Fuerza Aérea y ex asesor de Enrique Olivera en la Jefatura del Gobierno porteño, Fernando López Imizcoz, entre otros tantos. López Imizcoz, que espiaba a civiles para la Fuerza Aérea durante la dictadura, fue eyectado del gobierno porteño cuando Página/12 reveló su pasado. Con él salieron de la comuna porteña también el capitán (RE) Norberto Varela y el contraalmirante (R) Horacio Arturo Fischer. Ambos habían sido recomendados por Pertiné. Por estos motivos, los militares de la Side rogaban, anoche, en su brindis de despedida, por la designación del cuñado presidencial al frente de la secretaría.
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