EN NOGOLI, SAN LUIS, EL INTENDENTE VA A SORTEO El bolillero de la fortuna
En las elecciones, José Luis Amieva (PJ) y
Edgardo Ciccone (Alianza) empataron en 235 votos cada uno. La Justicia electoral dispuso
que el ganador se decidirá pasado mañana por sorteo.
Por Irina Hauser
Hombres de mangas
arremangadas, mujeres de polleras y blusas holgadas. Simpatizantes casi todos de la
Alianza y del justicialismo, se aglutinaron alrededor de la escuela de Nogolí donde se
contabilizaban los votos para intendente. La elección en esa pequeña localidad de San
Luis estaba peleadísima. La gente sudaba por el calor de ese 12 de setiembre y por los
nervios. Al final, un empate contundente: 235 a 235. Mitad para José Luis Amieva (PJ),
mitad para Edgardo Ciccone (Alianza). Todo el mundo creía que se venía una segunda
elección. Pero no. La Justicia electoral de la provincia decidió que el ganador se
definirá este viernes en un sorteo que se hará con uno de los típicos bolilleros que se
usan para juegos de azar. Aunque ese día había elecciones en el resto de la provincia,
Nogolí -que significa “agua cristalina” y está ubicada entre montañas a 45
kilómetros de la ciudad de San Luis– no dejó de cumplir su función de reducto de
fin de semana. Detrás del bullicio de las caravanas de autos, las canastitas de picnic
junto al río y el aroma a asado, los lugareños se comían las uñas ante el suspenso de
un comicio tan reñido. Querían festejar alguna victoria, pero tuvieron que quedarse con
las ganas. Para alcanzar el cargo de intendente comisionado municipal, aún ocupado por
Silvia Quevedo (quien asumió como frepasista, pero se va alineada con el PJ) no sólo se
postularon la Alianza y el PJ. También el Partido Unión y Libertad (PUL), que llevó
como candidato a Nicandro Amieva y obtuvo 116 votos, y el Movimiento de Integración y
Desarrollo (MID), que candidateó a Hernán Sosa y sacó 52 sufragios. Igual que el
peronismo, estos dos últimos partidos apoyan al gobernador reelecto, Adolfo Rodríguez
Saá. La decisión sobre qué hacer con el empate quedó en manos del Tribunal Electoral,
integrado por José Guillermo Catalfamo, Osvaldo Suriani y Mario Edgar Zabala. “Se
resolvió que habrá sorteo en función del artículo 161, inciso C, del Código Electoral
Nacional, que dispone esa salida en caso de paridad de los sufragios”, explicó a
Página/12 Nelson Leotta, secretario electoral. “Hay un antecedente de 1983, cuando
ante un empate en la localidad de Carpintería también se pasó a sorteo”, añadió.
La primera fecha fijada fue el 6 de octubre, pero fue suspendida cuando la Alianza recusó
al juez Zabala “por la supuesta parcialidad en su voto en otros temas”, según
explicó un funcionario judicial. Igual el tribunal rechazó el planteo y el sorteo se
hará el viernes a las 12 en un acto público. Parte del pueblo de Nogolí espera la
emoción de ver al bolillero revolver las dos esferitas con los códigos asignados a los
candidatos. Pero a los más militantes, incluso a los dos hombres en pugna, no les causa
gracia. “No estamos de acuerdo con el sorteo”, protestó Ciccone, consultado por
este diario. “Después de 16 años de democracia no se puede pegar un cachetazo así.
Acá vive gente que razona, pero van a decidir por ellos”, agregó. Además de
postularse a intendente por la Alianza, Ciccone es ex maquinista del Ferrocarril San
Martín y actual encargado de la fábrica de agua mineral que lleva el nombre de la
localidad. Pese a los reiterados intentos, Página/12 no se pudo comunicar con el
candidato justicialista, que ya fue intendente durante dos gestiones y también
legislador. En Nogolí casi no existen líneas telefónicas domiciliarias, sólo hay una
cabina pública para toda la población. “Si no se pudo comunicar por el celular es
por la interferencia que causan las montañas”, intentó explicar un allegado a
Amieva. La legisladora Mabel Leyes de Ojeda (PJ) del Departamento Belgrano, al que
pertenece la localidad en cuestión, también cuestionó el sorteo. “Estamos muertos
de nervios”, confesó la ex intendenta de La Calera. Hay una razón que tornó a
estas elecciones más inquietantes: el próximo intendente tendrá la gestión sobre un
dique cuya construcción está a punto de ser terminada. No sólo proveerá agua para
consumo humano sino también para el campo y para otras localidades a través de un
acueducto. Además de seguir tentando al turismo, la zona podrá ampliar su producción,
de ganadovacuno, chivo, gallinas y cultivos. Este viernes la suerte quedará echada.
Hombres de mangas
arremangadas, mujeres de polleras y blusas holgadas. Simpatizantes casi todos de la
Alianza y del justicialismo, se aglutinaron alrededor de la escuela de Nogolí donde se
contabilizaban los votos para intendente. La elección en esa pequeña localidad de San
Luis estaba peleadísima. La gente sudaba por el calor de ese 12 de setiembre y por los
nervios. Al final, un empate contundente: 235 a 235. Mitad para José Luis Amieva (PJ),
mitad para Edgardo Ciccone (Alianza). Todo el mundo creía que se venía una segunda
elección. Pero no. La Justicia electoral de la provincia decidió que el ganador se
definirá este viernes en un sorteo que se hará con uno de los típicos bolilleros que se
usan para juegos de azar. Aunque ese día había elecciones en el resto de la provincia,
Nogolí -que significa “agua cristalina” y está ubicada entre montañas a 45
kilómetros de la ciudad de San Luis– no dejó de cumplir su función de reducto de
fin de semana. Detrás del bullicio de las caravanas de autos, las canastitas de picnic
junto al río y el aroma a asado, los lugareños se comían las uñas ante el suspenso de
un comicio tan reñido. Querían festejar alguna victoria, pero tuvieron que quedarse con
las ganas. Para alcanzar el cargo de intendente comisionado municipal, aún ocupado por
Silvia Quevedo (quien asumió como frepasista, pero se va alineada con el PJ) no sólo se
postularon la Alianza y el PJ. También el Partido Unión y Libertad (PUL), que llevó
como candidato a Nicandro Amieva y obtuvo 116 votos, y el Movimiento de Integración y
Desarrollo (MID), que candidateó a Hernán Sosa y sacó 52 sufragios. Igual que el
peronismo, estos dos últimos partidos apoyan al gobernador reelecto, Adolfo Rodríguez
Saá. La decisión sobre qué hacer con el empate quedó en manos del Tribunal Electoral,
integrado por José Guillermo Catalfamo, Osvaldo Suriani y Mario Edgar Zabala. “Se
resolvió que habrá sorteo en función del artículo 161, inciso C, del Código Electoral
Nacional, que dispone esa salida en caso de paridad de los sufragios”, explicó a
Página/12 Nelson Leotta, secretario electoral. “Hay un antecedente de 1983, cuando
ante un empate en la localidad de Carpintería también se pasó a sorteo”, añadió.
La primera fecha fijada fue el 6 de octubre, pero fue suspendida cuando la Alianza recusó
al juez Zabala “por la supuesta parcialidad en su voto en otros temas”, según
explicó un funcionario judicial. Igual el tribunal rechazó el planteo y el sorteo se
hará el viernes a las 12 en un acto público. Parte del pueblo de Nogolí espera la
emoción de ver al bolillero revolver las dos esferitas con los códigos asignados a los
candidatos. Pero a los más militantes, incluso a los dos hombres en pugna, no les causa
gracia. “No estamos de acuerdo con el sorteo”, protestó Ciccone, consultado por
este diario. “Después de 16 años de democracia no se puede pegar un cachetazo así.
Acá vive gente que razona, pero van a decidir por ellos”, agregó. Además de
postularse a intendente por la Alianza, Ciccone es ex maquinista del Ferrocarril San
Martín y actual encargado de la fábrica de agua mineral que lleva el nombre de la
localidad. Pese a los reiterados intentos, Página/12 no se pudo comunicar con el
candidato justicialista, que ya fue intendente durante dos gestiones y también
legislador. En Nogolí casi no existen líneas telefónicas domiciliarias, sólo hay una
cabina pública para toda la población. “Si no se pudo comunicar por el celular es
por la interferencia que causan las montañas”, intentó explicar un allegado a
Amieva. La legisladora Mabel Leyes de Ojeda (PJ) del Departamento Belgrano, al que
pertenece la localidad en cuestión, también cuestionó el sorteo. “Estamos muertos
de nervios”, confesó la ex intendenta de La Calera. Hay una razón que tornó a
estas elecciones más inquietantes: el próximo intendente tendrá la gestión sobre un
dique cuya construcción está a punto de ser terminada. No sólo proveerá agua para
consumo humano sino también para el campo y para otras localidades a través de un
acueducto. Además de seguir tentando al turismo, la zona podrá ampliar su producción,
de ganadovacuno, chivo, gallinas y cultivos. Este viernes la suerte quedará echada.