Por David Cufré y Raúl Dellatorre Aunque en público lo niega,
Carlos Silvani, administrador federal de Ingresos Públicos, puso su renuncia a
consideración de Roque Fernández. La nota ingresó en Mesa de Entradas del Ministerio de
Economía el miércoles por la noche, según pudo averiguar Página/12, con un texto que
elude la palabra indeclinable. La noticia sorprendió a los operadores de la
Alianza, que sin embargo la ligaron a los cuestionamientos que ha recibido en los últimos
días de parte del futuro jefe de Gabinete, Rodolfo Terragno, interpretándola como una
maniobra política tendiente a recuperar el apoyo de Fernando de la Rúa y Fernando de
Santibañes (cabeza del futuro consejo de notables) para continuar en el cargo
tras el cambio de gobierno.
La sola mención de la posibilidad de que Silvani continúe al frente de la AFIP dividió
aguas en la Alianza. Santibañes hizo pesar su influencia sobre De la Rúa para
promoverlo, a pesar de que el designado ministro de Economía, José Luis Machinea, no lo
convalida. El actual jefe de recaudadores tampoco cuenta con la simpatía de Terragno, que
cuestionó públicamente su continuidad, al igual que el flamante jefe del bloque
aliancista de Diputados, Darío Alessandro. Bajo esta perspectiva, la presentación de su
renuncia fue interpretada como un intento de correrse del centro de la escena para
permitir que sus más fieles operadores sigan bregando por su designación a partir del 10
de diciembre.
¿Para qué voy a renunciar, si el 10 (de diciembre) esto se termina?,
respondió Silvani a Página/12, negando la versión circulante. Si me convocaran a
continuar en el cargo, aceptaría. Por el momento, lo que tengo decidido es que no
volveré a Washington, después del 10 me quedo en Buenos Aires, agregó. En el
Palacio de Hacienda, en tanto, se evitó hacer cualquier comentario sobre la renuncia que
Silvani presentó pero niega.
Todos juegan a operar sobre la voluntad de De la Rúa. Mientras Silvani apuesta a generar
un vacío en el cargo para apurar su propia confirmación por parte del presidente electo,
desde las huestes aliancistas ayer confeccionaban una terna de candidatos a encabezar la
AFIP, que pondrán a disposición del futuro primer mandatario hoy mismo. Lo que no
banca De la Rúa es que le cuestionen funcionarios si, al mismo tiempo, no le ofrecen
alternativas, confiaban ayer quienes aseguran conocer su estilo de conducción. El
propio Terragno, junto a Raúl Baglini, serán los encargados de presentar hoy los nombres
alternativos.
Unos y otros, promotores y detractores de Silvani, saben que lo que está en juego no es
un simple cargo técnico, sino un espacio de poder que se amplificará en la gestión
próxima a iniciarse. La lucha contra la evasión puede constituirse en la vidriera más
expuesta de la erradicación de la corrupción, quizás el principal emblema con el que la
Alianza derrotó al justicialismo en las urnas. Y la evaluación de la gestión de Silvani
con respecto a esta cuestión también permite alinear, de un lado y otro, a quienes lo
promueven y a los que lo rechazan.
Los expertos en temas tributarios del radicalismo y el Frepaso condenan, no sin razón, lo
hecho por Silvani para combatir la evasión. Es un dato admitido por el gobierno saliente
que los burladores del sistema impositivo le hacen perder al Estado más de 20 mil
millones de pesos anuales de ingresos, y que esa cifra no ha bajado en los últimos tres
años. El titular de la AFIP, admitiendo el dato, carga las responsabilidades sobre el
sistema judicial, al que acusa de no haberlo acompañado en su lucha y, en algunos casos,
de haber bloqueado directamente la acción contra los evasores.
Una de las pautas con las que la futura conducción económica piensa arrancar su gestión
es dotar de mayor poder a la DGI, con un cuerpo especial de fiscalización sobre grandes
contribuyentes y nuevas herramientas legales que le permitirían una mayor ejecutividad
para cobrar las deudas fiscales. También se buscaría jerarquizar los ingresos por
elimpuesto a las ganancias, para modificar una estructura de tributación hoy totalmente
centrada en los gravámenes al consumo (IVA, Internos y Combustibles). Una demostración,
al menos en el anuncio, del rol central que ocuparía la lucha contra la evasión en la
futura gestión económica.
Los números del escándalo El domingo pasado este diario publicó en el suplemento Cash un
documento sobre la evasión en la Argentina que escandalizó a los principales
dirigentes de la Alianza. El estudio revela un impresionante salto de la evasión en el
impuesto a las Ganancias que deben pagar las empresas durante la gestión de Carlos
Silvani al frente de la AFIP. Los datos indignaron al futuro jefe de Gabinete, Rodolfo
Terragno. Justamente, uno de los objetivos de Fernando de la Rúa es hacer hincapié en la
recaudación de Ganancias, un impuesto, a diferencia del IVA, de neto corte progresivo, es
decir, que tiene en cuenta la capacidad contributiva de las personas físicas o de las
empresas que lo pagan.
Las cifras son las siguientes:
En los últimos tres años, la tasa de incumplimiento en Ganancias pasó del 48 por
ciento, un nivel de por sí insólito en el mundo, al 57 por ciento.
Así, la evasión del impuesto a las Ganancias por parte de las empresas creció en
4400 millones de pesos en ese período. El Estado podría contar hoy con esos recursos si,
al menos, se hubiese mantenido el nivel de evasión del 48 por ciento.
La evasión total en Ganancias, que pagan tanto sociedades como personas físicas,
hoy llega a 9354 millones de pesos. En Bienes Personales, el otro impuesto que se paga de
acuerdo con la capacidad contributiva, la evasión llegaría al 49 por ciento, esto es,
unos 1500 millones de pesos anuales.
En IVA la evasión es sólo del 27 por ciento, lo que representa 8100
millones de pesos al año. Pero en algunos sectores alcanza proporciones mucho mayores: en
la construcción y el agro es del 54 por ciento; en el comercio roza el 40 por ciento; y
en restaurantes y hoteles llega al 35 por ciento.
Terragno no lo quiere
El futuro jefe de Gabinete, Rodolfo Terragno, encabezó las
críticas a la gestión de Carlos Silvani. Estas son sus principales definiciones:
Por cada dos pesos que se recaudan hay uno que se evade.
En todas partes hay gente que no quiere pagar impuestos. Pero cuando se llega
a un nivel de evasión tal alta, me parece que hay gente que no quiere cobrarlos.
No estoy conforme con lo que se hizo en los últimos años. He escuchado
todas las explicaciones. La propia AFIP responsabiliza a la legislación, reclama mayores
poderes, se queja de los jueces que pisan expedientes.
Ahora que, desde adentro, voy a tener todos los elementos, quiero ver cuál
es realmente la causa de este estancamiento.
Estas declaraciones fueron realizadas por Terragno el miércoles pasado, el mismo día en
que se anunció el Gabinete, al ser consultado por Página/12 si estaba conforme con la
gestión de Silvani al frente del organismo en los últimos tres años.
En el suplemento Cash del domingo pasado, Terragno señaló:
Voy a examinar cuidadosamente la continuidad de Silvani.
Es un fracaso seguir teniendo semejante niveles de evasión.
El martes último, en declaraciones a radio Mitre, el futuro jefe de Gabinete apuntó:
Estoy profundamente insatisfecho con el grado de la recaudación.
La designación de Silvani por un período de transición de seis meses no
está definida. |
Criticas a la gestion de Silvani
No es Ramón Díaz
Acá no estamos confirmando a Ramoncito Díaz porque salió campeón. Es un jugador
que tenía que marcar goles y no los ha marcado. No se puede aceptar que Silvani ponga las
condiciones para quedarse, le dijo a este diario un alto dirigente de la Alianza que
formará parte del gabinete de Fernando de la Rúa a partir del 10 de diciembre.
Silvani sostiene que la gran evasión se debe a que la legislación tiene lagunas, a
que los jueces se sientan en los expedientes y a que la AFIP no tiene la posibilidad de
ejecutar en sede administrativa, explicó la fuente. Pero advirtió que esto
es parte de la historia, no es toda la historia. Y dijo que hay que examinar
bien desde adentro el porqué de semejante niveles de evasión.
Rodolfo Terragno se negó ayer a hablar del tema abiertamente con la prensa. Sólo dijeron
sus allegados que no está dispuesto a ceder un milímetro en hacer valer lo que
marca la Constitución, que el jefe de Gabinete tiene la responsabilidad última sobre la
recaudación de los impuestos. El referente último del titular de la AFIP es
el jefe de Gabinete, aseguraron.
En la Alianza explican que la decisión de De la Rúa de dejar a Silvani en su puesto tuvo
en cuenta dos motivos. Por un lado, argumentan que un cambio en este momento, aunque
podía favorecer la política de mediano plazo, podía provocar un retroceso transitorio
en la recaudación en un momento crítico para las cuentas fiscales como el actual. Por
otro lado, reconocen que, como ex funcionario del Fondo Monetario, también se pensó en
hacer otro guiño a los mercados.
La confirmación de Silvani depende de la elaboración del plan antievasión. Y de
la aceptación por parte de Silvani de la estrategia, que fijará la Alianza con el aporte
tanto de Machinea como de Terragno, dijo a este diario otro futuro ministro del
gabinete aliancista. E insistió en que ésta es una administración que viene de un
fracaso, la experiencia no fue buena en los últimos años, porque el problema de la
evasión en Argentina es hoy enorme. Silvani no puede poner condiciones, el
debe aceptar las condiciones que fijará el Presidente para su continuidad,
concluyó la fuente.
Bochado en el combate contra la
evasión
Por F.C.
Rodolfo
Terragno dijo en público lo que muchos en la Alianza piensan sobre Carlos Silvani y no se
animan a expresar. A nosotros nos hubiera gustado una señal más contundente en la
lucha contra la evasión, explicó el flamante jefe del bloque de diputados de la
Alianza, Darío Alessandro. No se lo objeta como técnico, pero hasta ahora los
resultados fueron negativos, agregó el diputado, amigo del futuro vice Carlos
Chacho Alvarez.
Lo que silenció la opinión de muchos, fue el entusiasmo que puso Fernando de la Rúa en
asegurar la continuidad por seis meses de Silvani en la AFIP. Ante las demoras
en resolver las vacantes que el futuro gobierno todavía tiene pendientes en lugares de
primer orden, que el presidente electo diera muestras públicas de querer mantener a un
funcionario de Menem en el cargo era un dato más que contundente como para acallar
críticas.
Es cierto que en diversos momentos de la campaña la capacidad recaudadora de Silvani fue
alabada aun desde el Frepaso. Por ejemplo, Graciela Fernández Meijide había dicho que le
gustaría tenerlo como funcionario en caso de que llegara a la Rosada. Pero luego de la
última reunión del gabinete delarruista el lunes pasado en las oficinas de
Nicolás Gallo, en la que la evasión impositiva fue el tema primordial, muchos se
preguntaron cómo el nuevo gobierno podía marcar una línea divisoria en este punto si el
encargado del área seguía siendo el mismo que en los últimos años. Si el
desempeño en un cargo de ese tipo se mide por el rendimiento del trabajo, está claro que
Silvani debería irse ya, explicó un diputado radical.
Una de las contras que aceptan dentro de la coalición es que no contaban con un
especialista como para oponerle a Silvani. El mismo diputado radical se resiste a pensar
que el cargo de recaudador de impuestos debe ser ocupado por una figura
providencial. Se trata de un equipo y nosotros lo tenemos,
explicó.
Todos se unieron para rechazar el
acuerdo con Trenes Metropolitanos
La Alianza, y también el PJ
bonaerense, salieron a criticar con dureza los decretos que definen la renegociación del
contrato con el concesionario. Ya se presentó un recurso de amparo contra esas normas,
que habilitan un ajuste del boleto de hasta el 130 %.
Cualquiera se da cuenta de que no
se puede hacer una cosa así, señaló Carlos Chacho Alvarez.
El vicepresidente electo se refirió de esa manera a la medida de último momento de
Carlos Menem. |
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Mientras
organizaciones de usuarios y legisladores nacionales preparan una batería de medidas
judiciales para oponerse a los decretos que autorizan la renegociación de los contratos
de Trenes Metropolitanos (San Martín, Roca y Belgrano Sur) y Ferrovías (Belgrano Norte),
el gobierno saliente trató de aclarar que no está dicha la última palabra.
Fernando de la Rúa podrá revisar y hacer los cambios que quiera, comentó
ayer Carlos Corach, ministro del Interior hasta el 10 de diciembre. Cualquiera se da
cuenta de que no se puede hacer una cosa así; esto es improcedente, porque da lugar a
pensar que tienden a generar conflictos en la nueva administración, señaló el
vicepresidente Carlos Chacho Alvarez. Trenes Metropolitanos, en tanto,
insistió en aclarar que los ajustes tarifarios se cobrarán sólo en la medida que avance
el nuevo plan de obras (ver aparte).
El inminente ministro de Economía, José Luis Machinea, sostuvo que más allá del
aumento, al que siempre nos opusimos, lo que no nos parece razonable es que un gobierno
que se está yendo tome decisiones de esta magnitud. También puso sobre la mesa el
riesgo que entrañaría este decreto: Las decisiones que después intentan ser
cambiadas o revocadas pueden implicar juicios importantes contra el Estado.
El primero que hizo punta para oponerse judicialmente a los decretos fue el abogado
Ricardo Monner Sans, quien presentó ante el juzgado contencioso administrativo de Ernesto
Marinelli un recurso de amparo para que se suspendiera el efecto de esos controvertidos
decretos. El principal argumento para sostener su solicitud es la inconstitucionalidad de
los decretos, ya que se habría vulnerado la facultad del Congreso a expedirse sobre el
tema.
En la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, ayer por la tarde hubo una
reunión entre representantes de asociaciones de usuarios y los legisladores frepasistas
Ricardo Vago y Marcelo Vensentini, junto a los otros aliancistas Héctor Polino y Jorge
Casabe. Del cónclave surgió la decisión de solicitar una entrevista con el futuro
ministro de Infraestructura, Nicolás Gallo, para analizar el tema, otra con Fernando de
la Rúa para reclamarle que deje sin efecto los decretos y, finalmente, presentar un
amparo judicial, que se sumaría al que ya presentó Monner Sans.
El justicialista Telmo Pérez, titular de la Comisión de Transporte de Diputados,
también objetó los decretos recordando que ese cuerpo legislativo le había solicitado
al secretario de Transportes, Armando Canosa, abstenerse de avanzar con esas
renegociaciones. También desde el PJ, José Antonio Romero, secretario de Obras Públicas
bonaerense, ratificó la voluntad de la provincia de ir a los tribunales, porque el Poder
Ejecutivo Nacional avanzó en acuerdos que involucran a usuarios bonaerenses. Este
recorrido sin estaciones intermedias que las autoridades nacionales nos obligan a
transitar tiene, por suerte, una parada forzosa, denominada Justicia, reza un
comunicado del funcionario duhaldista.
Desde el radicalismo también hubo fuertes cuestionamientos. El diputado Alejandro Nieva
se empeñó en dejar en claro que sería posible volver a revisar los contratos. Esto
no afecta la seguridad jurídica, en la medida que está en juego el interés
público, precisó. Y, a renglón seguido, sostuvo que sólo habría que rehacer
aquellos puntos en los que hubiera habido excesos en las atribuciones
negociadoras de la Secretaría de Transportes. En una línea similar, su colega Juan Pablo
Baylac aclaró que la potestad de revisar (contratos) surge de una posibilidad
doctrinaria del derecho.
Corach y fuentes de la Jefatura de Gabinete argumentaron en sentido semejante, para dar a
entender que el futuro gobierno no estará atado de pies y manos por estos decretos. La
facultad de cambiar ciertas condiciones de las polémicas normas estaría dada por el
artículo tercero: éste faculta a Economía a hacer aclaraciones y
aprobar el textoordenado del contrato y la addenda, lo que habilitaría a
hacer retoques sin necesidad de una nueva norma legal.
Chacho Alvarez señaló que tenemos que revisar muy fuerte el aumento de las
tarifas, que dentro de cinco o seis meses van a afectar a sectores muy vulnerables de la
sociedad. Y agregó: Las nuevas autoridades pueden ver los contratos mucho
más objetivamente y con razonabilidad. A criterio del futuro ministro del Interior,
Federico Storani, el presidente Carlos Menem ya no tiene legitimidad para producir
hechos que van a condicionar al futuro gobierno y señaló que desde luego,
todos estos actos de último momento son revisables.
La posición de la empresa Con el ánimo de contrarrestar las críticas sobre el nuevo contrato, Trenes
Metropolitanos anunciaría algunas inversiones no previstas en los anexos del nuevo
contrato. Por el momento, la empresa que conformaron los colectiveros de Trainmet y la
constructora Ormas aclara que los boletos sólo aumentarán en la medida en que avancen
las mejoras en las líneas y que, al menos en un caso, disminuirán.
El nuevo contrato extiende en diez años más la concesión que debería expirar en el
2005, y habilita un aumento tarifario del 80 por ciento promedio a cambio de la
realización de obras no previstas en el contrato original. Esos ajustes comenzarán a
aplicarse en forma escalonada a fines del 2000 y su impacto es distinto según los tramos
de las líneas. Para RetiroVilla del Parque subirán un total de 129 por ciento,
mientras que para ConstituciónLa Plata el costo del boleto bajará algo más de un
13 por ciento. Si no se hacen las inversiones adicionales, los ferrocarriles se
paran, remató Fernando Jantus, uno de los voceros de la empresa.
A través de un paper que distribuyó ayer, Economía intentó demostrar que la
renegociación se realizó con el respaldo institucional de la Bicameral (no hubo dictamen
en mayoría), de la Sindicatura General de la Nación y del decreto que habilitó la
renegociación, subrayando, además, que ésta es la única que se realizó por
iniciativa del Congreso de la Nación. |
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