OPINION
Nada superior a la ley
Por Elisa Carrió * |
Quienes
defienden a Antonio Domingo Bussi argumentan que fue electo por el pueblo y dicen, claro
que no con esas palabras, que eso lo exime de respetar el mandato constitucional. Hay dos
teorías constitucionales o políticas para pensar este tema: por un lado, la teoría
decisionista, que dice que la decisión política del pueblo o de un dictador está por
encima de toda norma. La desarrolló Carl Schmitt y dio fundamento al régimen nazi. Por
otro, la teoría racionalista, que sostiene que la soberanía del pueblo está
despersonalizada en la Constitución. Adscribo a la segunda teoría.
El pueblo pudo decidir que Bussi sea diputado, pero no puede (nunca puede) decidir por
encima de la Constitución. Bussi no puede formar parte de ningún gobierno: está acusado
de delitos de lesa humanidad, según lo disponen, entre otras normas, el tratado sobre
desaparición forzada de personas y la resolución 177 de Naciones Unidas llamada
Nuremberg, que dio lugar al tratado sobre tortura y sobre genocidio. Estas normas impiden
a todo Estado parte mantener o incorporar a funciones públicas a personas que estén
imputadas en esa clase de delitos.
La única inhabilidad que no puede ofrecer discusión en un Estado de Derecho es ésa, la
producida por un delito de lesa humanidad, porque el Estado de Derecho es el garante de
los derechos humanos. Si en el caso de Bussi la inhabilidad moral no corriera, sería
porque el decisionismo político y el relativismo moral le habrían ganado a la
democracia.
* Diputada Nacional (UCR, Alianza). |
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