Por Raúl Dellatorre Repsol-YPF y Petrobrás
definirán, antes del 30 de enero próximo, un canje de activos por aproximadamente 800
millones de dólares, a través del cual la petrolera brasileña de mayoría estatal se
quedaría con la red de estaciones de servicio que operan con bandera de Eg3, además de
una refinería (Refinor) y áreas de explotación petrolera. La española recibiría, a
cambio, alguna de las 11 refinerías que posee Petrobrás en Brasil y una cantidad no
determinada de estaciones de servicio en ese país, que pasarían a operar bajo la marca
YPF. Petrobrás aspira a controlar en Argentina el 10 por ciento del mercado de
combustibles e instalar una cadena integrada en la zona norte del país desde la
producción a la venta de naftas.
Carlos Alberto Da Costa, vicepresidente de Petrobrás a cargo de los negocios en
Argentina, señaló ayer en un encuentro con periodistas el interés de la petrolera por
extender sus operaciones a este país. Para lograr el objetivo, el primer paso será el
intercambio de activos con Repsol-YPF. El 29 de octubre pasado firmaron un acuerdo de
confidencialidad otorgándose mutuamente un plazo de 90 días para las negociaciones. Cada
una de las partes ya puso a disposición de la otra los activos que ofrece incorporar a la
operación y, actualmente, ambas empresas se encuentran en etapa de valuación de los
activos que le interesan de la otra parte. Este fin de semana, o a más tardar el
lunes, cada una presentará la lista de los activos que eligió, confió Da Costa.
Aunque no precisó cuáles serían los activos que tentarán a Repsol-YPF, Da Costa
señaló que Petrobrás no tiene para ofrecer activos integrados geográficamente,
como los que posee Argentina, pero seguramente nuestra oferta es interesante para la
proyección que busca Repsol en la comercialización y la refinación en Brasil.
Petrobrás posee actualmente una participación del 27 por ciento de la venta de
combustibles en el mercado brasileño y más del 90 por ciento de la refinación. Repsol,
en tanto, tiene que cumplir la obligación asumida al quedarse con YPF (ya había
capturado previamente a Astra, Eg3 y Pluspetrol) de reducir su posición dominante en la
comercialización de combustibles, refinación y ventas de gas natural y en garrafas (gas
licuado). Estos últimos dos compromisos no los cumpliría mediante venta de activos, sino
discontinuando los contratos para la comercialización del gas producidos por terceros.
La cesión de activos a Petrobrás involucraría a unas 650 estaciones de servicio, una
cantidad equivalente a la red que opera bajo la marca Eg3. Sin embargo, no se descarta que
los brasileños puedan optar por algunas estaciones YPF y desestime parte de las
pertenecientes a la cadena Eg3.
A partir del acuerdo de canje de activos, ambas empresas seguirán operando como
competidoras en los dos países. El proyecto BR (marca comercial de Petrobrás)-YPF
no existe más, señaló Da Costa, en referencia al plan pergeñado por José
Estenssoro y Joel Mendes Rennó (ex presidentes de YPF y Petrobrás, respectivamente) para
la explotación conjunta de estaciones de servicio con dos banderas. No está prevista una
alianza estratégica ni una fusión de negocios con Repsol, tal como la planteada entre
Petrobrás y Petróleos de Venezuela (Pdvsa). Da Costa, sin embargo, se preocupó en
subrayar que un eventual acuerdo con la petrolera estatal venezolana no dañaría las
relaciones con Repsol. Es un acuerdo para trabajar en el norte de Brasil, nada que
ver con las operaciones en el sur.
El plan de Petrobrás hasta el 2005 contempla inversiones por 5000 millones de dólares,
que en parte aportarán socios externos en distintos emprendimientos. También prevé
ampliar su capitalización en los mercados bursátiles, reduciendo la participación
estatal en el capital de la empresa del actual 84 por ciento al 50,1 por ciento,
pero sin vender en paquete las acciones.
|