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A partir del martes próximo, las estaciones de servicio afiliadas a la Cámara de Expendedores de Combustibles e Hidrocarburos de la Argentina (Cecha) dejarán de operar con las tarjetas Diners y Mastercard. No ocurrirá lo mismo con Cabal, American Express y Visa. Las dos primeras aceptaron, por 90 días, volver a la situación anterior al conflicto --que se inició por el aumento del 1 al 1,5 por ciento de las comisiones por ventas y la extensión unilateral de los plazos para liquidación de cupones de 48 horas a 7 días-- en tanto Visa, aunque también propuso dejar sin efecto las medidas, lo hará sólo hasta el 22 de diciembre, mientras continúan las negociaciones. Así lo aseguró a Página/12 Juan Carlos Antonietta, vicepresidente de Fecra, la cámara que agrupa a los expendedores de Capital y provincia de Buenos Aires. En la misma línea se manifestó Raúl Castellano, presidente de la Federación de Expendedores de Combustibles del Centro de la República Argentina, que incluye a comerciantes de Córdoba, Catamarca, La Rioja y Santiago del Estero. "Tenemos confirmación de las federaciones de Santa Fe, Tucumán, Salta, Mendoza, San Juan, Neuquén y Río Negro que también se plegarán a la medida", agregó Castellano. Así, en alrededor de una docena de provincias, los usuarios de Mastercard y Diners enfrentarán dificultades para llenar sus tanques. Sin embargo, no todos creen en que efectivamente se produzca un desfile de automovilistas, el martes, en busca de los expendedores que acepten el pago con dinero plástico. Manuel García, el titular de la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes, disidente de Fecra, manifestó a Página/12 que es muy difícil que haya un masivo acatamiento. Para una estación que venda 100 mil pesos mensuales --explicó--, suponiendo que la mitad sea con tarjeta, el aumento del medio por ciento en las comisiones representa 250 pesos mensuales. "Por esa plata nadie se va a arriesgar a perder clientes", argumentó García. "La medida de la Fecra no se corresponde con la realidad, ya que la enorme mayoría de las estaciones habían decidido seguir operando con tarjetas a partir del lunes", agregó. A cambio propuso la posibilidad de cargar el aumento a los clientes. Fuentes de Repsol-YPF, que opera una importante cadena de estaciones propias, dejaron trascender que no apoyarán la medida. Voceros de las administradoras de tarjetas de crédito consultados por Página/12 se mostraron sorprendidos por la medida de los expendedores y resaltaron la "falta de representatividad real" de quienes impulsan la protesta. Consultados por los motivos del cambio de condiciones para las ventas de combustible, los atribuyeron a las limitaciones impuestas por la nueva legislación que, al fijar porcentajes máximos para los aranceles, "obliga a ajustar las finanzas por el lado de los plazos". Este tope máximo, situado en el 5 por ciento del valor de la facturación, fluctuaba antes de la sanción de la ley, al menos para unos 80 mil comercios, en alrededor del 8 por ciento. Respecto de la advertencia de algunos expendedores de cargar la comisión a los clientes, las mismas fuentes aclararon que se trata de una práctica taxativamente prohibida por la ley de tarjetas. En tanto, la Subsecretaría de Comercio Interior había advertido que la Comisión de Defensa de la Competencia investigaría la existencia de un acuerdo entre las empresas para uniformar los precios de sus comisiones y provocar un "daño efectivo", en cuyo caso "podrían ser sancionadas". La amenaza del organismo oficial podría quedar desactualizada, a partir del arreglo parcial alcanzado por algunas administradoras de tarjetas con los comerciantes, lo cual dejaría sin sustento la denuncia de "cartelización" (acuerdo de precios).
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