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Con el derecho indiscutible que le otorgan sus incomparables números y un rico historial de éxitos, River Plate festejó su gran noche, la del "Campeón del Siglo", en un estadio Monumental colmado con más de 60.000 hinchas y la unánime presencia de su máximos ídolos. Al grito atronador de "Dale campeón", "Dale campeón", la fiesta riverplatense pasó por diferentes momentos hasta llegar al de mayor alegría cuando Ignacio Copani, reconocido hincha de los de Núñez, desató el jubileo total con su "River, el más grande de la historia". Un original video le dio a la gente otro momento culminante al vitorear a tres de sus máximas figuras: Alfredo Di Stéfano, Enzo Francescoli y Norberto Alonso. Pero la fiesta también tuvo sus instantes emotivos, primero cuando hizo su ingreso al campo de juego Elías Fachetti, aquel brillante jugador de la década del '30, y después cuando el legendario Amadeo Carrizo hizo llegar su voz a través de los micrófonos del estadio. La fiesta comenzó con el desfile de deportistas amateurs, después vino el fútbol femenino, le siguió la gimnasia rítmica y tras ellos la escuela de fútbol, todos al compás de una banda musical de la Guardia del Mar. Más la presencia de las figuras emblemáticas de todo el deporte riverplatense, entre los que se encontraban Gabriela Sabatini, Noemí Simonetto y el ajedrecista Oscar Panno. Después fue el sonido de Memphis la Blusera, que acompañó un pintoresco desfile de modelos femeninas --encabezado por Daniela Cardone-- que, con el aporte del modelista Gino Bogani, circularon ataviadas con las distintas camisetas que lucieron los equipos de River en su historia. Después, los fuegos artificiales colorearon la noche vestida de rojo y blanco, mientras la alegoría de una murga se confundía con una gallina gigante. Claro que el cierre de la gran fiesta riverplatense estuvo a cargo de sus protagonistas más notorios: los jugadores. En primer lugar estuvo en el campo el exitoso presente que atraviesa la institución de Núñez con los futbolistas que integran el plantel que conduce el riojano Ramón Díaz. Se movieron titulares y suplentes durante cinco minutos. Por el Equipo A: Bonano; Lombardi, Trotta, Yepes, Placente; Escudero, Astrada, Gancedo, Aimar; Saviola y Angel. En tanto por el Equipo B estuvieron Sessa; Franco, Ramos, Sarabia, Sorín; Coudet, Pereyra, Zapata; Alvarez; Rambert y Cardetti. Amagaron un poquito y no se hicieron goles. Después le llegó el turno a la nostalgia, y los de la banda contra los rayados terminaron igualados 2-2. Y allí estuvieron, por el Equipo A, un rato cada uno, Fillol, Jorge Gordillo, Ernesto Corti, Jorge Higuaín, Carlos Enrique, Héctor Enrique, Norberto Alonso, Jorge Villazán, Ramón Díaz, Enzo Francescoli, Antonio Alzamendi, Ernesto Crespo, Nelson Gutiérrez, Roberto Perfumo, Enrique Wolf, Perico Pérez, Juan Amador Sánchez, Eduardo Saporiti, Néstor Scotta, Juan Carlos Schneider, Juan Carlos Spada, Carlos Tapia, Roberto Tesouro, Federico Vairo y Roberto Zywica. Fueron directores técnicos: Reinaldo Merlo y Juan José López. Por el equipo B asistieron Amadeo Carrizo, Sergio Goycochea, Eduardo Anzarda, Luis Artime, Jorge Berrio, Juan Ramón Carrasco, Pablo Comelles, Juan Amador Sánchez, Jorge Ghiso, Juan Carlos Guzmán, Omar Labruna,César Larraigné, Héctor López, Joaquín Martínez, Oscar Mas, Daniel Onega, Carlos Rodríguez, Héctor Artico, Jorge Barisio, Alberto Bica, Rubén Bruno, Emilio Commisso, Jorge Da Silva, Alfredo Geronacci, Jorge Giustozzi, Juan Carlos Lallana, Luis Landaburu y Miguel Loayza. Directores técnicos: Daniel Passarella y Américo Gallego. Jugaron hasta empatar y no faltaron ni el golazo de Alonso ni el penal de Pinino Mas. Un lujo inolvidable.
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