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Por José Natanson Además de su hermano Jorge, que ocupará la secretaría general de la Presidencia, Fernando de la Rúa le ofreció a su primo Eduardo dos cargos de relevancia: la secretaría de Empleo o la secretaría de Justicia. Aunque Eduardo de la Rúa rechazó los ofrecimientos, lo cierto es que en estos dos lugares estaba previsto el desembarco de dirigentes del Frepaso. El tema, que motivó cuestionamientos en las filas del frente, va todavía más allá: los frepasistas han comenzado a cuestionar el armado del gabinete. Designaron a radicales en las secretarías de los únicos dos ministerios que nos corresponden y nos limitan el acceso a las segundas filas, es la queja más escuchada en el Frepaso. Eduardo de la Rúa tiene 44 años y es primo segundo del presidente electo. Mantiene una excelente relación con el jefe radical, quien lo eligió como padrino de comunión de su hijo Antonio. Fue uno de los pocos que compartió con Fernando de la Rúa los festejos íntimos del 24 de octubre. Cuando el presidente electo formó los equipos técnicos de transición, Eduardo ocupó un rol importante en el área de trabajo. Diseñó junto a Alberto Flamarique la estructura de la futura cartera, y fue el responsable de la idea de crear una Secretaría de Empleo que articule al Ministerio de Trabajo con el de Economía y el de Acción Social. Una vez que se confirmó a Flamarique como titular del área, el presidente electo le ofreció a Eduardo de la Rúa hacerse cargo de la Secretaría de Empleo. Más tarde, ante la indecisión de su primo, le sugirió otro lugar: la Secretaría de Justicia, que podría fusionarse con la de Acción Legislativa, y que convertiría al primo del presidente electo en el segundo del ministerio que conducirá Ricardo Gil Lavedra.Quiero que me acompañes insistió Fernando de la Rúa a su primo.Un par de semanas atrás, Eduardo de la Rúa mantuvo una larga conversación con el jefe radical. Le agradeció los ofrecimientos, le dijo que le debía lo mismo que a un padre. Y rechazó las dos ofertas. Después de dos años ininterrumpidos de trabajar en política, Eduardo decidió que ha llegado la hora de retomar su exitosa carrera de abogado, una determinación en la que confluyeron las ganas de volver a su antigua actividad y la necesidad de garantizar un ingreso superior a los sueldos del Estado.A Fernando le debo mucho, y espero haberle devuelto algo con estos dos años de trabajo. Pero ahora necesito un respiro. Quiero reconstruir mi carrera privada y necesito un tiempo. Por eso dije que no. Lo que no quiere decir que no vuelva a trabajar con él más adelante, aseguró el primo Eduardo ayer a este diario.Estos movimientos no fueron ajenos a los hombres del Frepaso. Luego de la designación de los ministros, las energías de los dirigentes de la Alianza comenzaron a concentrarse en las segundas filas de las diferentes carteras.El rechazo de Eduardo de la Rúa evitó mayores conflictos. Los dos lugares que le ofreció el presidente electo habían sido asignados, a su vez, a dos dirigentes del Frepaso. En la Secretaría de Empleo ya está firme el nombre del diputado cordobés Horacio Viqueira, hombre cercano a Flamarique. El otro cargo rechazado por Eduardo, la Secretaría de Justicia, también había sido ofrecida a un frepasista. Un par de semanas atrás, Gil Lavedra se comunicó con Nildá Garré, una diputada de vasta formación jurídica, para ofrecerle el lugar. Sin embargo, las conversaciones se interrumpieron y es probable que el lugar quede para otro abogado, el camarista Horacio Cattani.No obstante, el tema excede la situación particular planteada en estas áreas. Aunque asumieron sin protestas que su presencia en la primera línea del gabinete se limitará a sólo dos carteras, en el Frepaso comenzaron a escucharse algunas voces de disconformidad con el armado de las segundas filas de los diferentes ministerios. Los operadores frepasistas sostienen que De la Rúa decidió designar a dirigentes radicales en las secretaríasque dependen de las dos carteras que quedaron para el Frepaso: Cecilia Felgueras, quien asumirá como viceministra debajo de Graciela Fernández Meijide en Acción Social, y Jorge Sappia, que secundará a Flamarique en Trabajo. En contraposición dicen en el Frepaso, tienen dificultades para colocar a sus dirigentes en algunas secretarías.A la situación especial planteada por los ofrecimientos a Eduardo de la Rúa se suman otras. Un ejemplo es la Subsecretaría de Derechos Humanos, que dependerá del Ministerio de Justicia. Todos descuentan o descontaban que el cargo le correspondía al Frepaso por un acuerdo implícito anterior incluso a las elecciones de octubre. Carlos Chacho Alvarez aceptó la propuesta de Juan Pablo Cafiero de designar en ese lugar a Diana Conti. La diputada no sólo mantiene desde hace años una buena relación con los organismos de derechos humanos. También tiene buen diálogo con Gil Lavedra, quien se convertiría en su superior inmediato. Si bien el futuro ministro de Justicia le ofreció formalmente el cargo, la designación de la diputada se encuentra en stand by: en las alturas del Hotel Panamericano, en donde trabaja De la Rúa, no parecen estar conformes con su nominación. Aunque no hubo una señal concreta, uno de los antecedentes de la legisladora jugaría en contra de su designación: su firma fue una de las ocho que suscribieron el proyecto de derogación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, que causó una minicrisis en la Alianza y que De la Rúa rechazó rotundamente.
Reacomodamientos en el gabinete de la Ciudad Por S.M. Todos los secretarios y subsecretarios de la jefatura del Gobierno porteño presentaron esta semana la renuncia a sus cargos. Todos. Es que el jueves Enrique Olivera se convertirá en el sucesor de Fernando de la Rúa en el palacio municipal, hasta el 8 de agosto del 2000, y deberá nombrar a su nuevo gabinete. Suena apocalíptico, pero no lo es. Los casilleros están casi todos asignados y no habrá sorpresas. En esta nueva composición ministerial, el Frepaso incorporará a varios de sus hombres y Aníbal Ibarra, titular de la Legislatura porteña será, gracias a la reciente aprobación de la Ley de Acefalía, el virtual vicejefe de Gobierno.Por el ascenso de varios funcionarios de la ciudad hacia el gabinete nacional quedaron vacantes cuatro secretarías. Los lugares ya están asignados de la siguiente manera:u Acción Social: Cecilia Felgueras será secretaria del área a nivel nacional y su cargo en la comuna lo ocupará Pinky Satragno. Su nombramiento trajo más de un conflicto, tanto en la UCR como en la propia secretaría. Los cuadros jerárquicos de Acción Social amenazaron con renunciar, pero el viernes pasado, en el restaurante del primer piso de la ex municipalidad, Pinky encabezó la primera reunión de trabajo con todo el team. La sangre no llegó al río.u Cultura: Darío Lopérfido dejó el sitio que ocupará Teresita de Anchorena, hasta ahora directora Centro Cultural Recoleta.u Producción y Servicios: El jefe del bloque de legisladores del Frepaso, Abel Fatala, será el nuevo secretario del área. Fatala, al igual que el primer secretario que tuvo De la Rúa en ese cargo, Nicolás Gallo, es ingeniero.u Salud: El lugar que deja vacante Héctor Lombardo lo ocupará el frepasista Pablo Bonazola.A pesar de lo estrecho de los plazos, radicales y frepasistas siguen negociando. Estos últimos aspiran a obtener subsecretarias en las áreas de planeamiento, cultura y acción social.Sobre el resto de los cargos, ayer subsistían algunas dudas sobre el destino del secretario de Gobierno, Enrique Mathov, ya que se especulaba con que podría ocupar algún cargo en el gobierno nacional. De no ser así, seguirá en su sillón en el Palacio Municipal.A partir de la sanción de la Ley de Acefalía, Ibarra presidente de la Legislatura es el primero en la línea de sucesión porteña. Como no habrá vice jefe de Gobierno (ya que Olivera asume como jefe), el ex fiscal será un virtual número dos. Ello no está desenganchado de la estrategia electoral. A partir del próximo jueves, Ibarra tendrá un rol más destacado en la gestión aliancista de la ciudad de Buenos Aires.
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