Por Mónica E. Gutiérrez
Desde Córdoba
Más de 60 organizaciones de derechos humanos marcharon ayer hacia el ex centro de
detención clandestino de La Perla, marcando el comienzo de los actos previstos en
Córdoba para conmemorar los 51 años de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, que se cumplen el 10 de diciembre. Por primera vez en un contexto de
investigación judicial para conocer la verdad de lo ocurrido durante la última
dictadura, los manifestantes realizaron un escrache frente a lo que hoy es la
Brigada Cuarta del Tercer Cuerpo. Y reclamaron el compromiso de la Justicia y de toda la
sociedad para terminar con la impunidad que permite que los responsables materiales
e intelectuales de los crímenes sigan en libertad. Representantes de H.I.J.O.S,
Abuelas de Plaza de Mayo, Familiares de Detenidos Desaparecidos, Amnistía Internacional y
el Servicio de Paz y Justicia, entre otros organismos, además de centros de estudiantes y
sindicatos, marcharon hasta el edificio ubicado sobre la ruta nacional 20, a doce
kilómetros de Córdoba. Conocida como la Esma cordobesa, por La Perla pasaron
2500 hombres y mujeres y es el símbolo de la cruenta represión ilegal desatada en el
ámbito del Tercer Cuerpo desde 1976. No pocos testimonios dieron fe de que La Perla
también fue el lugar elegido para numerosas inhumaciones clandestinas: José Solanílle,
un trabajador agropecuario de la zona, dijo haber presenciado fusilamientos masivos y que
sus animales desenterraron restos humanos de pozos en el predio.El mayor Von Dietrich (a)
León, el capitán Ernesto Barreiro (a) Nabo, los sargentos Hugo Herrera (a) Tarta y Luis
Manzanelli y Juan Carlos González (a) Monseñor, formaron parte de la élite de La Perla,
una verdadera logia, como la describió Alipio Paoletti en su libro sobre los
campos de concentración. Dentro del esquema de la represión ilegal, los militares
identificaban como O.P.3 a La Perla, lugar al que también llamaban la
universidad, en contraposición con el campo de la Ribera al que apodaron la
escuelita. Luciano Benjamín Menéndez visitaba frecuentemente el lugar, y varios
testimonios lo situaron presenciando fusilamientos al borde de fosas previamente excavadas
en el campo. Por La Perla pasaron reconocidos dirigentes sindicales cordobeses como René
Salamanca del Smata, Tomás Ditoffino de Luz y Fuerza adjunto de Agustín
Tosco y Eduardo Requena de CTERA. También una veintena de estudiantes secundarios
del Colegio Manuel Belgrano, secuestrados en julio de 1976. En el homenaje de ayer, más
de 700 personas presenciaron una obra teatral que incluía siluetas blancas rodeando la
manzana, en representación de los desaparecidos. Frente a unos cuarenta militares armados
que hicieron guardia, un representante de Hijos leyó el documento que pretenden quede
instituido hacia el futuro: Venimos a denunciar a los que administraron el horror y
hoy están libres, amparados por la complicidad de los gobiernos de Alfonsín y Menem y
por la impunidad que les dan las leyes. Este año es diferente porque la condena social
crece en el país y en el mundo, porque avanzamos contra toda predicción de olvido y
resignación, señalaron.Agustín Ditoffino, de Hijos, definió a Página/12 el
sentido de los actos para esta semana: Venimos a reconstruir por un lado la memoria,
diciendo que en este país hubo un genocidio. En los últimos tiempos se aceleró aquí la
cultura de la impunidad. Intentamos frenarla desde la denuncia, desde la movilización.
Para seguir reivindicando la lucha de nuestros viejos, esa lucha por un país más justo y
solidario para todos.
FALLO DEL JUEZ LITERAS CONTRA CHILE
Extradición denegada
El juez Gustavo Literas
le dijo que no al presidente chileno, Eduardo Frei, que pedía la extradición de Claudio
Molina Donoso, un dirigente histórico del Frente Manuel Rodríguez, brazo armado del
Partido Comunista chileno. Molina Donoso estuvo preso en su país por haber participado
activamente de la operación Carrizal Bajo, que consistió en ingresar armas a
Chile para una ofensiva contra el ex dictador Augusto Pinochet. En 1990, se escapó de la
cárcel y no se supo más de él. Hace seis meses, Molina Donoso fue ubicado en la
Argentina y encarcelado a pedido de Frei, pero Literas lo liberó ayer al argumentar que
se trata de un hecho político y por ende no es extraditable.La operación
contra Pinochet denominada Carrizal Bajo comenzó en 1986, pero fue detectada
por los servicios de inteligencia y sus integrantes fueron a la cárcel por el delito de
internamiento masivo de armas al interior de Chile. Con el tiempo, y todavía
preso, Molina Donoso se convirtió en el presidente de la Coordinadora Nacional de Presos
Políticos, que en Chile puede estar presidida por un detenido. En 1990, cuando Pinochet
todavía era presidente, cavó un túnel de 110 metros junto a 48 compañeros y se escapó
de la cárcel.No se supo más de Molina Donoso hasta hace seis meses, cuando fue ubicado
en la Argentina y su aparición fue velozmente informada a los Tribunales Militares de
Chile. El presidente Frei pidió que lo encarcelaran y su pedido fue escuchado. Pero ayer,
el juzgado federal número 10, a cargo de Gustavo Literas, resolvió a través de un fallo
liberar a Molina Donoso. En el texto se explica que al tratarse de un hecho
político su caso no es un extraditable. Su abogado, Carlos Zamorano, tramita el
pedido de refugio.
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