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 El sueño de
Central no tiene techo. Sólo le falta un punto para entrar en la próxima Libertadores y
se mantiene con las expectativas intactas con respecto al Apertura: pese al adelanto le
quedan tres partidos por jugar -tiene uno pendiente, suspendido, con Instituto– y
está a cinco de River. Tanto es así que su posición amenazante hace que hoy el puntero
–aunque gane y Boca caiga ante Gimnasia– no pueda celebrar. Ahí está el
sorprendente Central de Bauza.Ayer, debió batallar para sacarse de encima a Lanús, que
venía entonado después de las últimas victorias. El equipo rosarino pudo definirlo en
el primer tiempo, cuando dominó pelota, terreno y situaciones. Conducidos por Moreno y
Fabianesi y Ezequiel González, los de Bauza estuvieron varias veces cerca pero sólo
Maceratesi, que tocó al gol tras proyección de Cuberas por izquierda, consiguió superar
a Burela. Lanús reaccionó en el complemento y Martín Vilallonga empató con un
derechazo desde la izquierda que superó a Buljubasich. No se amilanó Central y fue el
goleador recuperado, Juan Antonio Pizzi, quien se encargó de poner el tanteador
definitivo al conectar de cabeza –entrando por el segundo palo– un centro del
incansable Rafael Maceratesi enviado desde derecha. A partir de ahí, todo fue retener y
conservar la ventaja ante un Lanús impotente y una tribuna enfervorizada. Central había
hecho bien lo suyo.
Los de abajo no se mueven de ahi
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