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Por M.M. El futuro ministro de Educación de la Alianza, Juan José Llach, no necesitará esforzarse demasiado para diseñar la política que llevará adelante en su área. El Banco Mundial ya tiene listo el programa y obligará a implementarlo a los gobernadores, hoy responsables directos de la educación primaria y secundaria del país, a partir del año 2000. El plan forma parte de las condiciones para acceder a los nuevos créditos que otorgará el organismo a las provincias. Llach y el Banco Mundial parecen coincidir en un punto: la convicción de que el sistema educativo argentino es profundamente ineficiente. Y que tal ineficiencia se mide en el exceso de cargos docentes en relación a la cantidad de alumnos en las aulas. Entonces, la solución no sólo apunta a incorporar más alumnos al sistema --es decir, aumentar la demanda por educación-- sino también a "racionalizar" la oferta docente. Con el título de "Reforma de Política Educacional", la "matriz de condiciones" que impondrá el Banco Mundial a las provincias en el área educativa incluye los siguientes temas: * "Mejora en la administración de Recursos Humanos." En este rubro se dice que las provincias deberán redactar un "proyecto de decreto sobre el régimen de licencias y control de ausentismo docente". En este aspecto se propone el "llamado a licitación para la privatización del control médico". También apunta al gremio no docente, al proponer la "terciarización de funciones periféricas (mantenimiento, limpieza) de escuelas públicas". * Para "aumentar la eficiencia educativa", se plantea como meta "lograr una relación alumno/docente de 19 a 1". Actualmente, como promedio del país, esta relación es de 16,5 para el nivel primario. Pero hay provincias donde es mucho menor: ciudad de Buenos Aires, La Pampa, Entre Ríos y Tucumán, entre otras. En el nivel secundario, la relación, en promedio, es de apenas 9,5 a 1. * Para elevar esta proporción, entonces, el Banco juega fuerte a disminuir el denominador. Sugiere, además de revisar el régimen de suplencias y racionalizar cargos docentes, el cierre de Institutos de formación docente, y aconseja mantener solamente dos por provincia. También reclama "interrumpir las admisiones" en dichos institutos. * En el área de "Gerenciamiento del sector", exige "programas de gasto público a tres años". Y dice que hay que modificar la ley de presupuesto "permitiendo que los ahorros en personal sean utilizados para inversiones en el sector". En este sentido, afirma que los gastos en personal no deben exceder el 90 por ciento del presupuesto educativo. La mayoría de las provincias hoy está por arriba de esta proporción (sólo es menor en Entre Ríos, Neuquén, San Luis, Santa Fe y Tierra del Fuego), lo que implica que esta es otra condición para el ajuste. * Finalmente, el Banco estimula "la elaboración y puesta en práctica de un nuevo sistema de financiamiento de las escuelas privadas". En Washington, hace rato que quieren recortar los 500 millones de subsidios oficiales a las escuelas privadas del nivel primario y los 525 millones que recibe el nivel medio. Pero, claro, si Llach estuviera dispuesto a avanzar con el plan del Banco, este punto crearía un conflicto de magnitud con la Iglesia.
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