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OPINION

Historia de la Marcha de la Resistencia

Asociación Madres de Plaza de Mayo

1981 Aparición con vida
1982 Juicio y castigo a los Culpables
1983 Cárcel a los genocidas
1984 Basta de milicos
1985 La resistencia continúa
1986 No claudicaremos
1987 Contra el autoritarismo cívico-militar
1988 Resistir es combatir
1989 No olvidaremos, no perdonaremos
1990 Rebeldía para lucha, coraje para seguir
1991 Luchar siempre, retroceder jamás
1992 Solidaridad y lucha o hambre y represión
1993 Cabeza clara, corazón solidario, puño combativo
1994 Resistencia y lucha hoy para la victoria de mañana
1995 La única lucha que se pierde es la que se abandona
1996 Ya basta de impunidad, de hambre, de desocupación
1997 Por la libertad de los presos políticos del mundo y la cárcel para los represores
1998 Contra la impunidad y falta de trabajo, resistencia y combate
1999 Vivir combatiendo la injusticia

En 1981, las Madres de Plaza de Mayo parimos un nuevo espacio de lucha: la Marcha de la Resistencia.

Tuvimos que enfrentar muchísimas dificultades, y la oposición de todos los organismos que, en esa época, no querían utilizar la palabra "resistencia". Les parecía muy fuerte y se escandalizaban.

La primera Marcha comenzó a las 3 de la tarde del 9 de diciembre de 1981. Pero cuando se hizo la noche sólo quedamos 70 madres, rodeadas de cientos de milicos. Un periodista francés, dijo que "si las madres resisten esta noche, le habrán ganado la batalla a los militares".

A la mañana siguiente, poco a poco fueron llegando todas las organizaciones, y a la tarde, tomados de la mano hicimos un gran círculo y terminamos cantando el himno nacional. Eramos un poco ingenuas en esa época.

Cada año las consignas fueron muy discutidas con otras organizaciones de derechos humanos y agrupaciones políticas. Todos nos criticaban por la dureza de las palabras y la radicalización de nuestras consignas.

Cuando cambiamos de juicio y castigo a los culpables, por cárcel para los genocidas, la discusión fue durísima. Los "democráticos" decían que no había que quitar la palabra "juicio", y las Madres de Plaza de Mayo sosteníamos que si alguna vez iban a ir a la cárcel, es porque el pueblo los iba a meter ahí, y no los jueces.

Otra discusión interminable con los organismos de derechos humanos y los dirigentes políticos, fue cuando levantamos la consigna "No olvidaremos, no perdonaremos". Todos aceptaban "No olvidar", pero la inmensa mayoría se oponía a la frase "No perdonaremos". Les parecía poco cristiano. Así fue que algunos salieron con cartelitos que decían solamente: "No olvidaremos".

Algunos decían que era mejor pedir poco para que vengan muchos. Las Madres de Plaza de Mayo aprendimos que es preferible pedir mucho, aunque vengan pocos.

Pero la consigna que todos rechazaron y la que provocó la ruptura casi definitiva, fue: "Resistir es combatir". Todos se escandalizaron y decían que las Madres de Plaza de Mayo estábamos convocando a la lucha armada.

Las Madres de Plaza de Mayo ya hacía muchos años que reivindicábamos a nuestros hijos como revolucionarios, mientras otros y otras decían "mi hijo no hizo nada".

Los conflictos eran increíbles, y vistos desde la distancia nos parecen ridículos. Por ejemplo, se hacían muchas reuniones en la Casa de las Madres de Plaza de Mayo para preparar la marcha, en las que participaban los organismos de derechos humanos, los partidos políticos y las organizaciones sociales. Uno de los motivos de discusión, era quién encabezaba la marcha. Los peronistas decían que tenían más desaparecidos, y que por eso les correspondía ir adelante. Las organizaciones de izquierda (como el MAS) decían que eran los que tenían las columnas más largas y que por eso debían ir adelante. Otros afirmaban que tenían más banderas, o tampoco faltaban los que decían que primero debían ir los que tenían las banderas más grandes.

Cansadas de tanta boludez, a las Madres se nos ocurrió proponer un sorteo. Y cuando salió el papelito con el nombre de la organización que iría adelante, resultó ganadora una agrupación que se llamaba "Radicales que no bajan las banderas". Eran muy poquitos, y nadie quería permitirlo. Así y todo, a pesar del quilombo que se armó, las Madres hicimos que se respetara el orden del sorteo.

¿Qué es resistencia?

Resistencia es marchar 24 horas sin descanso, no permitiendo que la Plaza de Mayo quede vacía. Las Madres de Plaza de Mayo nos encargamos de todo, junto con los compañeros solidarios. Los puestos, los pasacalles, las banderas, la plaza entera llena de consignas sin claudicaciones.

La organización de la Marcha de la Resistencia lleva meses de trabajo. El sonido, los oradores, murgas, músicos y cantantes.

La Marcha es para resistir sin negociar, sin vender la sangre de nuestros hijos.

La resistencia se nutre de decenas de marchas y de pre-marchas en parques, plazas y otras ciudades. Rosario, La Plata, Neuquén, Mendoza, Santa Fe, Arroyo Seco, Tucumán, Gualeguaychú, son sólo algunos de los lugares donde este año se realizaron marchas preparatorias de la Marcha de la Resistencia, bajo la consigna: "Vivir combatiendo la injusticia".

Todas esas marchas y actos, preparan la Marcha de la Resistencia que este año las Madres de Plaza de Mayo realizaremos desde el 30 de diciembre a las 21, hasta la 0 hora del 1º de enero del 2000.

Allí estaremos las Madres de Plaza de Mayo resistiendo. Sin aceptar museos de la "memoria". Sin aceptar juicios por la "verdad" sin condena. Sin permitir que nadie le ponga precio a la vida de nuestros hijos.

La resistencia no es llegar a la Plaza del brazo de la Alianza o de los que perdonan a los asesinos. La resistencia es seguir enfrentando al enemigo y sus cómplices.

Nuestra resistencia es ponerle Vida a la Muerte, Dignidad a la Lucha, Etica y Principios Revolucionarios, para decirles, a la 0 hora del 2000: Queridos hijos: aquí estamos en la Plaza que es la plaza de la Revolución, donde el pueblo, desde 1810, se reúne para enfrentar a los poderosos.

Sin claudicar, sin negociar, sin perdonar, sin bajar la cabeza, caminando con la frente alta, yendo hacia el nuevo milenio de la mano y junto a miles y miles de hombres y mujeres que están dispuestos a seguir el mismo camino de nuestros hijos.

 

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