![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
|
![]() "Más vale un fracaso sano que un resultado mediocre que no responda al problema actual del comercio mundial", estimó ayer el primer ministro francés Lionel Jospin, añadiendo que "no había que dramatizar el resultado adverso". Sin embargo, Jospin reafirmó la necesidad de reanudar las negociaciones de la OMC lo antes posible "sobre bases más equilibradas". "Necesitamos una OMC" que regule el comercio mundial porque en su defecto todo "se solucionará entre las grandes potencias", advirtió. La Unión Europea (UE) logró impedir "la liberalización del comercio internacional a toda costa". Así, al menos, se felicitó por su parte el primer ministro portugués Antonio Guterres considerando que se podría alcanzar un mejor acuerdo en el futuro. Los países en vías de desarrollo vieron en esa barrera al libre comercio, sin embargo, más un proteccionismo de los poderosos que un freno cualquier liberalización salvaje. El canciller alemán Gerhard Schroeder "lamentó" el fracaso de Seattle, al igual que el secretario de Estado holandés de Comercio Gerrit Ybema. Por su parte, el ministro italiano de Finanzas Giuliano Amato afirmó que la conferencia se equivocó al "fijarse objetivos demasiado ambiciosos en vez de concentrarse en lo esencial", y expresó su temor de que "Seattle se convierta en símbolo y comienzo de un caos mundial". Las mismas divergencias fueron recogidas por la prensa europea. Algunos
estimaban preferible Más allá de las discrepancias, el fracaso "es atribuible a la nefasta organización de la Conferencia así como a la dificultosa gestión de la presidenta de la asamblea", la secretaria estadounidense de Comercio Charlene Barshefsky, estimó Pascal Couchepin, ministro suizo de Economía. Una opinión compartida por la mayoría de los medios de comunicación y políticos europeos. Los medios norteamericanos fueron más rotundos en este punto, y culparon directamente a Bill Clinton por el fracaso de la reunión de la OMC. "La verdad es que Clinton actuó bien en principio en insistir en la necesidad de respetar los stándares básicos laborales y del medio ambiente, pero probablemente se equivocó en las tácticas", opinó el Washington Post en su edición dominical. El mandatario "calculó que podría enviar diferentes mensajes a diferentes audiencias". El New York Times calificó la situación como "golpe fatal para las esperanzas del presidente Clinton de poner en marcha una nueva ronda de liberalización del comercio en su último año en la Casa Blanca". Nunca tantos delegados de 135 naciones dijeron estar tan poco seguros de retornar a una reunión de la OMC en el futuro cercano.
|