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Al cierre de esta edición, José Luis Machinea, Federico Storani y los gobernadores justicialistas intentaban cerrar el acuerdo sobre los repartos de fondos entre la Nación y las provincias durante el próximo año. El encuentro se había iniciado a las 16.30, y casi ocho horas después, sobre la medianoche, ambas partes seguían discutiendo. En principio, las provincias aceptarían recibir una suma fija total cercana a los 1350 millones de pesos mensuales. Y, a cambio, recibirían de parte de la Alianza la ayuda para refinanciar sus deudas y los pasivos de las cajas provinciales. El compromiso de los gobernadores es aprobar esta tarde el Presupuesto 2000 en Diputados y comenzar a tratar un nuevo Pacto Fiscal en el Senado. Al respecto, según trascendió, la Alianza propondrá varios cambios al dictamen sobre Presupuesto ya emitido por el PJ: "Nos deja un déficit de 6500 millones para el próximo año, 2000 millones más que lo que nos permite la ley de Convertibilidad Fiscal", señaló Machinea a los gobernadores. Según comentó en un aparte el salteño Juan Carlos Romero, Machinea va a lanzar un paquete fiscal para recaudar 2000 millones anuales. Al encuentro no faltó ningún gobernador. De parte del gobierno electo estuvieron Machinea y Storani. También asistieron varios legisladores aliancistas, aquellos que fueron siguiendo las tensas negociaciones de las últimas semanas, como el mendocino Raúl Baglini y Horacio Pernasetti. "Mi ofrecimiento es de 1250 millones de pesos mensuales: 885 millones por la coparticipación de impuestos y otros 360 millones por los fondos específicos. Y de ahí no me muevo", arrancó Machinea, no bien los gobernadores se sentaron alrededor de la larga mesa. "Entonces no hay más nada de qué hablar. Nos levantamos y nos vamos", amenazó el salteño Juan Carlos Romero. El encuentro cumbre estaba a punto de naufragar. En ese momento, Machinea presentó una propuesta: socorrer a las provincias para que éstas puedan refinanciar sus deudas, que suman un total de 1800 millones de pesos. A partir de ese momento, la discusión se fue diversificando. A su vez, algunos mandatarios pidieron que el próximo gobierno se hiciera cargo de los déficit de las cajas jubilatorias. En total, por este concepto los distritos del interior tienen un pasivo de 700 millones de pesos. Con este panorama, Machinea y los gobernadores se abocaron a tratar punto por punto los reclamos de los jefes provinciales. En primer lugar, Machinea aceptó distribuir entre las provincias un monto fijo equivalente al promedio de lo recibido en el '98 y este año. Este monto se acercaría a los 1350 millones de pesos mensuales, con el compromiso de los gobernadores a dejar de lado cualquier reclamo ante una eventual mejora en la recaudación. Por otra parte, había un principio de acuerdo para los siguientes temas: * Refinanciación de deudas: los vencimientos de los pasivos corrientes se postergarán por un año. Sobre el resto, la Alianza va a negociar con los bancos acreedores una refinanciación masiva de entre cinco y diez años de plazo. Machinea, incluso, habló de la posibilidad de emitir un título público garantizado. * Cajas provinciales: la Nación se hará cargo, en forma escalonada en los próximos tres años, de los pasivos que tienen una docena de provincias por este tema. La condición que se negociaba anoche era que esas provincias transfieran las cajas a la órbita de la Nación. * Fondos específicos: se les girará unos 450 millones mensuales. La mitad serán de libre disponibilidad. Para el acta de acuerdo que anoche se estaba redactando fue decisiva la postura de las provincias más grandes. Carlos Ruckauf, José Manuel de la Sota, Carlos Reutemann y hasta el pampeano Rubén Marín aceptaron, de arranque, la propuesta económica de Machinea. En ese sentido, para estos mandatarios es clave la mayoría aliancista en las legislaturas de sus respectivas provincias. Y saben que acordando con Fernando de la Rúa se les tornará más fácil sellar acuerdos en sus distritos. "Tenemos que acordar. Debemos asegurarle la gobernabilidad al nuevo gobierno", pidió Ruckauf ante sus colegas. Además de la posición más flexible de las provincias más grandes, Machinea contó con el favor de los distritos que tienen mayor endeudamiento, como Jujuy y Tucumán, por ejemplo, distritos a los que el futuro ministro de Economía les preparó un plan de salvataje a medida.
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