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Por M.M. Manuel Sacerdote, presidente del BankBoston y titular del influyente Consejo Empresario Argentino (CEA), lanzó ayer una inesperada advertencia a cuatro días de la asunción del presidente electo, Fernando de la Rúa. "Tenemos confianza que lo que nos dice la Alianza es lo que piensa hacer. Pero evidentemente es un gobierno que no está testeado. Eso va a hacer que el diferencial entre la tasa en pesos y en dólares se mantenga más alta que hasta ahora. Y, en la primera crisis que tengamos, la tasa en pesos va a volar", aseguró. Traducido, dijo dos cosas. Primero: De la Rúa todavía debe rendir examen antes los inversores de que va a defender la convertibilidad. Segundo: si estallara otra crisis externa más, habría corrida contra el peso. Es la forma de presionar del establishment financiero para que el nuevo gobierno no se aparte del rumbo marcado por Menem. En los últimos días, consultores de la city habían alertado sobre un eventual "golpe de mercado" si el gobierno entrante no tomaba las "decisiones correctas". Pero hasta ahora, nadie de la importancia de Sacerdote había hecho declaraciones tan osadas como las que virtió el pope del CEA, durante la presentación en sociedad de "Altoinvest.com", el emprendimiento en Internet del grupo IRSA. Ante un auditorio de hombres de negocios y tras explicar que en el futuro "no va a haber crisis en el sistema bancario" porque el tequila ya hizo "la depuración" pertinente, Sacerdote se salió de libreto. Ante la sorpresa de los financistas, disparó --textualmente-- lo siguiente: * "A partir de ahora y por un tiempo la tasa (de interés) en pesos va a ser más alta que hasta ahora. Porque el gobierno de Menem estaba totalmente testeado en temas de convertibilidad. La gente tenía una gran confianza en que la convertibilidad era intocable". * "También tenemos confianza que lo que nos dice la Alianza es lo que piensa hacer. Pero evidentemente es un gobierno no testeado. Eso va a hacer que el diferencial de tasa en pesos y en dólares se mantenga más alto". * "Creo que en la primera crisis que tengamos la tasa en pesos va a volar. En la primera crisis que tuvo el gobierno de Menem, después de la convertibilidad y con Cavallo en Economía, la tasa en pesos voló. Y estaban los que hicieron la convertibilidad. Ahora que están los que no la hicieron (sic), tenemos que esperar algo parecido. Al menos, hasta que demuestren que, crisis y todo, la cosa sigue adelante". * "Acá no es una opinión sobre si se va a devaluar o no. Yo creo que no van a devaluar. Pero las dudas van a ser mayores que las que eran con un gobierno que ya nos había mostrado cómo se comportaba en épocas de crisis" . No hace falta ser un experto para interpretar los dichos anteriores. El pronóstico de que, después del viernes, la tasa de interés en pesos subirá en relación con la tasa en dólares, es una forma de decir que aumentará la desconfianza en el peso. O, lo que es lo mismo, que, con De la Rúa recién llegado al poder, la gente percibirá que crece el riesgo de devaluación. El segundo enunciado --referido a las tasas voladoras en pesos-- es todavía más audaz. Entre mediados del '98 y enero de este año, Argentina soportó las crisis de Asia, Rusia y Brasil, y las tasas en pesos no volaron, porque no hubo corrida contra el peso, como sí había sucedido durante el tequila. Subió la tasa de interés, en pesos y en dólares, y la economía cayó en recesión. Si Sacerdote cree que, con la Alianza en el poder, frente a "la primera crisis que tengamos la tasa en pesos va a volar", es porque supone que habrá, por lo menos, un trote largo de los inversores para deshacerse de pesos. Más aún, no es casual que el banquero recuerde la corrida que afrontó Domingo Cavallo en noviembre del '91, cuando los "mercados" quisieron probar si el padre de la convertibilidad estaba dispuesto a vender todos los dólares que había en el Banco Central para mantener el 1 a 1, como amenazaba desde que nació la criatura en abril de ese año. El anfitrión del seminario, Eduardo Elztain, socio en Argentina del magnate George Soros, fue cauto. Mientras compartía el panel, dijo que no coincidía con Sacerdote en cuanto a que los mercados podían llegar a "testear" al próximo gobierno. Más categórico fue el subsecretario de Financiamiento, Miguel Kiguel. Ante Página/12, calificó de "imprudente" la declaración del banquero. "Es la idea, habitual entre los inversores, de que después de un cambio de gobierno siempre viene una prueba del mercado, como ocurrió en México y en Brasil. Pero esto está totalmente descartado para Argentina", afirmó. El Consejo Empresario, liderado por Sacerdote, nuclea a un selecto núcleo del poder económico, integrado por los presidentes de los mayores holdings del país, tanto locales como multinacionales. Este año, pagó casi medio millón de dólares para que quince de los economistas más cotizados del país elaboraran un verdadero "plan de gobierno" para el sucesor de Carlos Menem. El documento, revelado por este diario, fue presentado a De la Rúa. Pero éste lo rechazó por el altísimo costo político de la propuesta, que incluía el despido de 100 mil empleados públicos y un recorte de gastos de 3500 millones de pesos. Tras el desaire, el CEA se ha dividido entre los que buscan conciliar con la Alianza y los que creen que hay presionar para que no se desvíe de la senda del ajuste. De hecho, Enrique Ruete Aguirre, titular del HSBC-Roberts y vice del Consejo, expresó el domingo, en una entrevista publicada en Clarín, la línea blanda: "Me tranquiliza Machinea, el gabinete designado y el nuevo presidente", sostuvo. Ayer, Sacerdote se cortó solo y presionó.
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