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Por Carlos Polimeni La conducción de la Asociación Argentina de Actores está dispuesta a evaluar esta semana si tiene sentido proseguir con la medida de fuerza que llevan adelante sus afiliados desde hace cinco semanas. La novedad es una consecuencia de la salida al terreno de los dueños de los canales, que se decidieron a presionar en sitios neurálgicos del gremio, después de soportar un fuerte y sostenido boicot a los programas de entrevistados, de chimentos y los talk shows. Los actores considerarán esta semana si es viable continuar con la medida luego de que canal 13 suspendiese la presentación de la programación del próximo año, un clásico de la primera quincena de diciembre, que en el "ambiente" suele operar como punto de partida de la inminente temporada veraniega. "No tiene sentido concretarla si los actores no hablan o lo hacen sólo para repetir los slogans de su medida de fuerza", chicanearon los responsables del canal. Pocas horas después de eso, como en una maniobra sincronizada, o pensada desde arriba, los elencos de dos de los estrenos del año que viene del canal, "Primicias" y "Calientes", ambos producidos por Pol-ka, la empresa de Adrián Suar, acusaron recibo de la contramedida: advirtieron a la Asociación Argentina de Actores que creen no tener más remedio que conceder entrevistas promocionales de su trabajo, presionados por las circunstancias. Ante este panorama, la entidad estudiará la posibilidad de levantar temporalmente la medida, según confió a este diario una fuente segura de su conducción. La medida del 13, que en primera lectura parecería un boicot a sus propios productos, busca, en realidad, quebrar la disciplina interna de los actores, creando un conflicto de intereses. Es que para los actores que no tienen proyectos televisivos resulta fácil cumplir con la medida de fuerza, pero los que sí tienen se ven entre la espada y la pared. La determinación del 13 intenta poner fin a una etapa de negociaciones, secretas entre las partes, e inicia una ofensiva, según evaluaban los actores ayer. La estrategia del canal es que el peso de esta contramedida recaiga sobre el puñado de productoras independientes que se dedican a la ficción, encabezadas por Pol-ka. Se sabe, los canales han tercerizado su producción y ahora serán las productoras las que deberán asumir el riesgo de la no promoción de sus productos. Es en ese marco que los elencos de "Primicias", encabezados por Arturo Puig, Araceli González, María Valenzuela y Roberto Carnaghi, "Calientes", en el que están Alicia Zanca, Divina Gloria, Catarina Spinetta e Iván de Pineda, intentaron pedir gancho al gremio. El gremio se los concedería poniendo la medida entre paréntesis. Salvo que de su seno nazca una corriente mayoritaria que no se dé por satisfecha con lo logrado hasta aquí, que es la discusión pública del asunto. Un alto directivo del 13 aseguró a Página/12 que la contramedida fue consensuada con otros canales privados, que, dijo, podrían hacer algo similar. "No vamos a realizar una presentación hasta que los actores puedan hablar con la prensa, hacer la promoción usual de los productos, que, por otra parte, es de su interés. No tiene sentido", subrayó. Para el directivo la ecuación es simple. "En general, los balances de los canales privados están en rojo: ninguno puede darse el lujo, como pretenden los actores, de invertir medio millón de dólares en productos de riesgo como son los programas de ficción." Para los canales, es central que los actores depongan la medida para abrir una negociación. Los actores vienen pidiendo negociar con los canales "un piso mínimo de ficción" en la programación. Y tienen claro que eso se logra si la entidad que nuclea a los dueños de las emisoras privadas, ATA, accede a una mesa de negociación. Carlos Fontán Balestra, presidente de ATA, dijo al respecto que en las actuales posiciones, eso es imposible. Uno de los líderes de la medida, Tony Spina, afirmó ayer a este diario que el gremio entiende que los empresarios no dicen la verdad respecto del problema: "No creemos que los canales tengan pérdidas económicas con los programas de ficción", subrayó. "Más allá de los contenidos, si uno mira la ficción actual se da cuenta de que producen buenos resultados comerciales. Nosotros sabemos que es así, pero además queremos discutir los contenidos globales de la televisión." Los actores creen que el público los apoya y ofrece como prueba que han reunido más de 90 mil firmas de apoyo a la medida, en sus movilizaciones. Los responsables de los canales ironizan al respecto, diciendo que, si los famosos salen a pedir autógrafos, la gente les firma sin siquiera leer las medidas que apoyan. El conflicto se desencadenó cuando el gremio, tras un largo debate sobre la situación laboral en la televisión, decidió por unanimidad, en una concurrida asamblea, que sus afiliados no deberían asistir a los programas de entrevistas, chismes y talk shows, ni conceder notas de ningún tipo, salvo aquellas en que pudiesen expresar la siguiente frase: "Somos actores, queremos actuar". "Llegamos a esta medida porque los canales no nos dan trabajo como actores. Nos invitan a llenar sus espacios para hablar de nosotros mismos, y por ende creímos que estábamos alimentando un monstruo que nos iba comer", sintetizó Rubén Stella, secretario general de AAA. Los actores dicen que en 1994 había 50 programas de ficción y ahora sólo hay 11. Los elencos de "Primicias" y "Calientes" han optado por seguir caminos similares a los que eligieron durante las cinco semanas de la medida otros colegas famosos, como Moria Casán y Rodolfo Ranni, que dijeron adherir al espíritu de la medida, pero se excusaron de cumplirla en lo que respecta a la promoción personal. "Voy a apoyar la medida de los actores, pero no en lo que se relaciona específicamente con la difusión de mi trabajo. Estoy iniciando una tira en Telefé, y el canal me necesita para publicitar el producto," apuntó Casán a este diario, tras haber explicado al gremio por fax los motivos por los que participó de una emisión de "Sábado bus", de Nicolás Repetto. Para Tony Spina, los actores que piensan sólo en el hoy, y no en el mañana, están obviando el fondo de la discusión. "La televisión privada está defendiendo un proyecto cultural de dominación", remarca. "No se trata solamente de discutir números, sino también de juzgar un vaciamiento de contenidos, de hablar de la pérdida de identidad cultural que la televisión genera. Nosotros no sólo defendemos nuestra fuente de trabajo: luchamos por un espacio para nuestra cultura". Informe: Mariano Blejman.
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