Por Irina Hauser Según la Corte Suprema, la
suerte de la investigación contra el banquero menemista Raúl Moneta por el cierre de los
bancos Mendoza y República, deberá ser definida por la justicia federal porteña. El
fallo del alto tribunal apunta, así, a apartar del caso al juez mendocino, Luis Leiva,
quien este año ordenó la captura del financista prófugo. La Sala I de la Cámara
Nacional de Apelaciones, que tendrá que decir quién es el juez competente, ya se
pronunció en una oportunidad a favor del magistrado porteño Gustavo Literas. El
movimiento que el expediente tuvo en Mendoza, en contraste con la eximición de prisión a
favor de Moneta que tiempo atrás dictó Literas, despertaron interpretaciones que
equipararon la resolución de la Corte con un guiño en los últimos días de gobierno de
Carlos Menem.
Leiva, el juez mendocino, comenzó investigando las maniobras irregulares en las que
quedó involucrado Moneta dentro del Banco de Mendoza cuando todavía era
provincial. Más adelante se inició otra causa contra el banquero del poder,
pero en Capital Federal, por la fusión y el vaciamiento, luego de su privatización, de
los bancos de Mendoza y República. Este expediente quedó radicado en el juzgado de
Literas. Pero la Justicia mendocina también tomó intervención porque entendió que le
correspondía. En este punto se inició un conflicto de competencia. Literas reclamó al
juez mendocino el expediente sobre la fusión de las entidades bancarias, pero aquél se
lo negó al considerar que había sido el primero en intervenir cronológicamente en el
tema. Igual Literas actuó, incluso eximió de prisión a Moneta y recién cuando la
Cámara revocó esa decisión, pidió su captura.
Como paso siguiente intervino la Cámara de Apelaciones de Mendoza, que se pronunció a
favor del juez de su jurisdicción. Literas, por su parte, trasladó el tema a la Cámara
de Apelaciones porteña. La Sala I no sólo lo defendió sino que dijo que la
intervención de la Cámara de Mendoza había sido inadecuada. Así quedó planteado
también un conflicto de competencias entre cámaras, que ayer fue resuelto por la Corte
Suprema a favor de los camaristas porteños, en un fallo que firmaron Julio Nazareno,
Eduardo Moliné OConnor, Carlos Fayt, Augusto Belluscio, Antonio Boggiano, Guillermo
López y Adolfo Vázquez. Enrique Petracchi se excusó porque un familiar suyo es abogado
de Moneta.
La resolución le reprocha al juez de Mendoza desconocer el trámite a seguir
respecto de la inhibitoria y dilatar excesivamente los plazos. Explica,
además, que la pesquisa del juzgado mendocino se ceñiría al Banco de Mendoza en su
etapa estatal. Y entiende que no habría conexidad con la investigación sobre la
responsabilidad de los titulares del Banco Mendoza SA y el Banco República SA así como
del Banco Central en los delitos de presunta evasión impositiva, subversión económica y
asociación ilícita. Esta, dice, le correspondería a un juzgado capitalino por una
cuestión de territorialidad, ya que las sedes de las entidades bancarias están en Buenos
Aires, igual que el lugar en que se tomaron las decisiones del BCRA. Por eso la Corte
enviará la causa a la Cámara de Apelaciones, que ya se pronunció a favor de la
competencia de Literas.
Piedra libre para Oviedo Lino Oviedo logró abandonar por un tiempito la estancia de Tierra del Fuego,
donde vive asilado, para trasladarse a la Capital. Un viaje que, según se apuró a
aclarar el secretario de Seguridad, Miguel Angel Toma, nada tenía que ver con un
movimiento del golpista paraguayo para abandonar el país. Con el permiso del gobierno de
Carlos Menem en mano, Oviedo ayer anduvo por las calles porteñas visitando a sus
médicos.
Tenía planeado ir al dentista, al traumatólogo y a ver a su cirujano plástico, José
Jury, para que le revisara el implante capilar que se hizo antes de que lo deportaran al
sur. Dos reporteros de Página/12 pudieron fotografiarlo ayer cuando salía tapado hasta
la coronilla de uno de los consultorios, ubicado en Rivadavia 1615, piso 11
(ver foto). Había estado allí desde las 16.30 y se fue recién a las once y media de la
noche. Estuvo acompañado por su mujer y recibió la visita de su abogado Federico Pinto
Kramer.
En el ínterin, le llevaron pizza y empanadas. Durante el día también debe haber tenido
oportunidad de enterarse que la Corte Suprema tomó una resolución que deja abierta la
puerta para que Paraguay reitere un pedido de extradición como parte del juicio en que se
lo acusa de ser autor intelectual del asesinato del vicepresidente de Paraguay, José
María Argaña. La Corte declaró la nulidad de un recurso de una fiscal federal contra el
cese del arresto y el archivo de la causa contra Oviedo que había decidido el juez de San
Isidro, Conrado Bergesio. Pese a devolver las actuaciones al magistrado de primera
instancia, el Alto Tribunal se basó en un dictamen del procurador general de la Nación,
Nicolás Becerra, en el que dice que cabe la posibilidad legal de que la República
del Paraguay reclame nuevamente la extradición de Oviedo Silva. |
|