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La Corte le dio una mano al banquero Raúl Moneta

En un guiño a Menem, pocas horas antes del traspaso del gobierno, el Tribunal apartó de la causa al juez mendocino que había ordenado la captura del banquero. Ahora la tramitará el magistrado que lo eximió de prisión.


Por Irina Hauser

t.gif (862 bytes) Según la Corte Suprema, la suerte de la investigación contra el banquero menemista Raúl Moneta por el cierre de los bancos Mendoza y República, deberá ser definida por la justicia federal porteña. El fallo del alto tribunal apunta, así, a apartar del caso al juez mendocino, Luis Leiva, quien este año ordenó la captura del financista prófugo. La Sala I de la Cámara Nacional de Apelaciones, que tendrá que decir quién es el juez competente, ya se pronunció en una oportunidad a favor del magistrado porteño Gustavo Literas. El movimiento que el expediente tuvo en Mendoza, en contraste con la eximición de prisión a favor de Moneta que tiempo atrás dictó Literas, despertaron interpretaciones que equipararon la resolución de la Corte con un guiño en los últimos días de gobierno de Carlos Menem.
Leiva, el juez mendocino, comenzó investigando las maniobras irregulares –en las que quedó involucrado Moneta– dentro del Banco de Mendoza cuando todavía era provincial. Más adelante se inició otra causa contra “el banquero del poder”, pero en Capital Federal, por la fusión y el vaciamiento, luego de su privatización, de los bancos de Mendoza y República. Este expediente quedó radicado en el juzgado de Literas. Pero la Justicia mendocina también tomó intervención porque entendió que le correspondía. En este punto se inició un conflicto de competencia. Literas reclamó al juez mendocino el expediente sobre la fusión de las entidades bancarias, pero aquél se lo negó al considerar que había sido el primero en intervenir cronológicamente en el tema. Igual Literas actuó, incluso eximió de prisión a Moneta y recién cuando la Cámara revocó esa decisión, pidió su captura.
Como paso siguiente intervino la Cámara de Apelaciones de Mendoza, que se pronunció a favor del juez de su jurisdicción. Literas, por su parte, trasladó el tema a la Cámara de Apelaciones porteña. La Sala I no sólo lo defendió sino que dijo que la intervención de la Cámara de Mendoza había sido inadecuada. Así quedó planteado también un conflicto de competencias entre cámaras, que ayer fue resuelto por la Corte Suprema a favor de los camaristas porteños, en un fallo que firmaron Julio Nazareno, Eduardo Moliné O’Connor, Carlos Fayt, Augusto Belluscio, Antonio Boggiano, Guillermo López y Adolfo Vázquez. Enrique Petracchi se excusó porque un familiar suyo es abogado de Moneta.
La resolución le reprocha al juez de Mendoza “desconocer el trámite a seguir respecto de la inhibitoria” y “dilatar excesivamente” los plazos. Explica, además, que la pesquisa del juzgado mendocino se ceñiría al Banco de Mendoza en su etapa estatal. Y entiende que no habría conexidad con la investigación sobre “la responsabilidad de los titulares del Banco Mendoza SA y el Banco República SA así como del Banco Central en los delitos de presunta evasión impositiva, subversión económica y asociación ilícita”. Esta, dice, le correspondería a un juzgado capitalino por una cuestión de territorialidad, ya que las sedes de las entidades bancarias están en Buenos Aires, igual que el lugar en que se tomaron las decisiones del BCRA. Por eso la Corte enviará la causa a la Cámara de Apelaciones, que ya se pronunció a favor de la competencia de Literas.

 

Piedra libre para Oviedo

Lino Oviedo logró abandonar por un tiempito la estancia de Tierra del Fuego, donde vive asilado, para trasladarse a la Capital. Un viaje que, según se apuró a aclarar el secretario de Seguridad, Miguel Angel Toma, nada tenía que ver con un movimiento del golpista paraguayo para abandonar el país. Con el permiso del gobierno de Carlos Menem en mano, Oviedo ayer anduvo por las calles porteñas visitando a sus médicos.
Tenía planeado ir al dentista, al traumatólogo y a ver a su cirujano plástico, José Jury, para que le revisara el implante capilar que se hizo antes de que lo deportaran al sur. Dos reporteros de Página/12 pudieron fotografiarlo ayer cuando salía tapado hasta la coronilla de uno de los consultorios, ubicado en Rivadavia 1615, piso “11” (ver foto). Había estado allí desde las 16.30 y se fue recién a las once y media de la noche. Estuvo acompañado por su mujer y recibió la visita de su abogado Federico Pinto Kramer.
En el ínterin, le llevaron pizza y empanadas. Durante el día también debe haber tenido oportunidad de enterarse que la Corte Suprema tomó una resolución que deja abierta la puerta para que Paraguay reitere un pedido de extradición como parte del juicio en que se lo acusa de ser autor intelectual del asesinato del vicepresidente de Paraguay, José María Argaña. La Corte declaró la nulidad de un recurso de una fiscal federal contra el cese del arresto y el archivo de la causa contra Oviedo que había decidido el juez de San Isidro, Conrado Bergesio. Pese a devolver las actuaciones al magistrado de primera instancia, el Alto Tribunal se basó en un dictamen del procurador general de la Nación, Nicolás Becerra, en el que dice que “cabe la posibilidad legal de que la República del Paraguay reclame nuevamente la extradición de Oviedo Silva”.

 

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