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MENEM TENDRA SU ACTO EL VIERNES
Ansia de protagonismo

Barrionuevo y Pierri preparan una caravana que desembocará en la plaza. Es para apuntalar a Menem como jefe de la oposición.

Luis Barrionuevo, un especialista en armar actos para Menem.
Con entusiasmo y algo de fantasía le promete 10.000 personas.

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Por Diego Schurman

t.gif (862 bytes) Se la anuncia como la última caravana del milenio. Saldrá de la Casa Rosada y terminará en Aeroparque. Será este viernes, cerca del mediodía. Pero no la encabezará Fernando de la Rúa para celebrar la toma del mando. El dueño de esa fiesta será Carlos Menem, quien no quiere quedar fuera de la atención pública en un día pensado pura y exclusivamente para la Alianza.
La despedida la están organizando Luis Barrionuevo, Alberto Pierri y Alberto Kohan. Y el mensaje político no será sólo para la coalición opositora sino también hacia el interior del justicialismo. Es que, además de mostrar un contraste con la apurada salida de Raúl Alfonsín, se buscará posicionar a Menem como jefe de la oposición.
El sindicalista, el diputado y el secretario general de la Presidencia cuentan con el aval de Menem. No será, después de todo, la primera vez que el mandatario intente quitar protagonismo a sus contrincantes. El día de la interna de la Alianza, cuando se dirimía la candidatura a presidente entre De la Rúa y Graciela Fernández Meijide, Menem anunció por televisión su propuesta de abolir –reforma de la Constitución mediante– la obligatoriedad del voto, lo que generó todo tipo de especulaciones sobre una maniobra encubierta para colar la re-reelección.
El adiós del menemismo al Presidente se realizará un día después del acto del Gran Rex, donde Menem será agasajado por gobernadores, ministros, secretarios e intendentes. La idea es que, una vez que entregue la banda y el bastón a De la Rúa, el para entonces ex mandatario descienda por la explanada de la Casa de Gobierno hacia la Plaza Colón –a espaldas de la Rosada– y se dirija al Aeroparque Jorge Newbery vivado por miles de manifestantes.
El itinerario no es caprichoso: Menem tiene programado volar a Córdoba para participar de la asunción de Germán Kammerath en la intendencia de la capital provincial.
Para llevar gente, Pierri y Barrionuevo son dos especialistas. Ambos supieron llenar la Plaza de Mayo en el ‘98, cuando Eduardo Duhalde tenía aspiraciones para llegar a la presidencia. Desde entonces hasta la fecha, el dueño de La Matanza abandonó las filas del duhaldismo para militar con fervor en el menemismo. El sindicalista, en cambio, sólo hizo una escala en La Plata aunque nunca dejó de cumplir el papel de “recontraalcahuete” de Menem, como alguna vez se autocalificó.
Pierri, a través de su vocero Jacinto Gaibur, movilizará decenas de micros de distintas zonas del conurbano bonaerense. Lo mismo hará Barrionuevo, cuyo fuerte es el distrito de San Martín. Habrá un pedido expreso para que no se lleven estandartes. Pero nadie puede asegurar que eso se cumpla. Muchos querrán capitalizar un acto preparado a medida de quien aspira volver al poder en el 2003.
De la supervisión se encargará Kohan, a través del subsecretario de Acción Política de la Presidencia, Antonio Riccillo. “En todos estos días llamaron punteros, referentes, diputados preguntando qué se podía hacer el 10 de diciembre. A todos les dijimos lo que había que decirle: que se vengan a la calle Leandro Alem para saludar al Presidente porque al Salón Blanco no van a poder ingresar”, señaló Riccillo a Página/12.
La principal preocupación de los organizadores –que exageradamente pronostican una concurrencia de 10 mil personas– es evitar algún tipo de incidentes con los militantes de la Alianza, que se concentrarán el mismo día y a la misma hora en la Plaza de Mayo para vivar a De la Rúa.
No alcanzará con utilizar un doble vallado, como el que ya está instalado en los alrededores de la Casa Rosada. También hará falta asegurar un afiatado dispositivo de seguridad e inteligencia. No son casuales los continuos contactos telefónicos que mantienen por estos días Barrionuevo y el operador en las sombras del radicalismo, Enrique “Coti” Nosiglia. De las conversaciones también participan dos hombres de la Secretaría de Inteligencia del Estado. Uno es su titular, Hugo Anzorreguy. El otro, Osvaldo Agosto. Se trata del ex encargado de la delegación del organismo en Madrid y mentor de varios de los carteles con los que River Plate –el equipo del que es hincha Menem– festeja sus campeonatos.
La invitación a la caravana buscará romper las barreras del ultramenemismo, cuyos principales exponentes mantuvieron ayer continuas conversaciones para asegurar una nutrida concurrencia. En ese marco se entendieron los llamados cruzados entre los diputados César Arias, Loly Domínguez y el vocero Gaibur. Habrá que ver si alguno de los que está fuera del círculo áulico del Presidente se anima y dice presente en la última caravana del milenio.

 


 

Nombramiento de Menem a Caselli
Embajador por tres días

Por Felipe Yapur

t.gif (862 bytes) Carlos Menem es un hombre agradecido. Ayer lo demostró cuando nombró, decreto mediante, al futuro secretario General de la Gobernación bonaerense, Esteban “Cacho” Caselli, como embajador extraordinario y plenipotenciario mientras integre el Consejo Ejecutivo de la Fundación Sendero para la Paz del Vaticano. El propio Caselli, quien abandonó su cargo diplomático justamente en la Santa Sede hacia fines de noviembre, se apresuró a asegurar a Página/12 que “es un nombramiento honorífico, no cobraré sueldo ni gastos”. Pero la decisión del Presidente sorprendió a propios y extraños. Fuentes de la Alianza dijeron que “los nombramientos políticos cesan cuando el presidente Menem termine su mandato”. En tanto, sectores del menemismo del Senado de la Nación dijeron que “esto parece una maniobra sólo para molestar a (Fernando) De la Rúa”.
Cuando este diario habló con Caselli, el ex embajador primero se sorprendió. Luego, con una voz casi pontificia, reconoció estar al tanto del nombramiento. Entonces aclaró que “no se trata de un agradecimiento del Presidente. En realidad, el título sirve para poder representar al país y durará sólo cuatro años, mientras sea consejero de la institución”. Pero tanto en la política, como en los pasillos del Vaticano, nada se hace sin una segunda intención; es bueno recordar el papel que desempeñó Caselli en la relación del menemismo con el papa Juan Pablo II. Fruto de la campaña antiaborto que encabezó el propio Menem, la Fundación premió al riojano en junio pasado. Luego, Caselli fue uno de los que posibilitaron a Menem participar de la canonización del primer San Héctor de la historia y que, a la sazón, es argentino. Entonces, pareciera que Menem no quiere perder las fluidas relaciones con los hombres del Vaticano.
En la Cancillería, el nombramiento –cuyo decreto lleva la firma de Menem y del ministro de Salud, Alberto Mazza– fue una sorpresa. Una fuente del Palacio San Martín reconoció no estar al tanto del nombramiento. Se escudó diciendo que “Menem es presidente hasta el 10 de diciembre y puede hacer los nombramientos que quiera. Aunque después la Alianza los revoque”.

 

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