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LA TRAMA SECRETA DE LAS NEGOCIACIONES PARA SACAR EL PAQUETE FISCAL
En el Congreso solo falta un milagro

La Alianza está confiada en Diputados, pero quiere que hoy los senadores peronistas reconozcan el compromiso fiscal que firmaron los gobernadores. Si no, los presentará como los monstruos que impiden el tratamiento de las nuevas leyes. La visión del futuro gobierno.

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Federico Storani, desde mañana ministro del Interior de Fernando de la Rúa.
Tratará con los gobernadores esperando a la vez que éstos controlen a sus legisladores.

Por Martín Granovsky

t.gif (862 bytes) Alguien tiró la llave para abrir el Congreso y la Alianza espera encontrarla hoy mismo. El sueño, según lo definió anoche a Página/12 un alto dirigente, tiene esta forma: que el Senado acepte traducir en proyecto de ley el compromiso fiscal al que llegaron los dirigentes de la Alianza y los gobernadores en la madrugada del martes. Y el infierno tiene esta otra: que un grupo de senadores peronistas dilate cualquier tratamiento con el solo objetivo, sostiene la Alianza, de aumentar su valor en el mercado del voto.
El pronóstico más optimista es que hoy las diferencias queden resueltas. Sería un milagro.
El más difundido es que la Cámara de Diputados apruebe a mediados de la semana que viene el paquete de leyes para cubrir el bache fiscal y que el Senado demore una decisión casi hasta fin de año.
El fondo real de la discusión es quién paga y quién carga con el costo político del próximo ajuste, sobre todo en las provincias. Delante de ese fondo la mayoría de los gobernadores del Partido Justicialista había acordado un compromiso de recibir colaboración del gobierno central para refinanciar sus comprometidas situaciones, enjugar el rojo de sus cajas previsionales y, a cambio, apoyar la sanción del presupuesto para el 2000 y del paquete impositivo.
También acordaron desembolsos para las provincias. Un volumen de 1350 millones el año que viene y otra para el 2001 que partirá de un mínimo de 1364 millones.
Según explicaron los dirigentes clave de la Alianza a este diario, el punto más importante es el último.
–Es una señal política de gobernabilidad a dos años –resumió un funcionario designado–. Necesitamos esa señal y un compromiso parlamentario de los senadores peronistas hasta el 2001.
Y agregan con cierta esperanza:
–Es la misma señal de gobernabilidad que necesitan los nuevos gobernadores.
Se refieren, en especial, a Carlos Ruckauf en Buenos Aires, Carlos Reutemann en Santa Fe y José Manuel de la Sota en Córdoba. Tres potenciales jefes del peronismo en reemplazo de Carlos Menem. Tres presidenciables que, interpreta la Alianza, no quieren quedar asociados a una imagen de obstrucción ante la opinión pública. Tres dirigentes que apuestan a colocar candidatos propios para la renovación total del Senado y la renovación parcial de diputados en el 2001.
–Si hay que garantizar este acuerdo en el Senado, yo hasta me voy a excusar de recibir a las primeras delegaciones extranjeras para concentrarme en este tema –prometió ayer Ruckauf a Federico Storani, que mañana asumirá como ministro del Interior.
Como presidente del Senado, Ruckauf maneja la labor parlamentaria, el acuerdo entre los distintos bloques para fijar el orden del día. En ese orden del día debiera entrar la traducción legislativa del compromiso fiscal.
–El problema es la cooperativa –se quejó ayer por la tarde un senador radical.
Ese es el nombre que los senadores están empezando a usar para referirse a quienes no responden directamente a los gobernadores ni forman el grupo de los menemistas más dispuestos al diálogo. La Alianza está convencida de que senadores como Augusto Alasino tratarán de reforzar la autonomía que alcanzaron.
–Un día hasta Domingo Cavallo nos explicó que él no había suprimido el pago de sobresueldos con fondos reservados a muchos senadores porque decía que después no le aprobaban las leyes –comentó un alto dirigente de la Alianza.
Pidió reserva de identidad “solamente hasta que consiga los datos y pueda denunciarlos”. La palabra fatídica que menciona la Alianza es “peaje”. Cuando la utiliza habla de un mecanismo de toma y daca no solo de proyectos de ley sino de lotes de puestos y estructuras en el Senado.
Ayer, tanto los dialoguistas como los autónomos cuestionaron a la Alianza porque, en su opinión, “quisieron acordar con cincuenta a la vez en lugar de elegir a tres o cuatro y negociar en serio”.
Los aliancistas sostuvieron, en cambio, que ésa era su única posibilidad. Su razonamiento tiene tres patas. Palabras más o menos lo expresan así:
ron2.gif (93 bytes)  Pagar peaje una vez significa el precedente de tener que pagarlo siempre.
ron2.gif (93 bytes)  Hacer una negociación en las sombras equivale a admitir un método de hacer política incompatible con la imagen de transparencia que quiere imponer la nueva coalición.
ron2.gif (93 bytes)  Consagrar a tres, o a dos, o a cinco, puede ser peligroso desde el momento que, incluso pagando los dos costos anteriores, la anarquía del bloque peronista de senadores podría tornar estéril cualquier acuerdo, porque no hay una jerarquía clara.
En la Cámara de Diputados, en cambio, la Alianza experimenta menos temores. Calcula que a lo sumo el peronismo dilatará el trámite hasta la semana que viene, cuando el nuevo gobierno tenga mayoría propia y quede claro que es la gestión de Fernando de la Rúa la que fuerza la aprobación del paquetazo impositivo.
De todos modos, tanto en Diputados como en el Senado la atención de la Alianza está puesta en conseguir que no quede divorciado el presupuesto de los impuestos. La meta es la simultaneidad.
–No podemos aceptar un presupuesto desfinanciado, salvo que querramos caer en un dibujo que no tiene nada que ver con las cifras reales –dijo el diputado Darío Alessandro, nuevo presidente del bloque Frepasistaradical.
Página/12 quiso saber qué hará la Alianza si hoy no logra el tratamiento del compromiso fiscal en el Senado. La respuesta que obtuvo es que el gobierno que asume mañana confía en exponer públicamente a los senadores y hacerlos pagar un costo. Cree que los votos están suficientemente frescos como para que De la Rúa esté en condiciones de enrostrar al peronismo la ingobernabilidad del país sin que por eso reciba críticas o pueda ser considerado débil. Varios dirigentes de la Alianza ya insistieron ante De la Rúa para –en sus palabras, claro– incluya una crítica frontal por “obstruccionismo” o por “uso de doble discurso”, aunque la última palabra será dicha recién esta noche, cuando haya quedado claro el balance parlamentario del día.
–A mí me da gracia cuando algunos elogian cómo quedó el mapa político y muestran las trabas como una situación ideal –se quejaba ayer por la mañana un dirigente de la Alianza.
Por lo menos hasta el 2001, ésta es la odisea del Senado.

 

Un día de sol en Pilar

El senador radical Raúl Galván, designado al frente de la bancada de la Alianza, dedicó la jornada a participar de un acto político con un grupo de dirigentes y amigos en la localidad bonaerense de Pilar. La anécdota no tendría nada de extraño –ayer fue un espléndido día de sol– si no fuera por dos detalles: Fernando de la Rúa está preocupadísimo ante la negativa del PJ a facilitar la sanción de las leyes. Y Galván es, como flamante titular de la bancada, quien debería ocuparse del tema en el Senado.
–Mañana (por hoy) hay una reunión de la Comisión de Labor Parlamentaria en la que confío en que lleguemos a un acuerdo –le aseguró el senador a Página/12.
–¿No se comunicó con los senadores del PJ?
–No.
–¿Por qué?
–Porque estoy seguro de que vamos a llegar a un acuerdo.
Más allá del optimismo de Galván, los legisladores aliancistas que por la tarde intentaron ponerse al tanto de las gestiones que se debían realizar ante el bloque del PJ, se quedaron con las ganas. El senador riojano olvidó llevar su teléfono celular a Pilar.


Claves

ron2.gif (93 bytes) Los gobernadores firmaron un compromiso fiscal que llega hasta el 2001.
ron2.gif (93 bytes)  La Alianza quiere que el Senado lo reconozca y acepte tratarlo.
ron2.gif (93 bytes)  En Diputados, el objetivo aliancista es que no queden separados en el tiempo el debate sobre el presupuesto y la discusión sobre impuestos.
ron2.gif (93 bytes)  De la Rúa no teme problemas en la Cámara baja.
ron2.gif (93 bytes)  La luz amarilla está puesta sobre el Senado, donde la Alianza no reúne mayoría y donde el peronismo aparece fracturado.
ron2.gif (93 bytes)  El pronóstico más optimista es una demora de quince días de los senadores.
ron2.gif (93 bytes)  El gobierno que asume mañana se queja de peajes y cajas negras.


 

La división de los senadores del
PJ forma una oposición desordenada

Están los que responden a sus gobernadores. Los ex funcionarios del ala política del menemismo. Y los “independientes” como Augusto Alasino.

Augusto Alasino, presidente del bloque del Partido Justicialista en el Senado.
El sector de Bauzá y Eduardo Menem quiere reemplazarlo a lo sumo en febrero.

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Por Adrián H. Mouján

t.gif (862 bytes) Un importante grupo de senadores justicialistas dijo a Página/12 que hoy bajará al recinto a discutir el compromiso fiscal, pero legisladores del Noroeste aseguraron que buscarán un giro en algunos detalles. Quieren que el manejo de los fondos del Fonavi, del tabaco y otros aportes destinados a planes sociales siga llegándoles sin condiciones y que no sea Machinea el encargado de darle un destino. Eso supondría de hecho una rediscusión que dilataría cualquier debate parlamentario.
Senadores de las provincias del Noroeste confiaron a Página/12 que el Pacto “no se va a aprobar como fue enviado, porque hemos hablado con los gobernadores y han surgido algunas dudas sobre cuestiones de fondo del proyecto”. En realidad, las cuestiones de fondo son las mismas que los gobernadores plantearon en la reunión que sostuvieron pocos días después del 24 de octubre en la Casa Rosada.
La traba al proyecto se debe a que las divisiones existentes en el bloque del PJ, y, básicamente, a su resurgimiento como “grupo de poder dentro de la geografía argentina”, como lo definió un experto senador aliancista. El martes pasado, estos dos factores impidieron la aprobación del Pacto Fiscal, y ayer, a pesar de los llamados cruzados entre todos los integrantes del bloque del PJ, aún no se había llegado el acuerdo. Por estas razones, la reunión que hoy por la mañana sostendrán los senadores peronistas concentrará la atención de todos.
El grupo más duro está formado por el entrerriano Augusto Alasino, actual titular del bloque, el pampeano Carlos Verna, el formoseño Ricardo Branda, el correntino Angel Pardo, el chubutense Osvaldo Sala y el jujeño Alberto Tell, quienes han construido un fuerte polo. Controlan varias de las principales comisiones a pesar de que algunos de ellos están enfrentados con el gobernador peronista de su provincia, y en otros casos el PJ es oposición a nivel provincial.
Un grupo integrado por Eduardo Menem, Jorge Villaverde, Eduardo Bauzá, Héctor Maya y Carlos De la Rosa –a quienes la semana que viene se le sumara Carlos Corach–, denominado por los aliancistas como los dialoguistas, intentará imponer su criterio y que el bloque baje a dar quorum, para evitar una crítica lapidaria de Fernando de la Rúa en su discurso de asunción de mañana.
En una vereda independiente se encuentran el santafesino Jorge Massat, Antonio Cafiero, los tucumanos Ramón ‘Palito’ Ortega y José Fernando Carbonell, el pampeano Enrique Mario Martínez Almudevar y el riojano Jorge Yoma, entre otros. El cambio de roles en el bloque depende del tema a ser analizado, según explicó un senador del NOA. “A mí, el gobernador de mi provincia me llamó para decirme que bajara a votar el Pacto Fiscal tal como se acordó”, dijo. “Pero acá estamos hablando de entregarle a Machinea el manejo de fondos importantes para las provincias, y creo que hay que plantear algunas modificaciones ya que el dinero debe volver a cada provincia. Me corresponde plantear mis diferencias porque yo también soy un representante del pueblo de mi tierra.”
Voces de los sectores dialoguista e independiente acusan a Augusto Alasino de “intentar crear una caja chica para sus amigos” al convertirse en filtro para la aprobación de iniciativas, según dijo un senador mediterráneo. Los amigos de Alasino son Verna, quien seguirá encabezando la Comisión de Presupuesto y Hacienda, y Branda, que continuará al frente de la comisión de Legislación General, un verdadero filtro para la creación de cualquier nueva ley, como podría ser un nuevo Código Penal. “Hoy, por hoy, Branda está sentado encima de la ley contra el lavado de dólares. Y se piensa quedar así hasta tanto en la Alianza negocien con él”, explicó un senador riojano, y de esa forma buscó retratar el papel que cumplen estos legisladores que no responden a ninguna figura del PJ a nivel nacional. A la vez, los dialoguistas y los independientes acusan al grupo de Alasino de haberle “entregado” a la Alianza la presidencia de varios comisiones estratégicas y de haber “negociado cargos para ellos, a cambio de apurar la entrega de la Presidencia Provisional del Senado (que ostentaba Eduardo Menem), aunque un rato antes en una conferencia de prensa Alasino aseguró que la postura del bloque era no cederla”. Tampoco están de acuerdo con la destitución del juez federal cordobés Ricardo Bustos Fierro por el Consejo de la Magistratura. Alasino y Branda integran ese organismo.
Son varios los que aventuran que en febrero, luego de que el primer paquete de leyes enviado por la Alianza haya salido del Congreso, la continuidad de Augusto Alasino será puesta en duda. “La idea es reemplazarlo por un dialoguista que pertenezca a una provincia grande”, comentó un senador de esa franja.


 

LAS GARANTIAS DEL GOBERNADOR A LA ALIANZA
Ruckauf es el mejor del grado

Por Felipe Yapur

t.gif (862 bytes) Fueron una, dos, tres, diez las conferencias telefónicas que mantuvieron el martes Carlos Ruckauf y Fernando de la Rúa cuando la sesión de senadores, donde debía tratarse el presupuesto 2000, el pacto fiscal y el paquete impositivo, estaba a punto de naufragar. Luego de que el bloque justicialista decidió no bajar al recinto el gobernador electo bonaerense se encontró con el futuro presidente. En el hotel Panamericano le aseguró a De la Rúa que hoy tendrá las leyes que necesita y para ello tiene pensado presidir la reunión de labor parlamentaria pero, si es necesario, también está dispuesto a conducir la sesión prevista para esta tarde. “El Presidente electo necesita un país ordenado y nosotros no se lo vamos a impedir”, fue la explicación de un operador del todavía vicepresidente a Página/12.
El encuentro se gestó por iniciativa del propio bonaerense, sin consulta previa con los otros mandatarios provinciales. Necesitado de una buena relación en su provincia con la Alianza, que tendrá la hegemonía en las dos cámaras legislativas, apenas se enteró de la resistencia de los senadores justicialistas a respetar el pacto cerrado con Machinea, Ruckauf se puso la camiseta de la “buena convivencia” y comenzó a llamar a De la Rúa.
–Señor Presidente, usted necesita que el país esté ordenado y que su gobierno sea confiable para el mundo –dicen los hombres de Ruckauf que le dijo a De la Rúa y trascartón se comprometió, una vez más, a que el acuerdo alcanzado se cumpla a rajatablas.
Los íntimos del futuro gobernador juran dos cosas. Por un lado, que lo que está haciendo lo acordó con Eduardo Duhalde, quien todavía mantiene una cuota de poder en el PJ bonaerense. Por el otro, que Ruckauf no pidió nada a cambio por su gestión: “No le dijo nada, y eso que nosotros en la provincia tampoco tenemos aprobado el presupuesto. Lo importante es que el gobierno de ellos tenga un buen comienzo”. Pero el vicepresidente, viejo conocedor del lenguaje de los gestos públicos, sabe que todo lo que está haciendo servirá para consolidar su imagen de presidenciable en el 2003. Además, si el presupuesto es aprobado hoy, De la Rúa tendrá en la columna del debe un crédito para el bonaerense.
Por lo pronto, Ruckauf le garantizó a De la Rúa que tiene pensado recordarles a los gobernadores José Manuel De la Sota (Córdoba), Rubén Marín (La Pampa) y Carlos Reutemann (Santa Fe) el acuerdo alcanzado el lunes pasado cuando, mientras almorzaban en el restaurante Pedemonte, decidieron apoyar las leyes que necesita la Alianza. “Este es un tema que preocupa a Rucucu y por ello hasta suspendió reuniones en la provincia para que hoy salga todo bien”, le aseguró a Página/12 uno de sus principales operadores.

 

 

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