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Ruckauf en la mira de Human Rights’ Watch

El organismo defensor de derechos humanos criticó en su informe anual al gobernador electo, a Patti y denunció los episodios de violencia policial.


Página/12 en Estados Unidos
Por Mónica Flores Correa Desde Nueva York

t.gif (862 bytes) En el reporte anual de Human Rights Watch (HRW) titulado “Informe Mundial 2000”, el prestigioso organismo de derechos humanos manifiesta preocupación por la violencia policial en la Argentina, “que ha seguido siendo alta en 1999”. El documento, que se dará a conocer hoy en Nueva York, donde la organización tiene su sede, señala que en la mayoría de estos casos de violencia sólo se ha garantizado “la impunidad para los perpetradores” y que, en el limitado número de episodios donde se iniciaron acciones legales, muy pocos se han resuelto en condenas “debido en parte a la falta de voluntad política” y en parte a la renuencia de la policía a investigar a sus miembros. HRW critica explícitamente en su sección dedicada a la Argentina a Carlos Ruckauf, el gobernador electo de la provincia de Buenos Aires, por afirmar “imprudentemente” que era necesario “‘matar a los asesinos’ o ‘disparar contra los criminales’”.
También extiende su crítica a los candidatos que en la campaña electoral de este año frecuentemente buscaron “conseguir votos sosteniendo que iban a imponer ‘una mano dura’ contra el delito”. El documento menciona concretamente a Luis Patti “intendente de Escobar y ex jefe de policía acusado de torturar a sospechosos a comienzos de la década del noventa, quien propuso que los civiles se armasen contra el crimen y defendió el uso de la tortura y de otros procedimientos irregulares en los interrogatorios”.
Como lo hiciera en años anteriores, el análisis de HRW se ocupa también de las violaciones a los derechos humanos que ocurrieron en la última dictadura militar. Aunque destaca algún episodio positivo en el transcurso del año –como el fallo histórico de la Corte Suprema en el caso Tarnapolsky en el que se obligó a Emilio Massera a pagar una suma de dinero a un familiar de desaparecidos–, el informe sobre la Argentina describe básicamente una situación de repetida agresión contra los derechos humanos, con fuerzas policiales descontroladas y organizaciones no gubernamentales obligadas a presionar en busca de justicia.
Con respecto a la violencia policial y en base a la documentación del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), el informe de HRW dice que en la primera mitad de 1999 hubo 140 personas que murieron a manos de la Policía Federal y de la provincia de Buenos Aires, un número significativamente mayor que en la última mitad de 1998, cuando hubo 86 muertos.
Describiendo detalladamente lo ocurrido en el robo del banco en Ramallo ocurrido en septiembre, donde murieron rehenes y delincuentes, el organismo indica que este caso “subraya la ineficiencia y la falta de entrenamiento de las fuerzas policiales que participaron, su voluntad a ultranza de recurrir a la fuerza letal aunque se ponga en peligro la vida de los rehenes y el poco exitoso intento del gobernador Duhalde de reestructurar y controlar a la policía provincial, así como la evidente intervención de la policía en actividades criminales”.
HRW también menciona varias acusaciones de tortura cometidas por la Policía Federal y la bonaerense. Y cita casos de brutalidad policial en La Rioja, con los presuntos suicidios de Leonardo Ruiz y Aldo Francisco Luna en dependencias policiales de esa provincia, y en Tucumán.
El organismo destaca además que “la detención de seis ex miembros de la fuerza policial por su participación en el ataque contra la AMIA”. Y “en un raro caso de procesamiento de policías acusados de violaciones de derechos humanos, la Cámara de Apelaciones de La Plata el 17 de mayo condenó a prisión a tres oficiales de la policía provincial por la desaparición del estudiante de periodismo Miguel Bru en agosto de 1993”.
El reporte también señala que continuaron las investigaciones por las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura. HRW remarca que la mayor parte de las investigaciones por las violaciones del pasado se deben a la acción tenaz de ONGs como las Abuelas de Plaza de Mayo. Entre los ejemplos, cita la demanda de una prueba de ADN obligatoria que las Abuelas hicieron en el caso de un ex oficial de la Marina detenido por apropiación ilegal de un hijo de padres desaparecidos. En sus 517 páginas, “Informe Mundial 2000” se ocupa de 68 países, incluyendo Estados Unidos. Según indica Kenneth Rooth, director ejecutivo del organismo, “1999 será recordado como el año en que la soberanía cedió espacio (o se consideró menos importante) en los lugares donde se cometieron crímenes contra la humanidad. HRW respaldó a Kofi Annan, secretario general de Naciones Unidas, en su afirmación de que los líderes nacionales pueden ser procesados si no impiden los crímenes contra la humanidad o si permiten que otros países los lleven a cabo.

 

Garzón y el gobierno
Por M.F.C.

Al referirse al rol de la comunidad internacional en la situación de los derechos humanos en la Argentina, el informe de HRW destaca que en 1999 los tribunales europeos continuaron con el intento de procesamiento de miembros de las fuerzas armadas involucrados en las violaciones a los derechos humanos de la última dictadura militar. Pero subraya que “las autoridades argentinas no han cooperado con estos esfuerzos, argumentando que las cortes extranjeras no tienen jurisdicción (en estos casos)”.
Además, “el gobierno argentino apoyó completamente al gobierno de Chile en sus esfuerzos para impedir el procesamiento del ex dictador Augusto Pinochet que instruyera el juez español Baltazar Garzón”, dice HRW.
El reporte menciona que el juez Garzón acusó a la dictadura de haber llevado a cabo un genocidio contra la comunidad judía, basándose en información de la Comisión de Solidaridad con los Familiares de los Desaparecidos que dijo que el informe de la CONADEP detalla las desapariciones de 1260 judíos.
El documento también hace referencia a las actuaciones de tribunales italianos y franceses en relación con casos de desaparición de ciudadanos de esas nacionalidades en los cuales estuvieron vinculados Guillermo Suárez Mason y Emilio Massera. El informe detalla también que en marzo de este año “Un juez federal acusó al ministro de Relaciones Exteriores (Guido Di Tella) de evitar deliberadamente que se adopten las medidas para cumplir con el pedido de extradición de Emilio Massera que hiciera un tribunal suizo por la desaparición en 1977 del ciudadano suizo Alexis Jaccard “.

Libertad de prensa
Por M.F.C.

El informe de HRW cita la tarea realizada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y destaca la preocupación de este organismo de la OEA con respecto a la libertad de expresión y opinión en la Argentina. HRW destaca que la comisión “inició en marzo la investigación de las violaciones al derecho de libertad de expresión y opinión, en relación con los fallos de la Corte Suprema en contra de los periodistas Horacio Verbitsky y Tomás Sanz”.
HRW cita el informe especial de la Comisión sobre libertad de expresión, donde ese organismo manifestó preocupación por varias decisiones de la Corte Suprema argentina que limitaban esta libertad, entre ellas, la que se refiere al caso del periodista Eduardo Kimel. En el informe, el caso Kimel reaparece en los párrafos especialmente dedicados a la situación de la prensa en la Argentina. “En abril, el periodista Eduardo Kimel recibió una sentencia en suspenso de un año de prisión y una multa de 20.000 dólares por afirmaciones hechas en su libro La masacre de San Patricio que relata el asesinato de cinco sacerdotes y seminaristas palotinos en 1976”. El ex juez Guillermo Rivarola demandó a Kimel por calumnias debido a las declaraciones que el periodista hace en el libro sobre el rol que tuvo el magistrado en la investigación de las muertes de los religiosos, dice el informe.
El informe también comenta las amenazas y ataques violentos sufridos por periodistas en las provincias de Buenos Aires, Corrientes y Mendoza. Pero indica que los actos de violencia y los intentos de amedrentamiento de la prensa fueron menos numerosos en 1999 en comparación con años previos.

 

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