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ECOLOGISTAS NO QUIEREN UN CAMINO EN EL DELTA
Asfalto en un paraíso verde

Vecinos y entidades ambientalistas advierten que la construcción del camino isleño, impulsada por el intendente de Tigre, es parte de un negocio inmobiliario y afectará al ecosistema. Las autoridades defienden la obra.

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En las islas del Tigre no circulan los autos: los isleños se movilizan en lanchas colectivas o familiares.El domingo, vecinos y futuro camino tendrá 18 kilómetros y unirá el continente con el Paraná de las Palmas.

Por Eduardo Videla

t.gif (862 bytes)  Un camino pavimentado de 18 kilómetros está a punto de cambiar para siempre el paisaje natural del Delta. Con la obra, los automóviles circularán por primera vez en las islas del Tigre, donde los habitantes han utilizado siempre el transporte fluvial. La futura autovía, recientemente licitada por el intendente de Tigre, Ricardo Ubieto, y a punto de ser construida, comunica la primera sección de islas con la ruta Panamericana, en el continente. Para las autoridades, la obra es una respuesta a “la demanda de los productores de la zona desde hace más de 40 años”. Pero para las agrupaciones ambientalistas y algunos vecinos, no es más que la piedra fundamental de un fabuloso negocio inmobiliario, en el marco de los megaproyectos impulsados por Ubieto. Por eso, convocaron para el domingo a las 10.30 a un encuentro para reclamar la declaración de “área protegida” del Delta del Paraná. “El camino va a estimular la construcción de viviendas en un lugar donde hay muchísima tierra abandonada”, admitió a Página/12 el secretario de Gobierno de Tigre, Ernesto Casaretto. El funcionario descartó que en el lugar se vaya a autorizar en el futuro la construcción de torres, como las que fueron aprobadas recientemente en el sector continental de la costa, “porque no va a haber excepciones al Código de Planeamiento Urbano”. Pero no descartó que pudieran conformarse countries o barrios privados.“No queremos que el Delta termine depredado como el Amazonas”, dijo a este diario Martín Nunziata, productor local y miembro de la Asociación Pro Delta. El dirigente ecologista sostiene que el camino traerá consecuencias ambientales en la zona: “El terraplén del camino obrará como contención del agua en tiempos de sudestada, lo que provocará inundaciones en los sectores que no van a ser rellenados”, dijo. La crecida, sostiene, no afectará a los futuros barrios privados, construidos sobre terrenos elevados artificialmente. Casaretto aseguró que fueron hechos los estudios de impacto ambiental y promete que no habrá inundaciones. “Es un camino reclamado por los productores de la zona desde hace 40 años y que nunca fue realizado. Nosotros lo vamos a hacer, porque va a mejorar toda la zona”, aseguró.Para Oscar Barceló, un capitán de ultramar retirado que vive en la zona desde hace 17 años, el argumento era válido hace cuatro décadas “cuando en la zona vivían 35.000 habitantes y había una importante producción frutihortícola, que desapareció”. De aquella época data el tradicional Mercado de Frutos, hoy convertido en una feria artesanal. Hoy, el Delta tiene unos 3000 habitantes y, según Pro Delta, en la zona recorrida por el camino “no hay más de tres o cuatro productores”.“Hay muchas familias que han elegido el Delta para vivir, porque es un pequeño paraíso a pocos minutos de Buenos Aires –sostuvo Barceló–. Un lugar seguro, donde se vive con la puerta abierta porque no hay delitos, pues los ladrones no tienen una vía rápida para escapar. El camino va a traer a los delincuentes, junto con la polución y las especulaciones”.El camino comunica el río Luján con el Paraná de las Palmas y correrá paralelo al río Carapachay y a los arroyos Caragualá y de los Nogales. La obra costará en total 30 millones de pesos. El presupuesto incluye la construcción de un puente sobre el río Luján, a la altura de Rincón de Milberg y un tramo de pavimento hasta la ruta 27, que comunica con la Panamericana. La obra iba a ser financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que terminó rechazando el otorgamiento del crédito. Finalmente fue la provincia de Buenos Aires la que aportó el dinero para que Ubieto pudiera concretar la obra. La supervisión del proyecto está a cargo de la Subunidad Provincial de Coordinación para la Emergencia (Subse), a cargo de Alberto Barbieri. El organismo se ocupa de proyectos para prevenir inundaciones, pero la obra del Tigre no tiene ese objetivo. Según Nunziata, “el Estado está financiando una obra que beneficiará la especulación inmobiliaria”. “Hay isleños que están interesados porque quieren vender sus tierras”, dijo el dirigente ambientalista. Y agregó: “Lo que necesitamos es agua corriente y cloacas, no un camino”. El trasporte colectivo en lancha, aseguran, no es caro: el boleto mínimo para los isleños vale 1,70 peso. El titular del Subse, Alberto Barbieri, aseguró que “los estudios de impacto ambiental estuvieron a cargo de consultoras privadas”. El secretario de Política Ambiental bonaerense, Osvaldo Sonzini, dijo a este diario que su dependencia no hizo un estudio sino “un informe, que daba conformidad a la obra pero hacía algunas observaciones”, que no precisó.La licitación se aprobó a fines de octubre, aunque aún no está firmado el contrato con la adjudicataria. Para adoptar la decisión final de realizar la obra, Casaretto dijo que hubo “un hecho determinante: sacamos el 51 por ciento de los votos”.Vecinos y ambientalistas reclaman una audiencia pública para discutir el proyecto, y cuestionan la reunión convocada por Ubieto, con vecinos y entidades intermedias, porque –según Nunziata– “estuvo manipulada por Acción Comunal”, el partido del intendente. En ese marco, la Red Econexo 21, que agrupa a entidades ambientalistas, convocó a un encuentro de vecinos, que podrán concurrir “con embarcación o caminando”, sobre ambas márgenes del río Tigre, a la altura de la estación de tren, para pedir la sanción de una ley que declare la zona como “área protegida”.

 

El boominmobiliario

El flamante casino del Tigre es sólo una muestra de auge inversionista en ese rincón del conurbano. El emprendimiento acompaña una ola de apuestas inmobiliarias, que incluyen la construcción de dos complejos de torres y 20 nuevos barrios privados, con una inversión calculada en los 500 millones de dólares. Primero fue el Tren de la Costa y luego el Parque del mismo nombre. Sumados a la Panamericana, pusieron a Tigre como un centro de atracción para la especulación inmobiliaria: en algunas zonas el valor de las tierras se multiplicó por siete. Ricardo Ubieto, intendente durante la dictadura y al frente del municipio desde 1987, jugó un papel decisivo en la caza de inversionistas.En ese contexto se inscribe el proyecto del camino isleño, que unirá el continente con el Delta. Frente a las islas ya se levantan dos de las seis torres de 14 pisos que prevé el complejo Marinas Golf, un condominio con capacidad para 400 barcos y confitería flotante. A unos kilómetros, David Rockefeller levantará otras cuatro torres de 20 pisos, un shopping con multicine y restaurantes.


 

TRES NUEVOS CENTROS DE INFORMACION EN BUENOS AIRESA
la espera del aluvión turístico

t.gif (862 bytes) La ciudad de Buenos Aires se prepara para recibir el aluvión de turistas del verano con tres nuevos centros de información ubicados en Puerto Madero, Retiro y la zona del Obelisco, que se suman a otros cinco que la secretaría de Turismo porteña tiene funcionando en los barrios de San Nicolás, La Boca y Montserrat. Las oficinas están dotadas de equipamiento con red de acceso a Internet para consulta del público, material de promoción e información de la ciudad, y cuentan con personal bilingüe y especializado.Los flamantes centros de atención al turista forman parte de la campaña de promoción “Buenos Aires. Una ciudad que quiere recibirte”. El último fue inaugurado esta semana en la Estación Terminal de Omnibus en Retiro. Como servicio adicional ofrece un cajero automático que permite a los usuarios realizar extracciones de dinero durante las 24 horas. La terminal tiene un movimiento diario de alrededor de 48.000 pasajeros, de los cuales el 20 por ciento son visitantes de la ciudad. La secretaría de Turismo, encabezada por Hernán Lombardi, estima que en los próximos meses este nuevo centro de informes atenderá entre 300 y 350 consultas por día.Mensualmente, la secretaría de Turismo atiende unas 8.000 consultas a través de su red de servicios de asistencia a los visitantes. Sin embargo, en noviembre, la cantidad de personas que solicitaron información trepó a 12.393, a raíz del gran número de congresos, exposiciones, y eventos públicos y empresariales que se realizaron en la ciudad.Los centros de información turística están ubicados en Sarmiento 1551; Roque Sáenz Peña y Florida; Córdoba y Florida, en el primer piso de Galerías Pacífico; centro de exposiciones de Caminito y Lamadrid, La Boca; Café Tortoni, en Avenida de Mayo 826; Dock 4, Grúa 8, en Puerto Madero; Carlos Pellegrini entre Perón y Sarmiento; y locales 83 y 84 de la Estación Terminal de Omnibus de Retiro.

 

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