La Alianza
no logró convencer al justicialismo para que diese quórum en Diputados para tratar
conjuntamente el Presupuesto 2000 y el paquete impositivo. Así, ambos proyectos de ley
serán considerados recién la semana próxima, cuando la Alianza sea primera minoría en
la Cámara baja. El vicepresidente electo, Carlos Chacho Alvarez, dijo que la
postura del PJ evidencia un doble discurso y falta de liderazgo, y
aseguro que no quiero imaginar lo que será el peronismo a partir de mañana (por
hoy) en el rol de oposición. El ministro de Economía entrante, José Luis
Machinea, en tanto, para contrarrestar la avalancha del críticas al paquete, afirmó que
aumentar los impuestos nunca es simpático, pero insistió con que es
necesario porque mandaron (el gobierno de Menem) un presupuesto trucho al
Congreso.
Para colmo, un día antes de irse y con una semana de retraso, el Ministerio de Economía
a cargo de Roque Fernández reconoció que las cuentas fiscales de noviembre mostraron el
mayor déficit del año: 1047 millones de pesos, un 263 por ciento superior al de igual
mes del año pasado. Estas cifras confirman, además, que este año se incumplirán las
metas acordadas con el FMI. Sin contar diciembre, el rojo acumulado en el año trepa a
5631 millones de pesos, mientras que la pauta fijada por el Fondo Monetario era de 5100
millones para todo el año. Así, el lunes mismo aterrizará en Buenos Aires una misión
del FMI, que negociará con el nuevo equipo económico cómo resolver el incumplimiento.
Lo más probable es que Machinea solicite un waiver (perdón), para continuar dentro del
actual Acuerdo de Facilidades Ampliadas que vence recién en el 2001. Pero la misión de
Washington realizará una presión adicional para apurar la aprobación el ajuste fiscal
propuesto por la Alianza.
El proyecto de ley del paquete impositivo entró formalmente en la Cámara baja el martes
pasado a las 20 horas y la Alianza sostiene que es imprescindible aprobarlo junto con el
Presupuesto 2000, porque de allí deben salir los recursos para cerrar las cuentas
fiscales con el déficit de 4500 millones de pesos acordado con el Fondo Monetario
Internacional. Según Machinea, de no hacerse ajuste alguno, el déficit alcanzaría los
11.500 millones de pesos. En cambio, el presidente el bloque justicialista, Humberto
Roggero, planteó una y otra vez que estaban dispuestos a tratar el Presupuesto, pero no
el paquete impositivo, porque los diputados de su partido no habían hecho la evaluación
correspondiente.
El titular del bloque aliancista, Darío Alessandro, criticó al peronismo por la
falta de voluntad política para facilitar el tratamiento del paquete fiscal y
recalcó que no se puede votar un presupuesto que no tiene un financiamiento
adecuado, por lo cual ratificó que presupuesto e impuestos deberán ser tratados en
forma conjunta la semana próxima.
Chacho Alvarez fue más duro. Veo con preocupación cómo se están comportando
sectores importantes del oficialismo. Es la falta de liderazgo, de un sólido liderazgo en
el partido porque ya (Carlos) Menem es claro que conduce muy poco en este partido,
afirmó. Y advirtió que la situación será peligrosa si no se vuelve a recomponer
en estos días el equilibrio fiscal, como señal interna ante la sociedad y como señal
externa a los inversores porque no podemos convivir con este déficit por mucho
tiempo.
Miren la paradoja: el PJ nos deja un déficit de más de 10 mil millones y pone
todas las trabas posibles para votar juntos, no tienen que votar a favor ni siquiera, para
colaborar y acompañar justamente los instrumentos que nos va a sacar de la crisis fiscal
que nos dejan ellos, explicó Alvarez.
Por su parte, Machina salió a defender la suba de impuestos, criticada desde diversos
sectores. Aumentar los impuestos nunca es simpático, siempre tiene un costo
político, pero cuando a uno lo dejan con una situación de desequilibrio fiscal
proyectada de 11.500 millones de pesos es imposible hacer milagros, aseguró.
Por otro lado, negó que el paquete impositivo golpeara fuerte a la clase media. Yo
diría que el 90 por ciento de esta reforma recae sobre el 10 o 15 por ciento que más
gana en este país, explicó. Y dijo que el ajuste no vendrá sólo por el lado de
los impuestos sino también por el lado del gasto público: El recorte a nivel del
gobierno nacional va a alcanzar los 1400 millones; es un esfuerzo enorme, sostuvo.
EL PROYECTO ALIANCISTA RECORTA FONDOS
PROVINCIALES
Ley de impuestos con sorpresa
Por Cledis Candelaresi
A las
19.45 del martes pasado, la Alianza ingresó en el Parlamento un megraproyecto de ley de
reforma impositiva que sorprendió al justicialismo con algunos retoques novedosos. Con el
afán de llevar recursos al Tesoro Nacional, la iniciativa echa mano del Fondo del Tabaco,
una de las cajas específicas que benefician a las provincias del norte; sube del 7 al 21
por ciento un impuesto especial que hoy grava los cigarrillos para nutrir Seguridad Social
y recorta las deducciones que pueden efectuar las personas físicas que tributan impuestos
a las Ganancias. Esto, sumado a otros ajustes, podría aumentar el monto imponible de los
ingresos personales en una forma equivalente a la que resultaría de bajar las ganancias
exentas en 500 pesos.
El primer capítulo del proyecto de ley está destinado a Ganancias e incluye una serie de
precisiones que facilitan la aplicación del impuesto sobre las operaciones de empresas
radicadas en el país con filiales o matrices del exterior. Ese mismo capítulo rebana las
deducciones que pueden hacer del impuesto las personas físicas. Los recortes oscilan
entre un 10 y un 100 por ciento, en forma progresiva, para los ingresos que superen los 39
mil pesos. En el caso de los trabajadores dependientes, el efecto combinado de poder
descontar menos, una baja del mínimo no imponible de Ganancias y una suba en la alícuota
para los trabajadores dependientes, equivaldría a una baja en el primer concepto a 1400
pesos.
El proyecto también incluye dos trampas para las provincias. Una es la suba del 7 al 21
por ciento del impuesto especial sobre los cigarrillos que hoy va a Desarrollo Social.
Tributo que, a diferencia de Impuestos Internos, no es coparticipable: la Nación puede
disponer a su antojo de esos fondos. La intención plasmada en el proyecto es destinar a
la Seguridad Social esa recaudación, que algunos técnicos ayer calcularon en 400
millones de pesos. Para el interior podría funcionar como compensación (a futuro, ya que
en el 2000 y 2001 recibirán un monto fijo preestablecido de coparticipación), la
restitución de Impuestos Internos sobre los automóviles y embarcaciones cuyo valor
supere los 15 mil pesos, con alícuotas entre el 4 y el 8 por ciento.
La propuesta aliancista también intenta capturar un 30 por ciento del Fondo del Tabaco,
masa de 170 millones de pesos anuales que se prorratean entre las provincias tabacaleras.
Este fue uno de los temas más discutidos en el Parlamento durante los últimos meses ya
que, para equilibrar el presupuesto del 2000, Roque Fernández intentó recortarlos,
ganando la oposición de propios y opositores.
El extenso texto redactado por el equipo técnico de José Luis Machinea también
contempla una medida que fue muy reclamada al ministro saliente por varias cámaras
empresarias, incluida la Unión Industrial Argentina: un límite al impuesto sobre los
intereses de las deudas empresarias.
La propuesta del gobierno entrante adopta una alícuota del 15 por ciento para ese
gravamen, pero con la salvedad de que el impuesto pagado nunca podrá exceder el 2,25 por
ciento del capital prestado. La medida podría favorecer a las pequeñas y medianas
empresas, que padecen dificultades para conseguir financiamiento barato.
El paquete, que también incluye artículos para modificar el funcionamiento de la
Administración Federal de Ingresos Públicos y el régimen previsional del personal
doméstico, promete enfrentar en un prolongado debate a legisladores de la Alianza y la
oposición. Antes de conocer en detalle la reforma propuesta, los justicialistas se
pusieron en pie de guerra y aseguran que resistirán las subas de impuestos al
consumo como Internos y el IVA, tanto como la intención de quitarles fondos a las
provincias.
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