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Siete miradas sobre el (arduo) futuro político de Carlos Menem

¿Qué hará ahora el ex presidente? ¿Se alejará del poder? Algunos lo imaginan deprimido y sin liderazgo. Otros, en una derecha peronista.

Menem en una escena que añorará: junto a un invitado de alto rango.
Ayer, en su último día, posó junto al príncipe Felipe de Borbón.

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Torcuato Di Tella
Sociólogo y titular de Sociedad y Estado del Ciclo Básico Común (UBA).

“Ahora se va a dar una situación pluricéntrica en el peronismo. Habrá varios líderes: Reutemann, De la Sota, Ruckauf, Menem –como estrella declinante– y Duhalde –quien está malherido, pero lejos de muerto–. Habrá una situación caótica. Menem va a querer tener una manija que no va a poder lograr. Enfatizará el federalismo, estará ligado a sectores del interior. Tal vez sea líder de una derecha peronista, a su vez vinculada con los partidos provinciales. A la larga creo que habrá tendencias divisionistas en el justicialismo. Como continuación de una fragmentación que ya existe, también se va a partir el sector menemista. Me imagino una división como la de los radicales en la época de Alvear o en la de Balbín contra Frondizi. De toda esta turbulencia, el peronismo va salir transformado. La situación puede obligar, entre otras cosas, a una democratización dentro del sindicalismo.”

Julio Bárbaro
Ex secretario de Cultura y asesor de Eduardo Duhalde durante la campaña electoral.

“La etapa de poder de Menem terminó, eso es lo que creo. Exageró el uso del poder para su conducción y ya no tiene elementos de manejo de nada. El peronismo no le va a dar cabida. Creo que va a entrar en una profunda depresión. Me lo imagino en una decadencia triste y no rescatable. El peronismo necesita superar a Menem para quedar vivo, de lo contrario no puede convertirse en una opción para la sociedad. Para el partido, Menem es una sombra siniestra que todos los que ahora tienen poder se quieren sacar de encima. Deja a la sociedad en una crisis, de modo que el modelo menemista hoy es indiscutiblemente fracasado. No me interesa a qué se va a dedicar, por lo menos se va a dedicar a dañar menos a la sociedad. Los primeros meses va a tomar conciencia del daño que generó. A Dios gracias, creo que terminó, para el peronismo y para la sociedad.”

Fortunato Mallimaci
Decano de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA).

“El gran problema de los sociólogos es querer convertirse en profetas. Con estas prevenciones, describo a Menem como un amante al extremo del poder, y es difícil imaginarlo lejos de él. Va a intentar controlar el PJ, pero están surgiendo nuevos liderazgos. Ahora está desprestigiado frente a la sociedad, y también frente a un sector del peronismo. El poder que logre reconstruir dependerá también de si la Alianza cumple con combatir el desempleo, mejorar la educación, la salud y la distribución del ingreso. Va a intentar aprovechar los lazos privilegiados que ha tejido con el Vaticano, pero dependerá de la autonomía respecto de éste que intente tomar la Iglesia argentina que Menem pueda convertirse en un vocero del catolicismo conservador. A los que han sido soberbios en el poder no les es fácil reconstruirlo desde el llano.”

Juan Carlos Portantiero
Ex decano de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA).

“Menem va a intentar seguir en política, pero tendrá problemas serios porque su liderazgo no será acatado automáticamente. Encontrará un justicialismo donde habrá pujas entre gobernadores nuevos. Reutemann, Ruckauf y De la Sota son personalidades que se le pueden oponer con fuerza, y Duhalde tiene mucho rencor acumulado. Igual, Menem va a tratar de postularse como jefe de la oposición. Hará críticas populistas o liberales, según como cuadre en cada momento, para poner trabas y ver si al 2003 puede llegar con posibilidades. Pero, antes que con la sociedad, va tener problemas dentro del partido. Dentro de cuatro años será un hombre muy grande. Ante su inmensa sensualidad con el poder, o la pérdida de éste lo deprime o esa ausencia lo estimula para transformarse en una especie de animal sediento.”

Daniel Arroyo
Licenciado en ciencia política,
de Flacso.

“Creo que el justicialismo va a estar dos años sin cabeza, seguramente funcionará como una liga de gobernadores que se juntarán sólo para algunas cuestiones. El liderazgo político del PJ se va a empezar a vislumbrar recién después del 2001, y seguramente será con alguno de los tres principales gobernadores. Menem intentará ejercer una oposición cruda, aunque también buscará, junto con Alfonsín, ser garante de los pactos de gobernabilidad, de que los dos partidos principales armonicen en sus líneas. Querrá erigirse como líder, pero con el tiempo quedará claro que eso no es posible. El escenario le es bastante adverso. Tal vez se presente para ser candidato en el 2003, pero con pocas posibilidades. Lo que tiene a su favor son buenos vínculos internacionales.”

Graciela Römer
Consultora.

“Menem termina su gestión debilitado frente a la sociedad y hacia adentro del propio partido. Su futuro dependerá, en parte, de cómo se procese la puja por los liderazgos dentro del peronismo y de su propia capacidad para aglutinar liderazgos provinciales. Las estrategias de la oposición también dependerán de cómo se desarrolle y se sostenga el vínculo de legitimidad entre el nuevo gobierno y la ciudadanía. Las posibilidades para el PJ también están ligadas a los éxitos de la nueva gestión. Con todo, no me parece que Menem pueda soslayar los costos de las derrotas. El peso de las demandas de la sociedad apuntó en el último tiempo a su figura. Creo que no va a poder tener un lugar cercano al poder, un papel protagónico, durante este primer año. Hoy los gobernadores electos Ruckauf, Reutemann y De la Sota tienen un nivel de predicamento mejor que el de Menem.”

Heriberto Muraro
Consultor.

“Me imagino que Menem va a fantasear con que es el líder de la oposición, el interlocutor privilegiado entre el peronismo y la Alianza, el caudillo de los gobernadores peronistas del interior y que, naturalmente, llegado el 2002, se autopostulará. Todas estas cosas tienen obstáculos. Uno de ellos es que hay otros individuos que también se consideran posibles candidatos del justicialismo para el 2003, entre ellos los tres gobernadores ganadores. Otro, que deja la presidencia con un nivel de popularidad muy bajo. Para que la candidatura de Menem sea posible se tendría que producir una administración muy mala de De la Rúa como para que la gente diga ‘con Menem estábamos mejor’. Lo cierto es que el doctor Menem, un hombre que casi no tiene familia, no tiene más razón de ser en su vida que la política. Y sabe que tiene un capítulo en la historiografía argentina.”

 

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