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Por Mariana Carbajal Las mujeres cantaron victoria. El gobierno que asume hoy dio marcha atrás en su decisión de bajar de jerarquía al Consejo Nacional de la Mujer y resolvió mantenerlo con rango de secretaría, dependiendo directamente de Presidencia. Hasta hace 48 horas, el organismo figuraba en el diseño del nuevo organigrama nacional convertido en un área menor, dentro del Ministerio de Desarrollo Social. Sin embargo, la movilización para defender su actual categoría institucional reflejada una semana atrás en Página/12 de legisladoras, académicas, funcionarias y representantes de más de medio centenar de organizaciones feministas, junto a la presión ejercida en el mismo sentido por organismos internacionales, llevó a Fernando de la Rúa a ordenar que se reviera el destino del área.El cambio no fue anunciado oficialmente, pero fue confirmado a este diario por la diputada porteña Liliana Chiernajovsky, esposa del vicepresidente Carlos Chacho Alvarez e integrante del Foro Permanente por los Derechos de las Mujeres. La novedad se conoció a última hora del miércoles y frenó una marcha de protesta convocada para ayer al mediodía frente al Hotel Panamericano por ONGs de mujeres vinculadas con el radicalismo y el Frepaso. Pero una veintena de mujeres resolvió concurrir igual al búnker de la Alianza para agradecer el gesto del nuevo gobierno. Los/nos congratulamos por la decisión de preservar el Consejo Nacional de la Mujer y de mantenerlo bajo la órbita de Presidencia, escribieron en una carta que le dejaron a De la Rúa y a los miembros de su gabinete. Es realmente un triunfo del movimiento de mujeres, destacó a Página/12 Monique Altschul, de Mujeres en Igualdad, una de las manifestantes. No obstante, Altschul expresó su preocupación por la probable desaparición en el marco del achicamiento de la estructura del nuevo gobierno de la Subsecretaría de la Mujer, de Cancillería, desde donde se representó al país en los últimos años en los foros internacionales vinculados con la temática de género.La suerte del Consejo Nacional de la Mujer cambió en los últimos días. Tal como publicó Página/12 el viernes último, estaba prevista su desjerarquización, al bajar su rango de secretaría dependiente directamente de Jefatura de Gabinete y pasar a ocupar una subsecretaría o dirección en el ministerio que encabezará Graciela Fernández Meijide. Pero una fuerte acción de lobby modificó su destino: De la Rúa y los ministros de su gabinete recibieron un aluvión de cartas firmadas por representantes de organismos internacionales influyentes como el BID y Unifem (el órgano que sigue cuestiones de género en Naciones Unidas) y destacadas mujeres de distintos signo político, vinculadas con ámbitos académicos, legislativos, y organizaciones no gubernamentales, entre ellas Gloria Bonder, directora del posgrado de Estudios de la Mujer de la UBA; María José Lubertino, dirigente de la Alianza; Virginia Franganillo, ex titular del Consejo Nacional de la Mujer durante el gobierno de Menem; y Laura Bonaparte, de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora. Además, las mujeres cercanas al poder ejercieron su presión. Chiernajovsky se encargó de explicarle a Chacho Alvarez la importancia de que el área mantenga su actual jerarquía, para poder integrar perspectivas de género, es decir, de igualdad de oportunidades entre varones y mujeres, en todas las políticas de Estado. Y el flamante vicepresidente habló del tema con De la Rúa. Por su parte, la diputada mendocina Cristina Zuccardi, esposa del nuevo ministro de Trabajo, Alberto Flamarique, llevó el reclamo del movimiento de mujeres a cuanto miembro del gabinete se cruzó en los últimos días en el Hotel Panamericano.La rejerarquización fue una decisión de Fernando de la Rúa, precisó a Página/12 la abogada Carmen Storani, cuyo nombre ya es número puesto para asumir la titularidad del Consejo Nacional de la Mujer. Storani, hermana de Fredi (desde hoy ministro del Interior), tiene una larga militancia en el movimiento de mujeres. Fue fundadora, junto con otras radicales, de laComisión de Promoción de la Mujer de la Fundación Karakachov en 1988, y preside la Asociación Mujeres Abriendo Espacios, dedicada a la prevención de la violencia familiar. En el último tramo del gobierno de Raúl Alfonsín fue subsecretaria del Menor, Discapacitados y Tercera Edad. Y previamente, entre 1983 y 1985, encabezó la dirección de Promoción Social de la provincia de Buenos Aires. Si el área de la mujer pasaba al Ministerio de Desarrollo Social, corría el riesgo de convertirse en un gueto, en contra de las recomendaciones internacionales y las políticas de países como Italia, Francia y Estados Unidos. Es importante mantener su jerarquía institucional para que sea un órgano coordinador que ejecute transversalmente políticas tendientes a la paridad entre los géneros, con una articulación ágil con todos los ministerios, gobiernos provinciales y el Poder Legislativo, apuntó Storani.
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