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Por Pedro Lipcovich Medicamentos de los denominados método Hansi o método del doctor Crescenti, de supuesta acción terapéutica contra el cáncer, resultaron estar contaminados con gérmenes que conllevan un riesgo de muerte superior al 50 por ciento, según denunció la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires. En realidad, la primera denuncia de la Defensoría se efectuó hace casi un año, pero durante todo este tiempo estuvieron peloteándose el tema entre las autoridades de la Ciudad y la Nación, graficó la ombudsman porteña, Alicia Oliveira. El mes pasado se verificó otra contaminación más, y ahora la Defensoría exige que se investiguen todos los lugares donde se elaboran estos medicamentos alternativos. El Hansi se hizo conocer ruidosamente hace diez años, sin que nunca se demostrara científicamente su eficacia. En octubre de 1997, un paciente que se atendía en una prestigiosa fundación de tratamiento e investigación del cáncer había decidido seguir, paralelamente, una terapia alternativa por el denominado método Hansi, que incluía un preparado inyectable. En la fundación le pidieron que no empezara hasta constatar la asepsia del preparado. Había antecedentes de pacientes de terapias alternativas que aparecían con abscesos o infecciones poco habituales, observó para este diario el médico Carlos Niccolini, de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires.El frasco inyectable resultó estar contaminado con un hongo, Candida parapsilosis, que también estaba presente en los frascos para administración oral y nasal. Si esta persona se hubiera aplicado el Hansi intramuscular, le habría causado una infección llamada candidiasis, que en estos pacientes tiene una mortalidad de alrededor del 50 por ciento, según el informe técnico que presentó la Defensoría del Pueblo. Los productos habían sido comprados en la farmacia La Placita, de la calle Directorio 2601, cuyo responsable es Ignacio Garbarino; el paciente había sido enviado por el Instituto Juan J. Hirschmann, que ofrece el denominado método Hansi. La Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires recibió la denuncia en enero de este año. El 5 de febrero, luego de verificarla mediante fotos de hongos en cultivos de Hansi, efectuó el reclamo ante el Gobierno de la Ciudad. Las autoridades porteñas iniciaron un expediente que circuló por diversas reparticiones hasta que, el 16 de setiembre, tras sucesivos reclamos de la Defensoría, la Secretaría de Gobierno de la Ciudad informó que se dio intervención a la Dirección de Fiscalización Sanitaria del Ministerio de Salud y Acción Social de la Nación. A todo esto, el 8 de noviembre pasado, en la misma fundación encontraron y denunciaron otro caso de contaminación, esta vez en los medicamentos de una paciente que recibía tratamiento por el método del doctor Crescenti. Se encontraron bacterias Micrococcus spp en las ampollas inyectables y Pseudomona fluorescens en los frascos para administración oral. Ambos gérmenes pueden producir infecciones serias en pacientes inmunocomprometidos como lo son éstos, ya que tanto el cáncer en sí mismo como la quimioterapia que se utiliza para su tratamiento producen susceptibilidad a las infecciones, según el informe técnico que avaló la Defensoría del Pueblo.Niccolini destacó como agravante "el hecho de que la ampolla no tenía ningún rótulo: es ilegal vender ampollas inyectables sin rótulo identificatorio". Estos preparados habían sido adquiridos en la farmacia Hygieieia, de Cabrera 3291, cuya responsable técnica es Sara Masotto. Finalmente, el Ministerio de Salud y Acción Social inspeccionó y sumarió a la farmacia La Placita. Sin embargo puntualiza la Defensoría no se realizó investigación sobre la medicación Hansi, motivo fundamental de la denuncia presentada. Según Niccolini, esto indica que se están elaborando medicamentos alternativos en condiciones absolutamente precarias. Desde principios de año venimos pidiendo que sean investigadas, no sólo las farmacias sino todos los lugares que promueven estos métodos y suministran las fórmulas a las farmacias con las que establecen acuerdos. Alicia Oliveira, defensora del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires,destacó para este diario que los responsables son tanto la Nación como la Ciudad, que se están peloteando el tema entre sí.El Hansi surgió a la notoriedad en 1990, cuando el médico Ernesto Crescenti aseguró haber logrado resultados en una paciente con cáncer gracias a una medicación obtenida de los cactus por el botánico Juan Hirschmann. El supuesto remedio fue primero prohibido por la Secretaría de Salud nacional y sus impulsores fueron enjuiciados, y después sobreseídos provisionalmente, por infracción a normas de salud pública. Entretanto, desesperados familiares de pacientes terminales llegaron a movilizarse en Plaza de Mayo para pedir que se les permitiera recibir la droga. Después Crescenti y Hirschmann se separaron y pleitearon. Hirschmann, que se quedó con la marca Hansi, fue secuestrado y golpeado en un confuso episodio.
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