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Los financistas de la city le ofrendaron un tibio saludo a Fernando de la Rúa en el día de su asunción. Tras un inicio que acompañó la euforia de los nuevos habitantes de la Casa Rosada, el índice de acciones líderes MerVal finalizó ayer con una suba de apenas el 0,6 por ciento, por debajo de las mejoras que marcaron los recintos de San Pablo, México y Nueva York. En tanto, los títulos públicos registraron alzas de hasta el 0,7 por ciento, recuperando las pérdidas del día anterior. Los operadores sostienen que no están para festejos. Más bien, y pese al ordenado recambio político, se muestran preocupados por los temas económicos que la Alianza deberá enfrentar a partir de pasado mañana: el retraso en la aprobación del Presupuesto 2000 y el paquete fiscal, y el repunte de las tasas de interés. Pocos minutos después de que De la Rúa recibiera de Carlos Menem la banda presidencial y el bastón, en el recinto de operaciones se vivió el momento de mayor euforia. A primera hora de la tarde, el MerVal subía el 1,2 por ciento y el volumen de negocios alcanzaba los 20 millones de pesos. A medida que pasaban las horas, las acciones fueron perdiendo terreno y las operaciones llegaron a 33,1 millones, un monto similar al promedio de las últimas jornadas. "Si no hubiese sido por el fuerte avance de las telefónicas, el MerVal hubiese finalizado neutro", afirmó a Página/12 Pablo Cubela, analista de la casa bursátil Tutelar. Telefónica avanzó 3,9 por ciento y Telecom, el 3,4, acompañando la ola alcista de los papeles del sector en el resto de la región. La falta de interés de los inversores en el recinto de Buenos Aires tiene una explicación. En la city tienen puesta la atención sobre la suerte que correrá en el Congreso el Presupuesto 2000. Y temen que los tironeos entre la Alianza y el justicialismo impidan el cumplimiento de la pauta de déficit fiscal --de 4500 millones de pesos-- prevista para el año que viene. "Creo que la negativa del PJ a aprobar el paquete fiscal se va a revertir el próximo miércoles. Ellos no quisieron pagar el costo político de un impuestazo, pero con la nueva composición de la Cámara baja van a dar quórum", se esperanzó el agente de Bolsa Luis Corsiglia. No obstante, en el microcentro los inversores tienen reparos acerca de lo que ocurrirá desde el punto de vista de las finanzas durante las primeras semanas de Fernando de la Rúa en la presidencia. Porque, además de la incertidumbre generada por la rebeldía de los legisladores del PJ, los corredores toman en cuenta que, posiblemente, el paquete impositivo termine por diluir la expectativa de una rápida salida de la recesión. Y, en ese caso, los balances de las compañías seguirán mostrando pobres resultados por la caída del consumo doméstico. Por otra parte, no pierden de vista el repunte de la tasa de interés. Al respecto, analizan que, ante la incertidumbre que entre los ahorristas despierta el cambio de milenio, las entidades financieras precisan de liquidez para afrontar el posible incremento de los retiros de depósitos. Y es por ese motivo que ya están ofreciendo tasas más atractivas para frenar rescates masivos.
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