Como si
fuera un afinado coro, y a pesar de que algunos de ellos empezaban un segundo mandato
consecutivo, ocho gobernadores asumieron ayer quejándose de las cuentas de su
administración y abriendo el paraguas de los tiempos por venir. Uno de los más duros fue
Carlos Reutemann, presidenciable del peronismo, que fustigó sin chistar a su ex pollo
político y predecesor, Jorge Obeid. El Lole inició su segundo período como gobernador
de Santa Fe aclarando que la situación de la provincia es peor que la que tuvo que
enfrentar en 1991. En Mendoza asumió la gobernación el aliancista Roberto Iglesias,
después de 12 años de administraciones justicialistas. También de la Alianza son el
reelecto gobernador de Río Negro, Pablo Verani, que inició ayer su segundo mandato,
José Luis Lizurume, que juró como gobernador de Chubut, y Sergio Montiel, que sucedió
al peronista Jorge Busti en Entre Ríos. En La Rioja asumió Angel Maza, en Formosa, Gildo
Insfrán reelegido después de un conflicto institucional, y en Misiones,
Carlos Rovira. Todos del PJ.Seremos inflexibles con los que más tienen porque hay
que generar recursos para asistir a los que hoy sufren las consecuencias no deseadas de la
economía de mercado, advirtió Reutemann al pronunciar el mensaje oficial ante la
Legislatura, después de jurar ayer a las 11 ante la Asamblea Legislativa como gobernador
provincial. El mandatario recordó que 600 mil santafesinos viven bajo el nivel de
pobreza y afirmó que la mayor preocupación es tener que comenzar una
gestión con una base presupuestaria que arroja una necesidad de financiamiento de 380
millones de dólares. En sus palabras ante los legisladores el nuevo gobernador
santafesino que sucede a Obeid no eludió los temas polémicos. Ayer ratificó
su decisión de privatizar la Empresa Provincial de Energía, a pesar de las protestas de
los trabajadores, que se oponen. Roberto Iglesias, ex intendente de la capital mendocina,
juró como mandatario provincial a las 17.20, en la Asamblea Legislativa, y recibió el
bastón de mando de manos del gobernador saliente, Arturo Lafalla, en la explanada de la
Casa de Gobierno, casi dos horas más tarde. En su primer discurso como gobernador,
Iglesias definió cuál será su estilo (muy mendocino) de gobierno. No voy a
gobernar seducido por las cámaras y los micrófonos, prefiero el silencio de los que
trabajan, sostuvo ante legisladores e invitados como el ministro de Trabajo Alberto
Flamarique y el presidente provisional del Senado, José Genoud. Para terminar su segundo
discurso del día, esta vez en la gobernación, Iglesias eligió citar una frase de José
de San Martín, que antes de cruzar la cordillera, fue gobernador de Cuyo. El sol es
testigo, parafraseó Iglesias al prócer, comprometiéndose a cumplir sus
promesas.En Río Negro, Pablo Verani comenzó su segundo mandato con una advertencia sobre
la situación provincial. Sólo con un plan Brady no alcanza para solucionar la
grave crisis financiera por la que atraviesa la provincia, dijo el mandatario en el
acto de reasunción, en el que estuvo Horacio Massaccesi, senador y ex gobernador. El
problema principal que deberá enfrentar es la deuda de 938 millones de pesos que debe
pagar la provincia. También Gildo Insfrán, del justicialismo, volvió a asumir como
gobernador de Formosa. Al mediodía, juró y pronunció ante la Legislatura provincial el
correspondiente discurso, en el que una constante de los gobernadores que asumieron
ayer destacó que la provincia atraviesa una aguda crisis económica y adelantó que
enviará a los legisladores varios proyectos de ley con los que intentará aliviar esos
problemas. En Entre Ríos, Sergio Montiel acusó a la gestión de Jorge Busti por la
grave situación que hereda en la provincia. Asumió a las 18 ante la Cámara
de Diputados. En cambio, José Luis Lizurume, nuevo gobernador de Chubut, juró en un
centro cultural. Y en la Rioja, Angel Maza asumió a la noche. |