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Boca consiguió la victoria que le permite seguir soñando con un San Lorenzo que no le permita a River dar la vuelta en el Nuevo Gasómetro. Derrotó ayer por 5 a 1 a Belgrano, en Córdoba, en un partido difícil y emotivo, en el que si bien se permitió esa abultada diferencia en el marcador, en lo futbolístico fue más parejo. Los cordobeses nunca bajaron los brazos, y por momentos se mostraron más sólidos que Boca. Pese al triunfo, los xeneizes continúan segundos a tres puntos de líder, junto a Central, cuando sólo resta una fecha para el final del torneo. Belgrano continúa cayendo en la tabla del descenso. Con la mente puesta en Núñez y el corazón en la tribuna semivacía de Ferro, a Boca le costó meterse desde el inicio en su partido. Por eso Belgrano se agrandó y, aprovechando la lentitud y falta de criterio de los jugadores xeneizes, comenzó a sacudir el arco de Oscar Córdoba, complicándolo en varias oportunidades gracias al gran trabajo del uruguayo Luis Sosa y a la rapidez de los delanteros Cristian Carnero y Josemir Lujambio. Con un Riquelme impreciso, más parecido al del inicio del torneo que al de las últimas fechas, Boca tardó cerca de diez minutos en generar su primera situación clara. Era más que obvio que con esa actitud los visitantes debían olvidar las chances de llegar a una nueva definición del Apertura, pero la llegada de los goles de River fueron como una inyección de gol para el equipo de Bianchi. Gritó River, y un minuto después Barijho, habilitado por Riquelme, metió para Boca; volvió a meter River y una vez más, también con pase de Riquelme, volvió a meter el ex delantero de Huracán. Belgrano jugaba mejor, pero en cinco minutos se había prácticamente derrumbado. Una pequeña síntesis de este comienzo del partido la hizo el propio Bianchi después del segundo gol, cuando Guillermo Barros Schelotto se le acercó para preguntarle cómo iba el partido de River. "Dejá a River para después; preocupáte por lo que están haciendo acá, que es un desastre", contestó el entrenador. Lo cierto es que la ventaja le devolvió la confianza al bicampeón, que poco a poco comenzó a defender el resultado, tirado atrás y llegando ocasionalmente al arco de Bernardo Ragg. Por más que Mauricio Serna volvió a dar un poco de seguridad en el medio, el circuito de juego xeneize no logró armarse como para definir el trámite. En la segunda mitad, con un remate violento de Lujambio, Belgrano descontó en el resultado parcial. Pero cuando los cordobeses buscaban el empate, un cabezazo de Rodolfo Arruabarrena terminó con las especulaciones de los locales, de Córdoba y de Núñez. El marcador se estiró más gracias a un penal sobre el mellizo Guillermo, que él mismo ejecutó y convirtió para poner el 4 a 1. La suerte del partido parecía sellada, aunque la diferencia volvió a agrandarse después de un golazo de emboquillada de Riquelme desde la media luna del área, que encontró mal parado al arquero cordobés. Belgrano pudo descontar sobre el final de penal, pero el arquero colombiano de Boca contuvo el remate de Carnero, para convertirse en la figura del partido junto con Barijho, quien ya suma cuatro goles en tres partidos. Los últimos minutos de juego, con la victoria puesta tanto para River como para Boca, la atención se centró en lo que pasaba en Ferro entre Central y Argentinos. Los tres candidatos consiguieron los tres puntos, y aunque River lo sienta más cerca, los rosarinos y los xeneizes apostarán la última ficha a San Lorenzo, aunque sea con la incógnita a cuestas acerca de cuál será finalmente la formación que presentará ante el puntero el técnico Oscar Ruggeri, quien en la semana amenazó con no poner a varios de sus jugadores importantes.
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