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COMISARIO TELEFORO RUBIO MUÑOZ, ABOGADO Y DIRECTIVO DEL SINDICATO DE POLICIAS DE ESPAÑA
"Estamos sindicalizados pero la Policía no se maneja con el asambleísmo"

El abogado criminalista Teléforo Rubio Muñoz es comisario en Madrid. La comisaría tiene delegados, y él mismo es directivo del sindicato policial más grande de España. "No hay fórmulas mágicas en la seguridad, la base más seria pasa por la formación y la prevención", afirma.

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Por Luis Bruschtein
t.gif (862 bytes)  "Un policía que valora su sindicato y va a una manifestación para reclamar aumento salarial, mira de otra forma las marchas de los otros sindicatos, ya no los ve como enemigos y hasta los valora", afirma el comisario Teléforo Rubio Muñoz, abogado criminólogo y miembro del Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato Unificado de Policía de España. Rubio Muñoz, a cargo en Madrid de una comisaría del Cuerpo Nacional de Policía, participó en Argentina en un seminario sobre seguridad, organizado por la UBA y el Centro para la Participación y el Control Ciudadano que dirige Lucía Alberti. "La existencia del sindicato es positivo también porque ofrece otra vía, además de la jerárquica, cuando un policía debe hacer una denuncia por corrupción, por ejemplo."

--Todos los cuerpos de policía, excepto la Guardia Civil, tienen derecho a sindicalizarse. Incluso en la Guardia ya hay un tipo de asociación con normas específicas. Los demás cuerpos de policía nos podemos sindicalizar. Pero no podemos afiliarnos a sindicatos de clase, o sea a centrales obreras. En el plano internacional podemos pertenecer a organizaciones de otro tipo. En el Cuerpo Nacional de Policía tenemos el Sindicato Unificado de Policías, que es el mío, el más numeroso. Después hay otros sindicatos como el Sindicato Nacional de la Policía Uniformada, el Sindicato Nacional de Policía, que solamente pueden estar constituidos por funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía. Sin embargo, las policías regionales y municipales sí pueden afiliarse a cualquier sindicato. Nosotros no podemos pertenecer a la UGT (la central socialista) o a las Comisiones Obreras (central comunista), por ejemplo. Podemos tener acuerdos o convenios para compartir determinados servicios, pero nada más. Sí podemos estar afiliados a partidos políticos.

--¿La sindicalización no crea problemas de disciplina?

--Los sindicatos del Cuerpo Nacional de Policía están abiertos a la afiliación de policías de todas las categorías. Hay algunos que no y que sólo son de comisarios o de inspectores jefes para arriba.

--¿Y también pueden ser directivos sindicales los policías de cualquier categoría?

--Sí, siempre que sea de acuerdo a los estatutos, la directiva de nuestro sindicato está integrada por policías de todas las categorías.

--¿Y en una comisaría, esa situación genera problemas?, por ejemplo si un delegado discute las órdenes del comisario...

--La verdad es que fue un tema bastante discutido y no todo el mundo está de acuerdo. Por ejemplo yo tengo una responsabilidad, estoy al frente de una comisaría en Madrid y tengo allí los sindicatos, como es lógico, entre ellos al que yo mismo pertenezco y puede ocurrir que haya discrepancia, pero en el servicio no hay nada que plantear. Se utilizan los cauces correspondientes. Ya sea que el sindicato piense que el comisario no actuó correctamente o algún otro planteo, pero no puede parar una operación. Somos cuerpos jerarquizados. Hay jerarquía y subordinación, lo cual no quiere decir que el individuo pierda sus derechos, pero los planteos se realizan por vías diferentes.

--¿Cuándo surgen los sindicatos policiales en España?

--Los sindicatos vienen con la democracia, con la Constitución del '78. Eso no quiere decir que no hubiera algún movimiento anterior. El sindicalismo policial empieza en España con la democracia, en concreto en el año '78. El ministro del Interior que lo inició fue Rodolfo Martín Villa de la UCD (centro), cuando se estaba elaborando la Constitución española, y a los primeros que se les permitió sindicalizarnos fue a los funcionarios del extinguido Cuerpo General de Policía, que éramos una policía no uniformada, de investigación, éramos los únicos civiles. Eso se fue desarrollando y quedó definitivamente instaurado con la Constitución.

--¿No hubo oposición política a la sindicalización policial?

--Hubo mucha oposición y por eso, en principio se los denominó "asociaciones". Como es lógico, una fuerza de seguridad se ordena a partir de las atribuciones que tiene el jefe, no se funciona de una manera asambleísta. El sindicato tiene su papel.

--¿Y cómo funciona el sindicato?

--Tiene delegados por comisaría y discute temas salariales y de condiciones de trabajo en na12fo02.jpg (16442 bytes)general. La ley estableció un Consejo Nacional de la Policía que es un órgano paritario entre la administración y los sindicatos policiales que han obtenido representación. Son 12 miembros sindicales por representación proporcional y el mismo número de miembros por parte del Ministerio del Interior. En ese Consejo se plantean todas las cuestiones que uno u otro lado requieren. Las normas que afectan la retribución salarial o de condiciones de trabajo se tienen que plantear allí. No se pueden plantear en una comisaría, por ejemplo. Porque yo, en mi comisaría no puedo cambiar las normas generales. Es decir que el sistema no es asambleísta, la jerarquía y la subordinación operativas se siguen respetando.

--¿Pero tienen derecho de huelga?

--No hay derecho de huelga para los policías en España, en Suecia sí. Sí tenemos derecho a manifestarnos, pero sin armas. Hemos hecho muchas manifestaciones. Los sindicatos tienen obras sociales y ofrecen servicios de todo tipo a los afiliados, desde jurídicos, hasta turísticos.

--¿Usted cuántos años tiene?

--Tengo 44 años y soy comisario, un grado menos que el más alto que es comisario principal. Entré a la policía en el '75. Sufrí todos los cambios porque yo ingresé cuando todavía no había muerto Franco, fueron los últimos meses de vida de Franco, cuando comienza la transición, y luego el periodo actual de democracia. Se podía ingresar como policía o bien como inspector. Uno se presenta a concursos por oposición y va ascendiendo y así llegué a la categoría donde estoy. Existe la escuela policial, pero no existe universidad policial. Yo estudié en la Universidad estatal y soy de la opinión que así debe ser porque te enriquece mucho más estar en contacto con gente de tu edad y tus inquietudes, no estás apartado en un gheto. Allí estudié primero Derecho, y luego Criminología.

--¿Y en todos estos años también fue cambiando la relación de la población con la policía?

--Totalmente. Aquella policía que por la situación política que se vivía estaba vinculada a la conflictividad laboral, de tipo social, ya no es la misma. No hubo depuración. Hubo nombramientos más adecuados, pero siempre profesionales, sin traer a nadie de fuera, ni conceder ascensos repentinos. Los políticos fueron bastante hábiles, yo creo. Los cuerpos policiales se fueron adaptando a la nueva situación democrática que se estaba dando a partir de la muerte de Franco. En el año '86 se da la unificación. Durante ese tiempo se cambió el método de trabajo, se sacó al personal a la calle, con presencia policial activa, y otro concepto de servicio de seguridad ciudadana.

--Pero sigue habiendo huelgas y conflicto social y la policía sigue interviniendo...

--Antes el sistema de trabajo era: manifestación, huelga, entonces había que interrumpirlo de alguna forma, era el "restablecimiento del orden público", ahora no. Ahora es el mantenimiento de la seguridad ciudadana con el respeto a las libertades individuales y los derechos de los ciudadanos y en muchas de estas situaciones, lo que se está haciendo es proteger a la manifestación.

--Pero eso puede ser simplemente un cambio de discurso y que en los hechos las cosas se den igual...

--Es cierto, pero creo que para que se diera ese cambio en los hechos fue fundamental que losna12fo02.jpg (16442 bytes) policías tengamos sindicatos y hagamos nuestras marchas igual que las pueden hacer los obreros de una fábrica. Hasta los más mayores que vivieron en otro régimen distinto han visto por sí mismos lo importante que es tener un órgano de reivindicación, un órgano de defensa. Ya no se siente como un represor. Tendrá que cumplir su función, pero ya no lo hace de la misma forma que antes, porque entiende que él, mañana, puede estar en la misma. Cuando hay una manifestación en el sector de mi comisaría a mí me interesa hablar con los organizadores para ponernos de acuerdo por dónde va a marchar y cuánto tiempo. No estamos para impedir esa marcha cualquiera sea el motivo que la origina. Pero también debemos cuidar que se respeten los derechos de los demás ciudadanos.

--¿Cuál es el concepto de seguridad que manejan las fuerzas de seguridad españolas?

--El concepto va ligado al sistema de respetar los derechos y de prevenir la comisión de delitos.

--Aquí hay una discusión entre mano dura o cambios estructurales, no sé si esa discusión se dio también en España.

--Se dio, pero ya está totalmente saldada. Hoy es cierto que asistimos a nuevas formas de delitos y hay preocupación, pero estoy convencido de que no hay que buscar fórmulas mágicas porque no existen, sino que más bien siempre se busca implementar la prevención policial.

--¿Y cuáles son los mecanismos para esa política de prevención?

--Básicamente pasa por la formación, por una presencia policial activa y el cumplimiento de objetivos. Con el análisis de la situación delincuencial, se marcan determinados objetivos que se alcanzan por medio de procedimientos policiales para disminuir la comisión de delitos y siempre de acuerdo con la ley... Pero lo primero es la preparación técnica. Hemos venido sufriendo un proceso de transformación en los últimos años, en un sentido positivo. La transformación desde el año '75 ha venido por la vía de la formación permanente. La policía ya no se ha reclutado porque había que llenar un número determinado de plazas para tenerlos en la calle porque hubiera tal problema social o delincuencial. Se trata de tener los policías idóneos con la formación adecuada para poder prestar ese servicio de protección de las libertades y atención a las necesidades de los ciudadanos.

--¿Y qué tipo de formación requieren para el personal policial?

--Normalmente, en todos los cuerpos, incluyendo la Guardia Civil, que es el único cuerpo policial militar, hay dos niveles distintos de acceso. Por la base o por el nivel de inspector. La formación del policía raso es superior a la educación general básica. Ahora mismo, el nivel mínimo exigido para inspector oficial en el Cuerpo Nacional de Policía es tres años de carrera universitaria, que luego se completa con la formación en los centros, que es un año de internado, formación académica, con horario lectivo similar al de otros estudios, y luego otro año de prácticas donde se evalúa si ese señor está en condiciones para ser habilitado en el servicio.

--¿Se han dado casos de delitos por parte de efectivos policiales?

--Como es lógico, siempre hay casos de policías que de una manera individual, aislada, han cometido delitos. En España puede decirse que no existe una generalización por hechos que se consideran atropellos o abusos. Pero incluso para esos casos aislados, la existencia del sindicato ofrece más garantías para el policía honesto que puede tener problemas por denunciar un caso de corrupción.

--¿No existen coimas?

--Eso no existe.

--¿Cuánto gana un policía?

--Un salario básico de policía es de 170, 180 mil pesetas, que equivalen a unos 1200 dólares. La Guardia Civil gana lo mismo y las policías autonómicas del País Vasco, Navarra y Cataluña, ganan más.

--Aunque pocos en público, son muchos los que justifican la tortura y los apremios ilegales...

--Por la función que tiene la institución, es cierto que se le exige el cumplimiento del mayor número de objetivos, que seamos eficientes y eficaces. Pero no a cualquier precio, sino bajo el absoluto respeto a la legalidad. Y la legalidad no sólo es el Código Penal, sino también nuestras normas estatutarias. La transgresión de las mismas no solamente es perseguida en el ámbito interno sino también vía judicial. Rara vez se produce, porque las consecuencias son gravísimas. Los malos tratos o el delito de tortura implican la expulsión, además de la sanción penal.

--Si le da un arma a un hombre que no está preparado, tiende a actuar como si estuviera por encima del hombre desarmado...

--Desde que se ingresa a la policía se enseña que el instrumento que se nos da es de defensa para determinadas situaciones, que son la defensa de la vida propia o de otros. Los tres módulos fundamentales de la formación policial son el de ciencias jurídicas, el de ciencias socioprofesionales y luego el módulo de materias técnicas. Los dos primeros son fundamentales. Estamos hablando de la formación del policía, porque la del inspector es más elevada. Ese es el punto de partida. No hay materias específicas relacionadas con el tratamiento del detenido, porque pensamos que tiene que estar inmerso en todo. Cuando se trata el derecho penal va a tener que estudiar los delitos específicos que podemos cometer los policías. Cuando se trata el derecho procesal penal también va a surgir cómo se puede hacer la detención y qué consecuencias tiene no hacerlas como es debido.

--Los policías protestan porque su función implica muchos riesgos y responsabilidades y, en contrapartida, no está tan bien remunerada...

--En España también nos quejamos, porque comparativamente no estamos tan bien retribuidos. Por ejemplo, las policías regionales ganan mejor cumpliendo las mismas funciones. Como los salarios provienen de distintas partidas presupuestarias, se producen estas diferencias. Los propios policías lo reclamamos. Pero eso no puede influir en alguna deformación en el ejercicio de la profesión. Puede influir sí en que haya algunos policías menos animosos, menos o más entregados a su trabajo, pero bajo ningún concepto y con los controles internos que tenemos, es imposible que eso conduzca a que el policía vaya a proveerse de dinero por otros medios que no son lícitos.

--¿Cuántos cuerpos policiales hay en España?

--Están los cuerpos policiales estatales, que son el Cuerpo Nacional de Policía, al cual pertenezco, y la Guardia Civil. Nosotros somos civiles y la Guardia está militarizada. Nosotros tenemos funciones exclusivas en todo el territorio al igual que la Guardia Civil. Por ejemplo, las cuestiones de armas y explosivos y el resguardo fiscal es exclusivo de la Guardia Civil. La cuestión de la documentación y otras es exclusiva del Cuerpo Nacional de Policía. También hay una distribución territorial. Nosotros estamos en las ciudades más importantes y tenemos todas las funciones generales, de prevención e investigación del delito. En los pueblos más chicos esas funciones las cumple la Guardia Civil. Luego están los cuerpos de policía autonómicos, que tienen injerencia autonómica integral excepto para las funciones supracomunitarias. También hay cuerpos de policía local dependientes de los ayuntamientos. Es policía administrativa para las ordenanzas municipales, tránsito y también intervienen en la seguridad ciudadana.

--¿Por qué la Guardia Civil tiene status militar?

--En general es un sistema parecido al de otros países europeos, como en Italia que tiene a los carabineros con status militar y la policía nacional; en Francia tiene a la gendarmería y a la policía y en Bélgica antes también había gendarmería y policía, pero ahora los han unificado. En general, en las zonas rurales están los cuerpos militarizados y en las zonas urbanas, los cuerpos civiles. En mi sindicato creemos que lo ideal sería la unificación de ambos cuerpos y que sean civiles.

 


POR QUÉ TELÉFORO RUBIO MUÑOZ

Por L. B.

Un espejo donde mirarse

t.gif (862 bytes) Uno puede estar de acuerdo o no con los planteos del comisario Rubio Muñoz, pero lo cierto es que la discusión sobre seguridad en Argentina se mantiene en un plano anacrónico, como lo demuestra la designación de Aldo Rico al frente del Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires.

Alberto Binder, especialista en el tema, afirma que existen "políticas simbólicas" y políticasna12fo03.jpg (19697 bytes) más estructurales. Las políticas simbólicas son aquellas que, como la designación de Rico, dan la impresión a la sociedad de que existe preocupación por el tema, más allá de que esa política no sólo no tiene efectos positivos, sino que además empeora la situación, profundiza los problemas.

Para impulsar cambios estructurales, de raíz, es necesario en primer lugar tener el valor de realizarlos y no dejarse tentar por salidas demagógicas en un problema tan sensible. La descripción que hace Rubio Muñoz de los cambios realizados en la policía española resulta interesante porque la sola mención de algunas de esas medidas provocó la reacción corporativa furiosa que, por lo general, es donde se escudan los funcionarios más corruptos.

La reforma que impulsó León Arslanian en la Policía Bonaerense con el consenso de justicialistas y aliancistas fue un intento de comenzar a moverse en un sentido más estructural. El arribo de Carlos Ruckauf puso las cosas como en la época de los militares: "Hay que meter bala", "se trata de una guerra", y se propicia que los ciudadanos tengan armas en sus casas.

Ruckauf se enoja con los "progresistas" que critican su estrategia de seguridad. Pero en España, como señala Rubio Muñoz, el ministro del Interior que comenzó la transformación era conservador, porque a esta altura se trata más de una cuestión de inteligencia que de tendencias políticas. Es bueno conocer las experiencias en otros países para situar la discusión en Argentina.

 

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