Vecinos y ecologistas protestaron por la construcción de un camino en el Delta. Piden que se declare la zona como "área protegida"
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Por Pedro Lipcovich En lanchas, a pie, en botes de remos, habitantes del Tigre se movilizaron para protestar contra el camino que penetrará en las islas y, aseguran, pondrá en peligro la ecología de todo el Delta. La manifestación, promovida por entidades ambientalistas, unió a viejos pobladores con porteños que emigraron a la isla en años recientes. "Salvemos al Delta: es nuestra vida", decía una pancarta. El camino, de 18 kilómetros de largo, ya fue licitado por la Municipalidad de Tigre y se financiará con fondos de la provincia. Según las críticas de los vecinos, el verdadero objetivo de la obra es promover la construcción de countries y barrios privados. Dicen que la obra se hizo sin estudios ambientales ni audiencia pública y piden que una ley declare como "área protegida" toda el área del Delta. El intendente de Tigre, Ricardo Ubieto, dice en cambio que la obra "beneficiará a los productores de la zona" "Conciudadanos: nosotros somos tan responsables de lo que pasa como los que están arriba, y, si no hacemos nada, ellos van a hacer lo que quieran. Esa es la verdad, chicos." Así, mezcla de arenga cívica y admonición paternal fue la arenga de Carlos Flenner, que tiene 85 años, 64 de residencia en la región y actualmente trabaja de viverista "porque ya no puedo hacer trabajos más pesados". Más de 200 isleños se habían convocado en la mañana de ayer en el Río Tigre, frente a la estación ferroviaria, para protestar contra la inminente construcción de un camino de 18 kilómetros que, entre los ríos Carapachay y Caraguatá, unirá el Luján con el Paraná de las Palmas. La obra ya fue licitada por la Municipalidad de Tigre, pero los vecinos le piden al gobernador Carlos Ruckauf "que cumpla con la Constitución Provincial, que exige audiencias públicas y estudios de impacto ambiental". La obra, que cuesta 30 millones de pesos, se financiará con fondos de la Provincia. "El camino va a ser un verdadero dique de cuatro metros de alto, va a impedir la libre circulación del agua desde el Río de la Plata y va a promover inundaciones hasta Quilmes", decía el vecino Gonzalo Castro, y explicaba el efecto humedal, por el cual las islas pantanosas funcionan "como una esponja gigante que absorbe agua traída desde el Río de la Plata por la sudestada". Martín Nunziata, de la Asociación Pro Delta, agregó que "al afectar el régimen de mareas, el camino va desequilibrar la ecología: por ejemplo, muchos pájaros dependen del descenso periódico de las aguas, que al retirarse dejan al descubierto caracolitos y otros pequeños animales que son su alimento". La movilización recibió las adhesiones de la Cátedra de Biología de la Universidad de Luján y de la Cátedra Unesco de la Universidad de San Martín. El propósito del camino sería transformar la zona en "un corredor turístico, con countries y barrios privados --según lo definió Carlota Sánchez Aizcorbe, presidenta de la Fundación Pro Tigre--. Se van a beneficiar los que, porque tenían información, en los últimos dos años compraron por monedas tierras que ahora triplicaron su precio". Nunziata desestimó el argumento de que la obra beneficiaría a otras regiones (ver recuadro): "Es absurdo sostener que Tigre le va a hacer un favor a otros municipios", dijo. En la movilización de ayer, confluían curtidos pobladores de toda una vida en la región, artesanos que buscaron la calma en la isla y algún empleado bancario como Miguel, que dejó su departamentito en Palermo pero no su trabajo como empleado bancario en Capital, desde donde todos los días vuelve a su isla donde lo esperan su mujer y sus dos hijos: "Una vez que se haga el camino, van a aparecer autos con turistas, y a un turista no le importa dejar tirado un pañal sucio, porque 'total, se lo lleva el río'; somos nosotros los que nos ocupamos de limpiar y cuidar el agua que filtramos y tomamos". Los manifestantes aspiran a reunir 5000 firmas a fin de que un anteproyecto de "ley de área protegida" para el Delta se discuta en la Legislatura bonaerense y en el Congreso de la Nación: "En la Legislatura, porque la región pertenece a la Provincia; en el Congreso nacional, porque hace falta un régimen de protección para todo el Delta". Nunziata destacó que "el Delta es la única región verde cerca de Buenos Aires: es el gran proveedor de oxígeno, y se lo considera una reserva mundial de agua dulce y vida silvestre: no es tema de un solo municipio". Al mediodía, los manifestantes empezaron a irse en sus barquitos, y guardaron sus cosas el malabarista y los tamborileros que acompañaron la movilización, como la muchacha con zancos que se mantuvo en perfecto equilibrio sobre los botecitos que oscilaban en el río.
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