Por Laura Vales
Los centros
de jubilados afines al menemismo y la CGT están dispuestos a avanzar hasta las últimas
consecuencias para impedir la intervención del PAMI. Y ya pusieron en marcha un plan a
dos puntas: la primera consiste en sembrar los juzgados del país de pedidos de amparo,
apostando a que algún juez dicte una medida de no innovar que frene la asunción del
equipo multipartidario encabezado por Cecilia Felgueras, que deberá administrar las
cuentas del Instituto e investigar los supuestos casos de corrupción de la gestión de
Víctor Alderete. De hecho, cuatro de estos recursos judiciales ya fueron presentados en
tribunales de la Capital y el interior del país a través de organizaciones de jubilados.
La segunda pata de su estrategia es poner trabas a la intervención desde adentro, a
través de los miembros del directorio de la obra social que anunciaron su oposición a
ser desalojados del PAMI. En los últimos años el directorio apoyó de manera
incondicional cada paso dado por Alderete y ayer le dieron una última muestra de lealtad:
el todavía presidente del PAMI pidió una licencia por tiempo indeterminado y se la
otorgaron de inmediato. En la Alianza ratificaron que el miércoles la obra social será
intervenida y que la Oficina Anticorrupción la tendrá como primer objetivo. "No hay
marcha atrás posible" es la respuesta oficial; "Alderete y su directorio están
afuera. Es improbable que algún juez les dé la razón, pero aún así en el peor de los
casos se tardará una semana más para llegar al mismo punto".
Alderete había dejado trascender que ayer se presentaría en las
oficinas del PAMI con el argumento de que todavía le queda un año largo de mandato y que
nadie lo había removido formalmente. Por eso, desde temprano en la mañana hubo una
guardia de jubilados que lo esperaron en la puerta para darse el gusto de abuchearlo. Pero
no apareció; en cambio, envió una solicitud de licencia por tiempo indeterminado. Siete
integrantes del directorio se reunieron de urgencia y aprobaron su solicitud. También
distribuyeron un comunicado para oponerse a la intervención alegando que el PAMI ya fue
normalizado, que es una obra social no estatal y que sus fondos tampoco provienen del
Estado, por lo cual "no existen razones jurídicas ni fácticas" para
intervenirlo. Se trata de las mismas razones esgrimidas en los recursos llevados a la
Justicia. Una de esas presentaciones ya fue rechazada in limine por un juzgado de Santa
Rosa, en La Pampa. Pero lo cierto es que los aliados de Alderete distribuyeron durante
toda la semana pasada decenas de copias del modelo de amparo en todo el país.
Domingo Petrecca, uno de los directores del PAMI en representación de
la CGT, confirmó a este diario que la Confederación de General de Jubilados y
Pensionados, una organización estrechamente ligada a la central obrera, presentó uno
ante el juzgado nacional a cargo de Marta Córdoba, en la Capital Federal. Y que lo mismo
hicieron otras federaciones en el interior del país. Petrecca es uno de los funcionarios
que ayer aprobó el pedido de licencia para Alderete junto a Eduardo Polemann, quien pasó
a ocupar su lugar como presidente del PAMI.
Apenas trascendió la decisión del directorio, la futura interventora Cecilia
Felgueras puntualizó que la licencia no alteraba la situación porque "a partir de
la intervención tanto el presidente como el directorio quedarán sin funciones". En
la Alianza creen que todo se trata de una argucia legal con la que Alderete buscó evitar,
además del mal trago de ser despedido, la posibilidad de que tener rendir cuentas sobre
el estado en que entrega el PAMI. "Como presidente del directorio él debería
entregar un informe sobre las deudas, la situación de las prestaciones, los contratos en
vigencia y un inventario con todos los bienes del PAMI", sostuvo ayer el diputado
Alfredo Villalba, quien agregó que hay sospechas de que en los últimos días la obra
social se convirtió en tierra arrasada. El decreto de intervención será firmado hoy por
De la Rúa. Fuentes del Gobierno aseguraron que también se anunciará la decisión de dar
marcha atrás con todos los nombramientos y aumentos de última hora. Y que el miércoles,
tras la asunción de las nuevas autoridades, un equipo de la oficina Anticorrupción
comenzará a revisar las cuentas que dejó la gestión del íntimo de Carlos Menem.
PRIMER DÍA DE GRACIELA Y
FELGUERAS
Con la misma prioridad
"El objetivo es, básicamente, que no se interrumpan las prestaciones y
empezar a mejorar lo más rápido posible su calidad, mientras se realiza una
profundísima investigación", explicó Cecilia Felgueras acerca de lo que se propone
hacer en el PAMI. No sólo Felgueras estuvo ocupada casi toda la jornada de ayer en
preparar el desembarco de la Alianza en la obra social de los jubilados sino también la
ministra de Acción Social, Graciela Fernández Meijide, quien reiteró que la gestión de
Víctor Alderete fue "pésima".
Felgueras confió en que "el PAMI va a
cambiar un poco más rápido de lo que parece" y dijo haber recibido llamados de
"muchísima gente independiente y organizaciones que se ofrecen para ayudar".
Felgueras --quien hoy asumirá como viceministra de Acción Social y mañana se pondrá al
frente de la intervención de la obra social de los jubilados-- destacó que para la
Alianza el PAMI es "una cuestión de Estado" y aseguró que "estamos
completamente abiertos a tomar gente de todos los sectores".
Fernández Meijide apuntó que "la
primera meta es reorganizar" el PAMI y "una vez que se haya reemplazado lo que
haya que reemplazar, que tenga su propia conducción". Además de criticar la
gestión de Alderete, la ministra denunció que materiales de distintos programas
asistenciales "fueron entregados en noviembre en muchos casos a legisladores del
justicialismo". |
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