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Por Raúl Dellatorre Para conseguir el objetivo de cerrar las cuentas de la Administración nacional con un déficit de 4421 millones de pesos, la Alianza propondrá en el Congreso un recorte de 1132 millones de pesos en los gastos del gobierno nacional y una reducción de 262 millones de pesos en transferencias a las provincias (ajenas a la coparticipación de impuestos). Entre otros ajustes, se prevé un recorte de 470 millones de pesos de gastos en personal (efectivos, contratados y empleados en edad de jubilarse), reducción de las transferencias al sector privado (fundaciones y centros de estudios), en gastos reservados y gastos de Presidencia de la Nación, en aportes del Tesoro nacional a las provincias (ATN) y en los subsidios a La Rioja, que de 250 millones de pesos anuales bajarán a 150 millones. La Alianza pondrá en marcha hoy su estrategia en el Congreso para conseguir la aprobación de los pilares de su plan económico: el pacto fiscal con las provincias, la reforma impositiva y el Presupuesto de la Administración Nacional para el año 2000. Ese es el orden que pretende respetar en su tratamiento en la sesión sobre tablas prevista en Diputados para mañana. El pacto fiscal ya cuenta con media sanción del Senado, precisando un monto fijo (1350 millones de pesos) que la Nación girará a las provincias mensualmente en forma global (coparticipación y transferencias de fondos específicos). La reforma impositiva pasará hoy por la Comisión de Presupuesto y Hacienda, apenas se constituya. El presupuesto, en una nueva formulación elaborada por Economía, irá mañana directamente al recinto. El tratamiento sobre tablas del Presupuesto, y la reforma impositiva antes de que se cumpla el plazo reglamentario a partir de tener despacho de comisión, obligará a la coalición gobernante a buscar un acuerdo con el justicialismo para lograr el voto de los dos tercios de la Cámara que habilite su incorporación a la orden del día. "Yo creo que el justicialismo no puede negarse a tratar sobre tablas (la reforma impositiva) una vez que esté discutida en comisión y con un dictamen", se esperanzó ayer Darío Alessandro, presidente del bloque de la Alianza. "Ya no pueden decir que los hacen votar a libro cerrado un paquete fiscal que no conocen: el proyecto está ingresado hace una semana en la Cámara", agregó. Los ingresos extra que le reportaría el paquete impositivo al Presupuesto del 2000 alcanzan a 3390 millones de pesos, según cálculos de la Alianza. Por ello, sería imprescindible que la aprobación de la reforma impositiva precediera a la votación del Presupuesto, para hacer viable la meta de un déficit inferior a los 4500 millones de pesos. En los números elaborados por los asesores del ministro José Luis Machinea se estima un aumento de ingresos a las arcas fiscales superior a los 4800 millones originados en un crecimiento económico del 3,5 por ciento para el próximo año. El menú para alcanzar la meta se completa con el ahorro por las menores transferencias a las provincias (119 millones por el techo a la coparticipación, más 262 millones por recortes en otras partidas, como el fondo del tabaco) y la señalada reducción en los gastos del gobierno nacional por 1132 millones de pesos. La partida de gastos en personal será la más afectada por los recortes. A las reducciones de partidas para personal estable y contratado ya dispuestas por Roque Fernández, de 300 millones de pesos, su sucesor le agregará otras por algo más de 170 millones. Una suma superior a los 70 millones se detraerán de la cuenta general de sueldos del personal efectivo, otros 50 millones se deducirán de los empleados en edad de jubilarse que serán obligados a retirarse y una cantidad similar alcanzará el recorte en los pagos a contratados. Los gastos reservados en distintas reparticiones se encogerán para hacer una contribución de 147 millones de pesos, y otro tanto sucederá con 70 millones de la partida reservada para gastos de la Presidencia de la Nación. Diversas fundaciones que han gozado estos años de generosos aportes del Estado perderán contribuciones por un monto global de 81,8 millones de pesos. Entre ellas, la Fundación Favaloro y el Centro de Estudios para el Cambio Estructural (CECE), entidad esta última ligada al radicalismo y algunos de cuyos técnicos ocupan cargos en la nueva gestión. La nueva administración también confía en poder reducir en 100 millones de pesos la partidas de gastos del PAMI y planteará en el proyecto de presupuesto otros recortes que seguramente despertarán cuestionamientos en los legisladores justicialistas: una disminución de 162 millones en las partidas de ATN para las provincias, que generosamente distribuía hasta ahora el Ministerio del Interior, y una reducción de 100 millones en los subsidios que recibía La Rioja, de 250 millones de pesos en 1999, ratificado por un decreto presidencial hace poco más de un mes.
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