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"Es la primera vez, en más de una década, que un proyecto de reforma impositiva trata de sacarle algo a los que más tienen", se entusiasmó un asesor de la Alianza --con una prolongada experiencia parlamentaria-- al comentar el paquete fiscal que la coalición gobernante aspira a convertir en ley. Sin embargo, no pudo negar el desagrado que provocará en los contribuyentes de clase media el incremento de los aportes de los monotributistas y en el impuesto a las ganancias para los trabajadores en relación de dependencia cuyos sueldos se encuentren por encima de los 1993 pesos mensuales. A poco más de un año de haberse implementado, la Alianza propondrá una modificación en la estructura de pago del monotributo que implicará un aumento en la tributación para todas las categorías. El proyecto prevé incrementar las contribuciones a la seguridad social y el aporte por empleado que deben realizar los contribuyentes del régimen simplificado. No son pocos los especialistas de la Alianza que consideran que el costo político es superior a los ingresos adicionales que se obtendrían por dichas modificaciones al régimen, en el cual se encuentran inscriptos casi 800 mil pequeños contribuyentes. "Es un cambio de reglas de juego cuando el sistema recién se está acomodando, lo cual va a resultar cuestionable desde todos los flancos", confió una fuente del oficialismo. En cambio, los técnicos de la Alianza --aunque sin unanimidad-- consideran más defendible los cambios propuestos en el régimen de Ganancias de la cuarta categoría (personas físicas). "El cambio afectará a sectores de ingresos medios que antes no pagaban (en el rango salarial de 1993 a 2300 pesos, anterior mínimo no imponible), pero los más afectados son los grandes sueldos, por la progresividad en las tasas", señaló la fuente aliancista. La nueva estructura del tributo también alcanzará a los haberes jubilatorios, pero a partir de los 2500 pesos mensuales. Un cambio de último momento en el proyecto impositivo, que le quita algo de progresividad, está relacionado con el gravamen a los autos, motos, lanchas y aviones privados. Hasta la semana pasada, se planteaba que estarían exentas las unidades con valor inferior a los 20 mil pesos. Ahora, en cambio, se propone que todas las unidades nuevas pagarán al momento de su compra: las de valor inferior a 22 mil pesos (netos de todo impuesto), 4 por ciento, y las que superen dicho valor, 8 por ciento.
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