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Las fuerzas armadas británicas abren las puertas a los gays

El nuevo ministro de Defensa británico anunció que en enero la homosexualidad dejará de ser causal de baja en las fuerzas armadas. "La sexualidad es un asunto privado", sostuvo.

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Página/12
en Gran Bretaña

Por Marcelo Justo
Desde Londres

t.gif (862 bytes)  El 2000 traerá magnas sorpresas para las fuerzas armadas británicas y los homosexuales de este país. En vísperas de un congreso en Birmingham sobre igualdad sexual y racial en las fuerzas armadas, el nuevo ministro de Defensa Geoffrey Hoon anticipó al matutino The Times que a mediados de enero la homosexualidad dejará de ser causal de baja en las fuerzas. "La sexualidad es un asunto privado. El nuevo código de conducta de las fuerzas se basará en este principio", indicó Hoon en una entrevista publicada ayer en The Times. La decisión de modificar el código de conducta reinante, que inhibía la presencia de homosexuales en las filas militares, ocurre a dos meses del fallo de la Corte Europea de Derechos Humanos a favor de cuatro homosexuales británicos que fueron dados de baja por su condición sexual.

El ministro de Defensa, que sustituyó en octubre al actual secretario general de la OTAN George Robertson, indicó que era consciente de la preocupación que el tema suscita en las fuerzas armadas. Según el ministro Geoffrey Hoon, el nuevo código de conducta contará con el pleno apoyo de los actuales comandantes en jefe. "Son personas muy sofisticadas e inteligentes que se dan cuenta de los cambios que están ocurriendo en el mundo y comprenden la significación del dictamen de la Corte Europea de Derechos Humanos", indicó Hoon.

El caso de los cuatro oficiales se inició con una solicitud de revisión judicial presentada ante la Alta Corte Inglesa hace cuatro años. Jeanette Smith, Graeme Grady, John Beckett y Duncan Lustig-Prean habían tenido una exitosa carrera militar hasta que fueron dados sumariamente de baja tras una investigación secreta de sus vidas privadas. El caso se convirtió en una causa célebre del lobby gay y desató un intenso debate en la sociedad y las fuerzas armadas británicas. Entre los sectores más conservadores se alegaba que la homosexualidad corroería la disciplina interna y la moral de las fuerzas. Entre los favorables a la postura gay se arguía que el Reino Unido estaba rezagado en relación a otros países de la Unión Europea.

En noviembre de 1995 la Alta Corte inglesa rechazó la apelación de los cuatro ex oficiales pero aceptó que había razones para que el caso pasara a la Corte Europea de Derechos Humanos. En Estrasburgo los ex oficiales alegaron que la conducta de las fuerzas armadas británicas violaba el artículo 14 de la Convención Europea que prohíbe la discriminación, el 8 que vela por la libertad de expresión y el 3 que prohíbe el trato inhumano y degradante. Casi cuatro años más tarde, los siete jueces europeos se pronunciaron en forma unánime a favor de los cuatro homosexuales.

El dictamen de la Corte desató la ira del establishment militar británico, que, liderado por el ex comandante de las fuerzas armadas, general Sir Anthony Farrar-Hockley, adujo que el Reino Unido no debía regirse por lo que dictaminara el resto de Europa. Esta última batalla del general estaba perdida de antemano. La Corte Europea de Derechos Humanos es una instancia judicial supranacional a la que los países miembros de la Unión Europea deben atenerse. El nuevo código que regirá la vida institucional de las fuerzas armadas colocará en condiciones de igualdad a heterosexuales y homosexuales. En ambos casos se castigará la conducta sexual si ocurre durante el cumplimiento del servicio, mientras que se respetará el derecho a la libre elección sexual en la vida privada.

El anuncio del ministro Geoffrey Hoon, el más espectacular en sus dos meses en el cargo, forma parte de la nueva imagen que intentan proyectar las fuerzas armadas de cara al futuro. En ese sentido Hoon aclaró que también desea que haya una mayor participación femenina en las fuerzas. "Espero que llegue pronto en día en que tengamos una mujer general en las fuerzas armadas", indicó en la entrevista a The Times.

 

La situación en Argentina

En Argentina actualmente la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados está analizando un proyecto de modificación del Código de Justicia Militar enviado, en mayo, por el Poder Ejecutivo. Aunque el proyecto no contempla la modificación del artículo 765, que penaliza con la prisión la homosexualidad en las Fuerzas Armadas, la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) presentó un pedido, ante los legisladores, para que la reforma permita el ingreso de homosexuales; y se haga un blanqueo de una situación que, según el organismo, de hecho existe no sólo en el Ejército sino también en el resto de las fuerzas.

"Es una penalidad que no está acorde con los tiempos que corren", expresó al respecto, en el pasado mes de agosto, el ex jefe del Ejército, teniente general Martín Balza. En esa oportunidad, Balza calificó la sanción como "anacrónica, excesiva y propia de la era victoriana", y aseguró que, "mientras la conducta íntima se mantenga en el ámbito privado, es decir, no se manifieste y atente contra el orden, la disciplina y los valores éticos que sustentamos, no debe ser sancionada".

 

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