"A Huracán lo silban porque los hinchas son intolerantes"

Carlos Babington, su técnico, se hace cargo de que el Globito, líder de la B Nacional, juegue mal, pero apunta al nivel político.

--Huracán está puntero, ganó la primera rueda, pero ¿está conforme con su rendimiento?

--Yo no estoy conforme. Este equipo puede dar mucho más de lo que dio. Empezamos bárbaro y ahora bajamos el nivel, cuando siempre se da el proceso inverso. Estamos lejos de lo que pretendo. De todas maneras los números tranquilizan y este bajón de los últimos cinco partidos duele menos. Creo que la deuda la tenemos en casa, de local no pudimos encontrar el funcionamiento que la gente quiere.

--¿Por qué el equipo juega mal?

--Si supiera cuál es la falla, trataría de corregirla, pero en el fútbol a veces no hay causas concretas y pueden ser miles. Si pudiera detectarla, la arreglo y se terminó.

--Se supone que el técnico está para eso.

--Seguro, pero uno a veces piensa que encontró el problema, prueba y no es y cree que es otro y tampoco es. Creo que la falla principal es que muchos jugadores están por debajo de su nivel, aunque ahora Casas, Carrizo, Godoy están volviendo a jugar bien. Los contrarios nos conocen, vienen y se defienden en demasía, no arriesgan y te ponen ocho tipos atrás. A veces no es tan fácil encontrar las variantes cuando tenés todo un equipo refugiado en el fondo. Sobre todo cuando no tenemos el enganche que precisamos. La variante, y nosotros no la tenemos, es (Diego) Maradona, que se puede gambetear ocho tipos en el área.

--¿Por qué lo silban cada vez que se mueve o sale del banco?

--Es increíble, no comparto la reacción de la gente. El día del empate con Argentino de Rosario, que Huracán tendría que haber ganado a pesar de jugar mal, nos fuimos con cuatro puntos de ventaja sobre el segundo y salimos silbados. Es muy difícil que a un equipo que va puntero y cortado lo desapruebe su gente.

--¿La gente es intolerante?

--En Huracán, sí. Yo no sé si es la ansiedad o la desesperación de querer ascender lo antes posible. Creo conocer a la gente de Huracán y estoy sorprendido con las reacciones. Este equipo no merece una despedida con silbidos, porque se mata en la cancha aunque juegue mal, no se guarda nada. Obviamente puede jugar mal, porque no somos un equipo de categoría, sino no estaríamos en la B, pero la gente piensa con el corazón y hay que darle triunfos, eso es lo que quieren y piden.

--Y los silbidos hacia usted ¿a qué se deben?

--Lo mío tiene que ver adversarios políticos que arrastran viejas rencillas de 1989, cuando me asocié políticamente al presidente Jorge Peña y eso no se olvida fácil, además de mi vinculación con Racing en 1997, que para ellos fue traumática.

--¿Usted dice que hay adversarios políticos que arengan a la hinchada en su contra? Suena a maniobra conspirativa.

--Juan José Zanola y Alberto Spota, dos ex presidentes, son los promotores. A nadie le gusta que lo insulten, pero a mí ya no me molesta. No es casualidad que a Huracán le vaya mejor de visitante que de local, porque la gente de visitante apoya al equipo los 90 minutos juegue bien o mal y de local a los cinco minutos ya empieza a insultar.

--¿Cómo le iría a este equipo si jugara en Primera?

--Con un par de refuerzos este un equipo, sin ninguna duda, se puede mantener en la A. Tenemos jugadores internacionales en el plantel. Cáceres es el 6 de la selección paraguaya; Soto estuvo preseleccionado y jugó una eliminatoria; Casas es un jugador codiciado por todo el mundo, algunos chicos de la selección juvenil...

--¿Sólo mantenerse?

--La prioridad si uno asciende es mantener la categoría, por lo menos el primer año. No conozco equipos recién ascendidos que pretendan salir campeón, me parece alocado. Eso es lo que está haciendo Chacarita, que se reforzó bien para el Apertura. Estoy convencido que Huracán necesita menos que Chacarita.

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