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Eximen de prisión a Moneta y lo esperan en Tribunales

La Justicia federal levantó la orden de captura del ex titular del Banco Mendoza, pero le ordenó presentarse en 72 horas. El aún titular del 27% del CEI recién sería citado a indagatoria en febrero


t.gif (862 bytes)  Por primera vez en cinco meses y medio, el ex banquero Raúl Moneta podrá transitar lasna04fo01.jpg (13702 bytes) calles nuevamente sin temor a ser encarcelado. Cargando sobre sus espaldas diversas denuncias por vaciamiento, asociación ilícita y defraudaciones varias en su gestión al frente de los bancos Mendoza y República, el ex titular y aún accionista del grupo multimedios CEI enfrenta desde el 2 de junio un pedido de prisión dictado por un juez mendocino, y pocos días después ratificado por un magistrado porteño. Pero ayer la Justicia federal dejó sin efecto la orden de captura en su contra y ordenó que se presente ante los tribunales porteños "dentro de las 72 horas" de ser notificado. También dejó sin efecto las órdenes de captura contra Pablo y Jaime Lucini, ex directivos del Mendoza. El último venía cumpliendo prisión domiciliaria por su avanzada edad.

La Cámara Federal porteña fue la que abrió la puerta para que Moneta pueda salir de la clandestinidad, al elevar a la Corte Suprema la resolución sobre la eximición de prisión pedida por su defensa. Y mientras se sustancia la respuesta del máximo tribunal, le otorgó "efectos suspensivos" al recurso, con lo que la orden de captura quedó temporariamente sin efecto.

Le tocó a Carlos Liporaci, magistrado "subrogante" en ausencia del juez titular de la causa, Gustavo Literas, disponer "dejar sin efecto la orden de captura" contra Moneta solicitada por sus abogados. En rigor, no hizo más que hacer efectiva una decisión ya adoptada por la Sala I de la Cámara de Apelaciones (compuesta por Luisa Riva Aramayo y Horacio Vigliani), pero quedó bajo la sombra de la sospecha de buscar favorecer a Moneta por el circunstancial reemplazo de Literas, quien viajó a Estados Unidos en un trámite relacionado con la causa del accidente del avión de Lapa en el Aeroparque Metropolitano.

Los abogados defensores de Moneta adelantaron que la intención del ex banquero sería presentarse ante la Justicia en las próximas horas, regularizando su situación tras casi medio año de estar prófugo. Pero aunque se presente, recién sería indagado en febrero, ya que hasta este viernes el juzgado porteño estará recibiendo los expedientes acumulados en el juzgado mendocino de Luis Leiva, a quien la Corte Suprema le quitó la causa para unificarla con la que tramita Literas. Por su complejidad y volumen, en los propios tribunales estiman que el nuevo interrogatorio no podría estar listo antes del inicio de la feria judicial de enero.

Moneta, un millonario banquero, criador de caballos pura sangre y accionista del grupo multimedios de más rápido crecimiento por fusiones y adquisiciones a partir de 1992, fue perdiendo poder en forma paralela al ingreso en su último tramo del gobierno de Carlos Menem, a quien frecuentaba en tertulias íntimas en la residencia de Olivos. Ya a fines de 1998 fue desplazado de la titularidad del CEI, con el ingreso del fondo estadounidense Hicks Muse al grupo. Quedó primero como vicepresidente y en una posterior movida bajó a director, ya cuando su situación judicial se complicaba por las causas abiertas por denuncias de un accionar irregular al frente del Banco Mendoza, entidad del gobierno provincial privatizada que luego absorbió al Banco República.

Entre los antecedentes de la denuncia que investiga Literas se encuentran los préstamos a empresas controladas por directores del Banco Mendoza por 47 millones de pesos; asistencia en créditos de corto plazo del Mendoza al República que se renovaban automáticamente a su vencimiento, y los redescuentos obtenidos del Banco Central cuando la entidad no cumplía con las normas mínimas de garantías patrimoniales. En estas operaciones irregulares estarían involucrados, además de Moneta, otros nueve directivos y a la vez accionistas del banco, lo cual le daría al accionar conjunto carácter de "asociación ilícita", si logra demostrarse que el fin perseguido era utilizar la entidad en beneficio propio.

Moneta mantiene una participación del 27 por ciento en el CEI, por sí mismo y a través de sus firmas radicadas en paraísos fiscales del Caribe. El grupo no sólo maneja un complejo conjunto de medios, entre los que se destaca Cablevisión, sino que además posee el 50 por ciento de Cointel, grupo de control de Telefónica de Argentina y una nutrida cantidad de empresas de servicios de valor agregado en telecomunicaciones e Internet. El juez Literas había dictado originalmente una orden de eximición de prisión en favor del ex banquero, pero la medida fue apelada por los fiscales, que argumentaron que por su responsabilidad en las acciones investigadas le cabía la imputación de "jefe de una asociación ilícita", causa que no es excarcelable. Esa controversia fue la que derivó en su elevación a Cámara, que en principio revocó la eximición de prisión, pero ante la apelación a ese fallo por parte de los abogados defensores, terminó habilitando el recurso de queja ante la Corte. Así abrió el camino de regreso a la libertad del controvertido ex banquero.

 

Con lágrimas y puñetazos

Los letrados capitalinos del banquero prófugo, Raúl Juan Pedro Moneta, le habrían indicado la conveniencia de presentarse hoy mismo a los tribunales de Comodoro Py. Sin embargo, la directiva no es sinónimo de acatamiento. En los seis meses de clandestinidad de Moneta hubo más de un cortocircuito entre defensores y defendido y no faltaron ni las lágrimas ni los puñetazos. Pero no sólo la opinión de sus abogados podría alentar una rápida reaparición: el cambio de gobierno no ha dejado desguarnecido el arco de Moneta. Alberto Petracchi, su mano derecha y quien maneja sus cuestiones legales y financieras, mantiene buenos lazos con la nueva administración.

Siga o no las directivas de Alejandro Mitchell y Alfredo Iribarren, sus representantes en Buenos Aires, y del mendocino Jorge Garguir, ex juez federal y de la dictadura y ex socio del procurador Nicolás Becerra (encargado de producir el dictamen que sirvió de soporte a la resolución de la Corte Suprema respecto a la jurisdicción de la causa), quien lleva la batuta en los temas de alta confidencialidad de Moneta es Alberto Petracchi, su socio y amigo. Petracchi integró el directorio del Banco Central junto a Javier González Fraga por presión de Moneta ante Néstor Rapanelli, procedente del riñón de Bunge & Born. Petracchi, como su protector, estaba estrechamente relacionado a Angel Moyano Padilla y a la familia Guelar (propietarios de bancos caídos, Oeste y Feigin). Con la estratégica área de legales bajo responsabilidad, Petracchi dictaminó a favor de los Guelar (Banco del Oeste). Pese a estar tan prófugo como Moneta, Guido Guelar fue indemnizado y nunca nadie pidió su extradición. Pero Petracchi es, además, primo hermano del padre de Juan Petracchi, yerno de Fernando de la Rúa; su hijo, Máximo, es también buen amigo de Antonio de la Rúa, hijo del nuevo presidente de la República.

 

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